El documento describe a María como un modelo de apertura al Espíritu Santo. María concibió a Jesús por obra del Espíritu Santo, y quien ama a María reconoce la acción del Espíritu Santo en la Iglesia y el mundo. María es el mejor modelo de docilidad a la voz del Espíritu Santo, mujer del silencio y la escucha, y mujer que acogió la voluntad de Dios como Abraham. La relación entre María y el Espíritu Santo es de amor receptivo y fructificador, y la unión entre ellos