La denominación de origen identifica a un producto como originario de una región en particular, lo que fomenta la organización y promoción de los productos de esa región, mejora su calidad y establece protección legal. Algunos ejemplos de productos con denominación de origen son el queso alemán Odenwälder Frühstückskäse, el jerez español y el tequila mexicano. Para obtener una denominación de origen se requiere especificar el nombre, área geográfica y características del producto, y esta protección legal