1. DEFICIENCIA AUDITIVA
TIPOS DE DEFICIENCIAS AUDITIVAS
Hipoacusias:
Deficiencia auditiva ligera.
- Pérdida auditiva de entre 20 y 40 db.
- Pequeñas dificultades articulatorias.
- No identifican totalmente todos los fonemas.
Deficiencia auditiva media.
- Pérdida auditiva de entre 40 y 70 db.
- Identificación sólo de vocales.
- Articulación defectuosa.
- Lenguaje productivo limitado.
- Capacidad para la estructuración del pensamiento
verbal.
Sorderas:
Deficiencia auditiva severa.
- Pérdida auditiva de entre 70 y 90 db.
- Percepción de algunos sonidos, pero imposibilidad de
adquisición espontánea del lenguaje.
- Los afectados son llamados sordos medios.
Deficiencia auditiva profunda.
- Pérdida auditiva superior a los 90 db.
- No pueden adquirir el lenguaje oral.
- Tienen dificultades socioeducativas.
- Los afectados son llamados sordos profundos
Según la localización de la zona auditiva lesionada:
De transmisión o conductivas.
Debidas a una deficiencia en la transmisión del sonido en el oído
medio.
De percepción o neurosensoriales.
Debidas a una atrofia o degeneración de los órganos del oído interno
(cóclea, nervcio auditivo, o área receptiva cerebral).
Mixtas.
Localizadas en el oído medio y en el oído interno.
Según el momento de su aparición:
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2. Hereditarias.
Cuando la pérdida auditiva está presente al nacer. Actúa sobre el
oído interno malformando alguno de sus órganos.
Adquiridas.
Son las adquiridas durante el desarrollo embrionario o después del
parto.
Prenatales. Motivadas por diferentes embriopatías y
fetopatías (rubeola). Perinatales. Producidas en el momento
del parto (anoxia, fórceps...). Postnatales.
Prelocutivas. Producidas antes de la adquisición del
lenguaje oral.
Postlocutivas. Producidas después de
que el sujeto haya comenzado a
hablar.
Causas: otitis, sarampión, encefalitis...
Descripción, concepto de deficiencia auditiva
Normalmente, las ondas sonoras atraviesan el oído externo hasta llegar al
tímpano, o membrana timpánica, que inicia su vibración y pone en
movimiento la cadena de huesecillos (martillo, yunque y estribo). Estos
huesecillos transfieren la energía al oído interno, en donde los fluidos que
se encuentran en su interior entran en movimiento, provocando que las
células ciliadas ( del caracol) transformen estas vibraciones en impulsos
eléctricos, que se transmiten a través de las fibras nerviosas auditivas al
cerebro.
El lenguaje permite a los seres humanos la comunicación a distancia y a
través del tiempo; es la principal vía por la que los niños aprenden lo que
no es inmediatamente evidente y desempeña un papel central en el
pensamiento y el conocimiento.
Consideramos las deficiencias auditivas como aquellas alteraciones
cuantitativas en una correcta percepción de la audición.
Clasificación
Según parte del oído afectada
Hipoacusia de transmisión: la zona alterada es la encargada de la
transmisión de la onda sonora. La causa se sitúa en el oído externo
o medio, también las producidas por lesión de la trompa de
Eustaquio, que es un conducto que une el oído medio con la
rinofaringe. Hay una deficiencia de la transformación de energía en
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3. forma de ondas sonoras a ondas hidráulicas en el oído interno por
lesiones localizadas en el oído externo y/o en el oído medio.
Neurosensorial: en el oído interno y/o en la vía auditiva. Se llama
también Hipoacusia de percepción y la causa radica en el oído
interno o estructuras centrales (nervio auditivo, etc.). Los sonidos
graves los oyen relativamente bien y en algunas ocasiones y bajo
determinadas circunstancias pueden mantener una conversación.
Cualquier sordera superior a 60 dB indica una pérdida
neurosensorial pura o mixta.
Mixta.
Según la causa
Hereditarias genéticas:
o Recesivas: los padres son portadores de la enfermedad pero
no son hipoacúsicos).
o Dominantes: constituye el 10% de las hipoacusias; uno de
los padres es portador del gen afecto y es hipoacúsico.
