El documento describe cómo María de Nazaret fue elegida por Dios para ser la madre de Jesús a través de la acción del Espíritu Santo. Aunque al principio estaba desconcertada, María aceptó humildemente la voluntad de Dios y dio su consentimiento para ser la madre de Jesús, confiando plenamente en Dios a pesar de no entender completamente sus planes. El documento también enfatiza la importancia de la disponibilidad y la confianza en Dios como lo hizo María.