Este documento discute varios factores que afectan la fuerza de sujeción de un imán, incluyendo la distancia entre el imán y el objeto, el material y la superficie del objeto, y la dirección de la fuerza. También explica que la clasificación de un imán (N40, N45, etc.) indica su energía magnética y temperatura máxima de operación.
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Fuerza imán dependientes factores
1. ¿Cuál es la fuerza de sujeción de este imán?
Como punto de partida indicamos en la descripción de algunos imanes su fuerza de
sujeción aproximada en gramos o kilogramos. Tenga en cuenta que se trata siempre de
valores máximos teóricamente alcanzables bajo condiciones óptimas. La fuerza de
sujeción real depende de los siguientes factores:
Diagrama de fuerza de sujeción del artículo S-10-05-N
Distancia entre el imán y el cuerpo de sujeción:
En caso de no existir un contacto directo, la fuerza de sujeción disminuye
rápidamente al aumentar la distancia. Un pequeño espacio de alrededor de medio
milímetro puede, en algunos casos, disminuir la fuerza de sujeción a la mitad.
Una fina capa de pintura en el cuerpo de sujeción contribuye también a una
reducción de la fuerza.
Material del cuerpo de sujeción:
La fuerza de sujeción teórica es válida cuando el cuerpo de sujeción está
compuesto solamente de hierro blando. En acero de construcción del tipo ST37
deberá reducir el valor en aprox. 5%; en el caso de ST70 la reducción será
aprox. del 30%.
Superficie del cuerpo de sujeción:
Cuanto más lisa sea la superficie del cuerpo de sujeción tanto mayor será la
fuerza de sujeción. En superficies ásperas deberá contar con una reducción
considerable de la fuerza de sujeción.
Dirección de la fuerza:
El valor teórico de la fuerza de sujeción es válido, cuando la fuerza ejercida es
perpendicular a la superficie de contacto, o sea, cuando el cuerpo de sujeción,
por ejemplo, es atraído perpendicularmente bajo el imán. Consulte nuestra FAQ
sobre la fuerza de cizallamiento
Ancho del cuerpo de sujeción:
El cuerpo de sujeción no debe ser demasiado delgado, dado que éste alcanzaría
2. un punto de saturación magnética y una parte del campo magnético sería
desperdiciado.
Como norma general, no deberá ceñirse nunca para una aplicación concreta a nuestras
indicaciones sobre fuerzas de sujeción, sino realizar un ensayo propio.
Por cierto: Si necesita la fuerza de sujeción en Newton, multiplique nuestro valor
indicado en kg por 9,81 (Una masa de 1 kg corresponde a un peso de 9,81 Newton).
¿Qué significan N40, N42, N45, etc.?
La denominación N40, N42, N45, N45H, etc. es una medida para la calidad del
material empleado en la fabricación del imán. De ella se pueden deducir dos cosas:
1. La "energía magnética" por unidad de volumen almacenada en este
material
2. La temperatura máxima a la que puede ser expuesto el imán
El número (p. ej. 40, 42, 45) se corresponde aproximadamente con el producto
energético máximo del imán (en MGOe).
La letra N, M, H o letras SH, UH o EH contienen información acerca de la temperatura
máxima de uso que puede ser 80, 100, 120, 150, 180 o 200 °C. La mayoría de nuestros
imanes comienzan con una "N" y pueden ser expuestos a temperaturas de hasta 80 °C.
Nuestra FAQ ¿Qué temperatura máxima pueden soportar los imanes? contiene más
información al respecto.
Cuando coloquialmente hablamos de la "fuerza" de un imán nos referimos casi
siempre a la fuerza de sujeción en contacto directo con una placa de metal o a la fuerza
con que atrae una pieza de hierro (u otro imán) desde cierta distancia.
Esta "fuerza" no depende solo del material empleado, sino que también de los siguientes
factores:
el volumen del imán;
la forma del imán;
las proporciones del imán (p. ej. la relación entre diámetro y altura en un disco
magnético);
la combinación con otros materiales, p. ej. si el imán está montado sobre una
pieza metálica o incluso en un recipiente metálico o por el contrario se encuentra
"aislado".
Algo parecido sucede con la temperatura de uso. La temperatura máxima indicada
puede ser empleada sin problema sólo cuando las proporciones del imán son "óptimas".
Cuando un imán p. ej. es muy delgado en relación con su diámetro (o longitud)
alcanzará antes la temperatura máxima.
Comparando 2 imanes de tamaño y magnetización diferentes de nuestro surtido, el
volumen será en la mayoría de los casos el factor decisivo para su fuerza, más que las
diferencias en la magnetización. Por ello el imán más grande es casi siempre el más
fuerte, aunque el código de magnetización sea algo menor.
3. Las relaciones exactas entre el código y los valores físicos se encuentran en la tabla
Datos físicos de los imanes.
http://www.supermagnete.es/faq/grade
¿Qué temperatura máxima pueden soportar los
imanes?
Esto depende de diferentes factores:
El tipo de material empleado en el imán (neodimio o ferrita)
El tipo de temperatura del imán
La forma del imán
La disposición de los imanes en un grupo
La mayor parte de los imanes de neodimio del tipo N pierde una parte de su magnetización a
partir de los 80 ºC de manera permanente, los imanes de ferrita a partir de 250 ºC.
