El documento describe cuatro registros del habla: registro estándar, culto, coloquial y vulgar. El registro estándar se caracteriza por un uso correcto del lenguaje y se usa en medios y instituciones. El registro culto incluye tecnicismos y se usa en contextos académicos y literarios. El registro coloquial es espontáneo y se usa con amigos y familia. El registro vulgar contiene errores gramaticales y se caracteriza por la pobreza léxica.