Adquiridas:
o Prenatales: enfermedades de la madre durante el embarazo
pueden ser causa de Hipoacusia en el niño, sobre todo si se
dan entre la 7 y la 10ª semana. Entre las más graves nos
encontramos con la rubeola, sarampión, varicela, alcoholismo,
etc.
o Neonatales: Traumatismo durante el parto, anoxia neonatal
(falta de oxígeno), prematuridad, ictericia (aumento de a
bilirrubina en la sangre por incompatibilidad Rh)
o Postnatales: otitis y sus secuelas, fracturas del oído,
afecciones del oído interno y nervio auditivo, intoxicaciones
por antibiótico, meningitis y encefalitis, tumores, etc.
Según el momento de aparición
Prelocutivas: se adquieren antes que el lenguaje.
Postlocutivas: se adquieren después del lenguaje y son de mejor
pronóstico.
Según intensidad
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4. Leves: pérdida inferior a 40 decibelios.
Moderadas: de 40 a 70 decibelios.
Severas: superior a 70 decibelios. Conforme a la
Seguridad Social se considera una persona sorda a partir
de 75 decibelios.
Sordera o Cofosis: no se oye.
Causas
Adquiridas:
o Infecciones congénitas: Toxoplasmosis, rubeola, herpes
simple, sífilis, citomegalovirus
o Infecciones postnatales: meningitis bacteriana, paperas,
sarampión, rubeola, etc. Las paperas (parotiditis) constituyen
la causa más frecuente de sordera adquirida en los niños.
o Traumáticas.
o Hiperbilirrubinemia (aumento de la bilirrubina en sangre),
generalmente debida a incompatibilidad Rh
o Ototóxicos. Antibióticos tipo estreptomicina, tobramicina,
gentamicina, tomados por la madre y atraviesan la placenta.
o Antibióticos: kanamicina, neomicina, estreptomicina,
gentamicina, vancomicina, furosemida, etc.
o Prematuridad.
Genéticas: constituyen al menos el 50% de los casos:
o Autosómicas recesivas: Hipoacusia profunda aislada,
síndrome de Usher, etc. El gen anómalo tiene que existir en
ambos progenitores. La sordera se presenta de forma aislada,
en el 70% de los casos ( Malformaciones de Scheibe, Michel y
Mondini) o asociada a otras anomalías en el 30%.
o Autosómicas dominantes: síndrome de Waardenbrug,
síndrome de Alport, Hipoacusia profunda aislada, otoesclerosis
coclear, etc.
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5. o Recesivas ligadas al cromosoma x: Hipoacusia profunda
asociada con daltonismo, síndrome tipo Alport.
o Mitocondriales: síndrome de KearnsSayre, etc.
Malformativas: Microsomía hemifacial, síndrome de Goldenhar,
etc.
Presbiacusia: pérdida gradual de la audición a medida que la
persona envejece.
Indicadores de riesgo
Antecedentes familiares.
Infección en el embarazo.
Malformaciones craneofaciales.
Peso al nacer inferior a 1500 gramos.
Niveles elevados de bilirrubina en sangre.
Agentes ototóxicos en la madre o en el niño.
Meningitis de origen bacteriano.
Accidente hipóxico – isquémico.
Ventilación mecánica.
Síndromes asociados a hipoacusia.
Traumatismo craneoencefálico.
Trastornos neurodegenerativos.
Otitis media crónica.
Síntomas:
Consulte al médico si observa en el niño alguna de las siguientes pautas:
De 0 a 3 meses
Ante un sonido no hay respuesta refleja del tipo parpadeo,
despertar, etc.
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6. Emite sonidos monocordes.
De 3 a 6 meses
Se mantiene indiferente a los ruidos familiares.
No se orienta hacia la voz de sus padres.
No responde con emisiones a la voz humana.
No emite sonidos para llamar la atención.
Debe intentar localizar ruidos
De 6 a 9 meses
No emite sílabas.
No atiende a su nombre.
No se orienta a sonidos familiares.
De 9 a 12 meses
No reconoce cuando le nombran a sus padres.
No entiende una negación.
No responde a “dame” si no va acompañado del gesto con la
mano.
De 12 a 18 meses
No señala objetos y personas familiares cuando se le nombran.
No responde de forma distinta a sonidos diferentes.
No nombra algunos objetos familiares.
