Este documento es un diario reflexivo dedicado a los compañeros de Angélica Rodríguez en su maestría en educación elemental en la Universidad del Turabo entre 2010 y 2012. Agradece a sus compañeros por compartir alegrías, preocupaciones y momentos gratos durante sus estudios. También agradece a la Dra. Nélida Rivera por su tiempo, apoyo y honestidad. Finalmente, reflexiona sobre cómo el programa los desafió a apoyarse mutuamente a pesar de las frustraciones, y cómo ahora están listos para enfrentar nuevos retos en el futuro

1. A. Rodríguez

2. Dedico este diario reflexivo a todos mis
compañeros de Maestría Educación Elemental
de la Universidad del Turabo en Cayey 2010 –
2012, y a la Dra. Nélida Rivera.
Gracias por compartir las alegrías,
preocupaciones, desesperaciones, tristezas y
esos momentos gratos que siempre los llevaré
en mi corazón.
Siempre a sus ordenes,
Angélica Rodríguez

3. Gracias por dedicar su tiempo, por ser
una persona comprensiva, cooperadora, y
honesta.
Siga adelante que los retos estarán
esperando y sé que una persona como usted
estará más que lista para recibirlos.
A sus ordenes,
Angélica Rodríguez

5. Es muy gratificante el haber tenido la
oportunidad de conocer mejor a mis amigos &
compañeros tanto sentimentalmente como
intelectualmente. A veces por más que una
persona se deje conocer por otra(s) nunca se
conocen profundamente; llego en momentos
donde todos abrimos nuestros corazones y
dejamos salir nuestras más íntimas
experiencias, ya sean positivas o negativas.

6. Donde salen nuestras lagrimas porque
hemos alcanzado uno de nuestros objetivos
de vida. Es un placer haber compartido
con ellos tanto en clases, como en reuniones
fuera del salón.

7. Por dos años estuvimos llenos
de desafíos y retos y cada día.
Se nos hacia cuesta arriba donde estuvimos
reuniéndonos, llamándonos, enviándonos
mensajes de texto o por email, e incluso
hasta en Facebook descargamos las
frustraciones y nos reíamos de ellas luego
de haber entregado el trabajo.

8. En fin, siempre estuvimos apoyándonos
unos a los otros para seguir adelante, muchas
veces sin importar la hora que fuera.

9. Hoy cerramos un capitulo de nuestra
vida estudiantil profesional, pero el libro de
la vida seguirá proyectándose con nuevos
retos y desafíos hacia un futuro mejor,
donde nuestros conocimientos adquiridos en
el salón de clase serán los pilares de
nuestra fuerza para convertirnos en
profesionales de alta calidad.