Un enfriamiento intenso (p. ej. nitrógeno líquido) no causa ningún daño a los imanes de
neodimio; sin embargo, los imanes de ferrita pierden parte de su magnetización a
temperaturas inferiores a -40 ºC.
Si un imán supera su temperatura de operación máxima, este perderá parte de su
magnetización. Así pues, se adhiere con menor fuerza, p. ej., a una placa de hierro, incluso
después de volver a enfriarlo. A partir de una temperatura determinada, denominada
"temperatura de Curie", no quedará remanencia magnética alguna.
Tipos de pérdidas por temperatura (= pérdida de magnetización debido a
temperatura alta)
Hay tres tipos de pérdidas: reversibles, irreversibles y permanentes.
Pérdida reversible:
La magnetización del imán es más débil solo mientras está caliente. Si se vuelve a enfriar,
recupera su fuerza original independientemente de la manera en que se caliente o se enfríe el
imán.
Pérdida irreversible:
Tras llevar el imán a una temperatura de operación superior a la máxima y tras enfriarlo, el
imán queda debilitado para siempre. El hecho de calentarlo en múltiples ocasiones a la misma
4. temperatura no refuerza las pérdidas irreversibles. A través de un campo magnético externo lo
suficientemente fuerte y de una nueva magnetización, se puede recuperar su fuerza original.
No obstante, si la temperatura aumenta aún más, la estructura de los imanes permanentes
comienza a modificarse. Es entonces cuando se habla de pérdidas permanentes. No es posible
efectuar una nueva magnetización.
Duración del calentamiento
En el caso de las pérdidas irreversibles, la duración del calentamiento solo tiene una influencia
mínima en la fuerza de las pérdidas, siempre y cuando la temperatura del interior del imán
hubiese sido la misma en todas partes durante el calentamiento. Al calentar brevemente un
imán grueso, la temperatura externa puede ser mucho mayor a la de la temperatura máxima
interna del imán. En este caso, las pérdidas por temperatura dependen de la posición.
Forma y disposición de los imanes en las pérdidas por temperatura
El hecho de que se produzcan pérdidas permanentes depende no solo del tipo de temperatura
de un imán, sino también de su forma y la disposición en un grupo de imanes y materiales
ferromagnéticos. Las temperaturas de operación máximas de la tabla superior son solo valores
orientativos. Dependiendo de la disposición y la forma, un imán de un tipo de temperatura
determinada puede sufrir pérdidas incluso a temperaturas inferiores.
En las pérdidas por temperatura dependientes de la forma del imán se aplican la siguiente
regla: un imán muy plano (planitud = diámetro divido por altura) polarizado a lo largo de su
dimensión más corta sufre pérdidas irreversibles a temperaturas inferiores a la temperatura de
operación máxima. Sin embargo, la relación entre el diámetro y la altura es menor a 4, el imán
se puede calentar a una temperatura de operación máxima superior a la indicada sin que se
pierda magnetización.
Ejemplos de temperaturas de operación máx. reales de discos magnéticos de neodimio
independientes:
Imán
Diámetro/altura
(planitud)
temperatura de operación
máx. indicada
temperatura de operación
máx. real
S-10-
01-N
10 80 °C aprox. 60°C
S-20- 4 80 °C aprox. 80°C
5. 05-N
S-06-
06-N
1 80 °C aprox. 140 °C
Cuanto más expuesto quede un imán en una posición determina a un campo contrario, menor
será la temperatura de operación máxima real.
Las menores pérdidas por temperatura se dan en disposiciones en las que un imán de un
circuito magnético se pone en "cortocircuito" de forma magnética (en analogía a un circuito
eléctrico). En un cortocircuito magnético, los dos polos están unidos a través de un material
altamente permeable, insaturado y ferromagnético, como p. ej. hierro dulce. En esta
disposición en cortocircuito, no hay ningún campo contrario en los imanes. No obstante, la
disposición en cortocircuito no es muy habitual en la práctica.
Propiedades de los imanes de neodimio
A continuación, le presentamos una tabla con los diferentes tipos de temperatura (extraída de
la página Datos físicos de los imanes):
Tipo de temperatura Temperatura de operación máx. Temperatura de Curie
N 80 °C 310 °C
M 100 °C 340 °C
H 120 °C 340 °C
SH 150 °C 340 °C
UH 180 °C 350 °C
EH 200 °C 350 °C
Las temperaturas de operación máximas de esta tabla son solo valores orientativos.
Disponemos de tipos de imanes especiales con temperaturas de operación más altas para
aplicaciones con imanes de neodimio a temperaturas superiores a 80 ºC (véase Tabla de todos
los imanes en bruto de neodimio ordenada por temperatura).
Los imanes de ferrita son mucho más adecuados para temperaturas mayores (véase más
abajo).
6. Propiedades de los imanes de ferrita
A continuación, le presentamos una tabla sobre nuestros imanes de ferrita (extraída de la
página Datos físicos de los imanes).
Tipo de temperatura Temperatura de operación máx. Temperatura de Curie
Y35 250 °C 450 °C
¿Los imanes pueden verse dañados al ser sumergidos en nitrógeno líquido?
Los imanes de neodimio no se ven dañados al ser sumergidos en nitrógeno líquido a una
temperatura de -196 ºC (77 K). En consecuencia, puede emplearlos sin problemas para
experimentos de superconductividad.
Los imanes de ferrita pierden parte de su magnetización de manera permanente a una
temperatura inferior a -40 °C, por lo que no es recomendable enfriarlos fuertemente.