Definir objetivos claros para la empresa es fundamental para organizar la actividad y medir los resultados. Los objetivos deben estar bien definidos y ser SMART: específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporalizados. Existen tres grupos de objetivos: los supremos o misión empresarial, los objetivos generales a largo plazo, y los objetivos operacionales o metas que determinan las acciones concretas para lograr los demás objetivos.