El obispo Jorge Eduardo Trujillo da un discurso en la Conferencia del barrio Unicentro sobre la búsqueda de la verdad y la oposición de Satanás a las verdades eternas. Habla sobre cómo Satanás presenta mentiras en oposición a verdades como que Dios existe, que somos hijos de Dios, y que Jesucristo es el Salvador. Exhorta a los miembros a unirse en el trabajo para construir el Reino de Dios y caminar hacia la presencia de Jesucristo.
1. Discurso del obispo Jorge Eduardo Trujillo, Conferencia del barrio Unicentro
L a existencia del hombre es una búsqueda 1, siempre estamos buscando algo; en cada momento de
nuestras vidas esa búsqueda tiene una connotación diferente; 2 en últimas lo que siempre buscamos
es la felicidad3, pero a menudo nos confundimos y en lugar de ir hacia la felicidad tomamos
decisiones4 que nos llevan en sentido contrario. Entonces la búsqueda de la felicidad es realmente la
búsqueda de la verdad5. Al tratar con la verdad nos encontramos con verdades relativas y con verdades
eternas6, y es en estas verdades (las eternas) en las que debemos concentrarnos ya que son las que nos
rinden los mejores beneficios.7
Podemos ver que a cada verdad sencilla y hermosa, Satanás nos presenta una mentira 8, así vemos que a la
verdad de hay un Dios en el Cielo, nos cuenta que Dios es una creación del hombre, como prueba presenta
las tesis y opiniones de científicos y pensadores. En este mundo de turbulencia e incredulidad, el
sacerdocio del Señor y todos los fieles miembros de la Iglesia, nos sentimos compelidos a testificar de su
existencia real9, y lo decimos no como resultado de una teoría etérea, sino como el resultado del testimonio
que viene por el ejercicio de la fe 10 y que hace que el Espíritu del Señor testifique a nuestro espíritu de su
realidad inequívoca11.
Una de las verdades eternas que nos es más indispensable es la que tiene que ver con la existencia y la
naturaleza de Nuestro Padre Celestial12 y su relación especial con nosotros. Una de las verdades más
lastimadas por el error es la verdad eterna y hermosa de que somos hijos de Dios 13, progenie de un Padre
amoroso y eterno que nos ama y que desea lo mejor para nosotros 14. Esa es una verdad hermosa que nos
llena de esperanza y alegría, junto con esa verdad hay otra verdad que no nos llena de tanta esperanza, por
el contrario nos llena de preocupación, y es la existencia de la oposición, y no cualquier oposición,
oposición en todas las cosas15. El amor de Dios está simbolizado en un Ser, alguien muy especial a quien
conocemos como: El Salvador del Mundo 16, de quien doy testimonio como su siervo y como su
representante. La oposición también está representada en un ser, alguien malvado que no desea nuestra
felicidad y que por ello presenta ante nuestros ojos las mas abyectas mentiras 17 de una manera tan inocente
que muchos se pierden; ese ser es Satanás. De esa forma, la búsqueda de la verdad se convierte en la lucha
entre el bien y el mal; entre si seguiremos a Jesucristo el Glorioso Redentor 18 de la humanidad, o si
seguiremos y seremos los siervos de Satanás. 19 Al hablar de nuestra condición de hijos de Dios podemos
percibir del estudio de las escrituras que existe al menos dos niveles en que esto sucede: en primer lugar
todos somos hijos de Dios ya que Él es el Padre de nuestros espíritus; podemos sentir la chispa celestial en
nuestros hijos cuando los tomamos en nuestros brazos por primera vez y sentimos inequívocamente que ese
pequeño ser viene de la presencia Celestial, también podemos sentirlo con algunas personas que conocemos
en el curso de nuestra vida. En segundo lugar, las escrituras también hablan de condiciones especiales que
podemos desarrollar para poder llegar a ser llamados hijos de Dios. Personalmente llamo a esto: hijos de
Dios con minúscula a todos nosotros e Hijos de Dios con mayúscula a esa condición especial que se logra
con: recibir/creer en Jesucristo; 20 ser guiados por el Espíritu;21 conocer al Padre;22 escuchar a los profetas,
esperado la remisión de sus pecados; 23 Amar a los enemigos, hacer el bien y prestar sin esperar nada. 24
Como vemos ser hijos de Dios con minúscula no requiere nada de nuestra parte pero serlo con mayúscula
implica nuestra decisión y un trabajo organizado y dinámico. Desde luego mi compromiso como obispo
del Barrio Unicentro es ayudar a todos los miembros a llegar a ser Hijos de Dios, coherederos de Jesucristo
de todo lo que el Padre tiene. 25 Cuando oímos decir “lo que el Padre tiene” a menudo lo asociamos con
riquezas, mundos y universos. Yo creo que estas cosas vendrán por añadidura 26 creo que lo más importante
de lo que el Padre tiene es una vida familiar perfecta, una comprensión infinita de la verdad, un amor
infinito por sus hijos y una oportunidad de servicio excepcionales. Si se tiene esto, los mundos y las
riquezas vendrán naturalmente.
