La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 establece los derechos fundamentales de los ciudadanos franceses. Reconoce que todos los hombres nacen libres e iguales y tienen derecho a la libertad, la propiedad y resistencia a la opresión. Define la soberanía como residiendo en la nación y establece límites a los poderes legislativo y ejecutivo.