Las directivas europeas de 1997, 2002 y la propuesta de 2006 buscaron liberalizar gradualmente el mercado postal europeo y garantizar un servicio universal de calidad. La directiva de 1997 estableció un marco regulatorio común e incluyó medidas para garantizar el servicio universal. La de 2002 modificó la anterior para proseguir la apertura a la competencia. Y la propuesta de 2006 ofreció opciones a los estados miembros sobre cómo alcanzar los objetivos de liberalización y financiamiento del servicio universal.