De 18 a 24 meses
No presta atención a los cuentos.
No identifica las partes del cuerpo.
No construye frases de dos sílabas.
A los 3 años
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7. No se les entiende las palabras que dice.
No contesta a preguntas sencillas.
A los 4 años
No sabe contar lo que pasa.
No es capaz de mantener una conversación sencilla.
INDICADORES ASOCIADOS A SORDERA:
En recién nacidos (0 – 28 días)
Historia familiar de sordera neurosensorial infantil hereditaria.
Infección intrauterina (citomegalovirus, rubeola, sífilis, herpes y
toxoplasmosis).
Anomalías craneofaciales, anomalías morfológicas del pabellón
auricular y el conducto auditivo.
Peso al nacer inferior a 1500 gramos.
Aumento de la bilirrubina que exija transfusión sanguínea.
Medicaciones tóxicas para el oído.
Meningitis bacteriana.
Ventilación mecánica durante por lo menos 5 días.
Hallazgos asociados a una enfermedad que incluya sordera
neurosensorial o de conducción.
En niños de 29 días a 2 años
Preocupación de los padres sobre el habla, audición, lenguaje o
desarrollo.
Meningitis bacterianas.
Traumatismo craneoencefálico con pérdida de conocimiento.
Tóxicos óticos.
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8. Otitis medias de repetición o persistente con derrame al menos
tres meses.
En niños de 29 días a 3 años
Asociados a sordera neurosensorial tardía:
o Historia familiar de sordera neurosensorial infantil de
presentación tardía.
o Infección intrauterina como citomegalovirus, rubeola, sífilis,
herpes y toxoplasmosis.
o Enfermedades neurodegenerativas.
Asociados a sordera de conducción:
o Otitis media de repetición o persistente con derrame.
o Deformidades anatómicas.
o Enfermedades neurodegenerativas.
Evaluación de las deficiencias auditivas
No hay que posponerla por pensar que el niño es muy pequeño ya que es
importantísima la detección temprana de los problemas.
Técnicas de evaluación:
Técnicas de evaluación de la conducta: se observa la reacción a
un estímulo auditivo dado expresada en el comportamiento del niño.
Reacciones condicionadas.
Audiometría de juego: se transforma la medición en un juego:
pulsar botón tras escuchas un sonidos, etc.).
Audiometría convencional: a partir de los cinco años, en una
cámara insonorizada el niño recibe estímulos sonoros a través de
audífonos.
Audiometría por respuesta evocada: potenciales evocados
auditivos (PEA).
Impedanciometría: vemos el funcionamiento del oído medio.
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9. Deben identificarse aquellos niños con factores de riesgo de presentar
sordera de aparición tardía para ser sometidos a un seguimiento especial.
Tratamiento
El papel de los padres adquiere en este caso una importancia singular,
ya que la familia se debe convertir en el mayor y más eficaz estímulo
psicológico y didáctico de la persona con discapacidad a lo largo de su
desarrollo, especialmente en edades tempranas.
Padres y profesionales deben actuar conjuntamente, ya que el
pronóstico depende en gran parte de la habilidad y el compromiso de
cada uno de los implicados.
Quién es quién
Una vez conocido el diagnóstico, los padres deben seguir un itinerario
educativo y rehabilitador que pasa por :
Médico otorrino: Es el encargado del diagnóstico, el tipo de
pérdida auditiva y su grado Y Determina y lleva a cabo el posible
tratamiento médico o quirúrgico.
Audioprotesista: Selecciona y adapta las prótesis auditivas, Orienta
sobre el manejo, limpieza y mantenimiento de las prótesis.
Logopeda: Tratan las alteraciones de la audición y el lenguaje.
Médico :Es muy importante como medida preventiva (tratamiento
adecuado de las diferentes enfermedades que pueden conducir a una
Hipoacusia).
También existen servicios sociales, asociaciones de padres,...
Métodos de comunicación
Existen tres corrientes:
Oralistas
Se defiende la enseñanza del lenguaje oral mediante el
aprovechamiento de los restos auditivos, entrenamiento en
discriminación auditiva, entrenamiento en la labiolectura. Se ayudan de
aparatos que le permiten al niño detectar el lenguaje oral, como los
vibrotáctiles.
