El movimiento por los derechos del niño surgió en el siglo XIX en Estados Unidos para proteger a los niños de las malas condiciones laborales, y la idea circuló en Europa en el siglo XIX. En el siglo XX se publicaron varias declaraciones de derechos del niño por organizaciones, y la primera sistemática fue la Declaración de Ginebra de 1924. Las Naciones Unidas aprobaron los derechos humanos en 1948 e identificaron la necesidad de enunciar específicamente los derechos del niño.