El documento presenta la Carta Fundacional del Parlamento Universal de la Juventud, estableciendo que (1) la definición del ser humano provee la medida de su ser y actuar, (2) los jóvenes deben partir de una concepción bien fundada de su regia personalidad, y (3) el ser humano es un ser místico según la revelación cristiana de que el hombre es un dios místico del Dios absoluto.