Los partidarios de este método exclusivamente oralista defienden la
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10. integración del sordo mediante la lectura labial y la expresión hablada
por entender que la comunicación social mayoritaria y el acceso a la
cultura dependen del dominio del idioma oral y cualquier otro sistema va
a entorpecer su aprendizaje
Signistas o manualistas
Consideran que el lenguaje de signos es el natural del sordo. Tienen un
lenguaje propio que sigue las mismas etapas evolutivas que el lenguaje
oral.
La evolución lingüística, cognitiva y social de los niños que aprenden un
sistema de signos sigue un ritmo más regular y superior que el sordo
oralista.
Bimodal
Se piensa que el niño debe comunicarse mediante el lenguaje de signos
pero debe aprender el lenguaje oral para integrarse en la sociedad
oyente
En la actualidad se suelen agrupar las distintas propuestas educativas en
dos orientaciones:
Métodos monolingües
El idioma de referencia siempre es el oral de la comunidad, utilizado solo
o con el apoyo de distintos sistemas aumentativos, es decir, que no
pretenden sustituir el lenguaje oral sino aumentar la eficacia de su
recepción y la de las estrategias de su enseñanza.
Dentro de esta orientación hay distintas modalidades:
Oralista/ unisensorial: se intenta aprovechar lo máximo posible
los restos auditivos del niño sordo, haciendo hincapié en los
parámetros del habla para conseguir una expresión oral inteligible
y se potencia el idioma oral como único medio de comunicación.
Oralista/multisensorial: el idioma orales el único utilizado, pero
se estimulan varios sentidos para conseguir una mayor percepción
del habla; conceden gran importancia a la etapa preverbal y a la
interacción espontánea dentro del ámbito familiar (Método
Maternal reflexivo de van Uden).
Audio-oral complementado (Palabra Complementada de Orin
Cornett): es un sistema compuesto de tres posiciones de la mano
y ocho figuras formadas por los dedos y que los interlocutores de
los niños sordos utilizan simultáneamente al habla. A este
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11. apartado también pertenece el “Método Rochester” o el “Método
Sorel-Maisonny”.
Comunicación bimodal : se utiliza simultáneamente el habla y
los signos; los signos intentan representar visualmente la
estructura semántica y sintáctica de los enunciados orales. Intenta
proporcionar al niño un sistema de expresión fácil que le sirva al
mismo tiempo de base para la posterior oralización. El sistema
Bimodal se utiliza frecuentemente junto al de Palabra
Complmentada.
Métodos bilingües
En la educación del niño sordos se recurren a dos idiomas diferentes que
se utilizan separadamente a lo largo del día; la Lengua de Signos es el
sistema comunicativo preferente, pero por otro lado se le enseña el
idioma oral de la comunidad oyente, de cara a su integración social y al
acceso de la lengua escrita.
Esta orientación también tiene distintas modalidades de aplicación:
Bilingüismo simultáneo: el niño, desde el principio, recibe
estimulación en ambas lenguas.
Bilingüismo sucesivo 1 : durante los primeros años el niño
recibe su educación en el Lenguaje de Signos y una vez que se le
considera competente en dicha lengua, se le enseña el lenguaje
oral como segunda lengua.
Bilingüismo sucesivo 2 : después de la Lengua de Signos, se
enseña a los niños la lengua escrita y, en los casos que se
consideren posible se empieza la oralización.
En la parte oral de los métodos bilingües se puede recurrir a los distintos
sistemas aumentativos, aunque la mayor parte de los defensores de la
Lengua de Signos se muestran reacios a la mezcla de signos y de habla.
Ser excluyente en la elección de los métodos de rehabilitación y
comunicación puede ser un error muy grave; el método ideal sería una
combinación oral y gestual, marcada por las distintas etapas de
desarrollo del niño y las respuestas concretas ante cada estímulo. Debe
adquirir un sistema de comunicación con naturalidad, sin sentirse
obligado a comportarse de una manera determinada. La educación ha
de ser flexible pero sin perder la continuidad y sin olvidar que cada
persona es un mundo en sí y que necesita relacionarse con todo lo que
le rodea. Los éxitos o fracasos de cada sistema dependen siempre de su
adecuación a las necesidades y posibilidades del discapacitado y no
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12. existe un método único infalible.
Lo más importante es que padres y profesionales trabajen
conjuntamente.
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