La demostración es un proceso deductivo que presenta razones lógicamente encadenadas a hechos concretos para ratificar afirmaciones. Existen tres tipos de demostración: directa realizada por el instructor, sustitutiva efectuada por monitores, e indirecta mediante recursos audiovisuales. Una demostración bien planificada proporciona una continuidad natural y psicológica para los participantes, pero requiere detalles en las instalaciones y puede que los participantes no sean capaces de reproducirla o pierdan el interés.