El diálogo social implica negociaciones y consultas entre trabajadores, empleadores y gobiernos. Requiere que los trabajadores y empleadores tengan organizaciones sólidas e independientes, voluntad política de todas las partes, y respeto por la libertad sindical. El diálogo social puede ser tripartito con participación del gobierno, o bipartito solo entre trabajadores y empleadores, e institucionalizado o informal.