El documento describe las diferencias anatómicas entre pacientes pediátricos y adultos. Explica que los neonatos tienen la cabeza grande, el cuello y las extremidades cortas, y el tórax y abdomen pequeños. También señala que la posición de la glotis es más alta en los niños que en los adultos, lo que hace que la intubación y laringoscopia sean más desafiantes en pacientes pediátricos.