A la verdad de: Somos hijos de Dios27, Satanás opone, somos hijos del hombre28. El ser hijos de Dios
implica un compromiso grande que significa que le amamos y nos hace desear volver a su presencia y por
ello obedecer todos sus mandamientos29, gobernados por la razón y por el espíritu; el ser producto de la
evolución nos lleva a ser animales superiores que se rigen por los instintos. El ser hijos de Dios nos lleva al
conocimiento que nuestra historia no empieza con la mortalidad y no termina con la muerte, sino que
nuestros espíritus trascienden hacia esferas espirituales 30. La mentira de Satanás lleva a las personas a sentir
que con la muerte acaba todo, y esto tiene una relación directa con el comportamiento de las personas,
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2. Discurso del obispo Jorge Eduardo Trujillo, Conferencia del barrio Unicentro
como vemos en Alma 30:18 cuando las enseñanzas de Korihor inducían al pueblo a quebrar la ley de
castidad, con lo cual Satanás prende firmemente a las personas con sus terribles cadenas de miseria 31.
Una verdad a cerca de la cual miente Satanás es con respecto a su propia existencia, ya que nos dice que no
existe diablo32, Jesucristo durante su ministerio terrenal enseñó de la realidad de este ser en repetidas
oportunidades.33 Satanás al igual que los bandoleros y atracadores, se oculta (celadas y emboscadas) de
modo que no se pueda percibir ni su existencia ni su presencia por tanto cuando finalmente notamos que
está allí, ya es demasiado tarde.
Cuando creemos en Dios, Satanás34 en lugar de reconocer su derrota entonces viene y nos convence de que
Dios nos ama tanto que nos perdonará y salvará con poco castigo 35. Esto nos lleva a creer que el amor de
Dios es incondicional y desde luego que debemos decir que hay partes fundamentales de ese amor que son
incondicionales; Jesucristo enseñó que el sol y la lluvia son proporcionados a justos e injustos 36,
igualmente, todos resucitaremos 37, pero también es cierto que hay partes condicionales y condicionantes.
En la Liahona de febrero de 2003 se encuentra un discurso del élder Nelson donde nos explica este tema en
muy buena forma. Para el tema que me ocupa hoy, solo quiero mencionar algunas de estas partes:
1. La expiación de Jesucristo es infinita38 y eterna. Pero solo aplica para aquellos que
se arrepientan y crean en Él.39 El arrepentimiento y la fe en Jesucristo se convierten
en el requisito que todos nosotros debemos ejercer si deseamos que ese amor nos
abrace y nos levante.
2. Las bendiciones, están al alcance de todos los hombres y no se restringe a ninguno
de ellos, pero solo benefician a aquellos que cumplen con los mandamientos. 40 Sin
embargo hay que diferenciar bendiciones básicas tales como el sol y la lluvia y
bendiciones especiales prometidas específicamente por el cumplimiento de un
mandamiento.
3. Jesucristo extiende su brazo hacia nosotros 41, pero nosotros debemos extender el
nuestro y aferrarnos al suyo para que nos levante, de hecho las escrituras muestran
que si bien Él siempre está dispuesto a ayudarnos, nosotros debemos dar el primer
paso.42 ¡Ninguno de nosotros será salvo contra su voluntad! Dios nos respeta tanto
que acepta nuestra decisión; aunque preferiría que todos volvamos y que todos
seamos bendecidos, acepta nuestra voluntad y las decisiones que tomamos en
ejercicio del albedrío con el cual nos proveyó.
Me gustaría hablar de un mandamiento muy especial que es el trabajo, al ser expulsado del Jardín de Edén
se les dio a Adán el mandamiento de ganar el pan con el sudor de su frente 43 y a Eva de ser su compañera,
de hecho se nos dice que ella se afanaba con él 44. El trabajo no nos fue dado como una maldición, sino
como una oportunidad de progreso hacía la condición divina que Él vive. 45 Es curioso que no solo se le
mande trabajar, sino que se le manda sudar, el presidente Woodruff pensaba que sudar era un mandamiento
divino, lo mismo que orar.46 El hecho que se mencione sudar en el mandato a Adán, me hace pensar que la
clase de trabajo en la que estaba pensando Dios no era un trabajo suave y desprovisto de esfuerzo sino más
bien un trabajo arduo. Por otra parte, el Señor ha colocado el trabajo como un requisito para quienes creen
en Él.47 Al hablar del trabajo podemos pensar en al menos cuatro niveles diferentes:
1. El trabajo para cuidar a nuestra familia48
2. El trabajo para sostener la vida.49
3. El trabajo para edificar el Reino50
4. El trabajo comunitario
Como lo veo, cada uno de nosotros tiene que trabajar en todas ellas y no solo en una o unas de ellas. El
modelo mediante el cual el Señor está edificando su Reino 51 sobre la tierra no es con personas únicamente
dedicadas a construirlo, sino con personas que la mayor parte de sus vidas la pasan afanados por la
consecución del dinero para sostener a sus familias, y al final del día, cuando sus compañeros de trabajo se
marchan agotados, sacan una nueva fuente de energía y entonces participan en reuniones, efectúan
entrevistas y hacen visitas. Si, el Señor ocupa en su obra a personas que están muy ocupadas, veamos el
modelo en el llamamiento de sus apóstoles, Mateo 4:18 nos dice que Simón y su hermano echaban las redes
cuando Él les dijo: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” 52. En Mateo 4:21 dice que Juan
y Santiago remendaban sus redes cuando los llamó. Mateo 9:9 dice que Mateo se encontraba sentado al
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3. Discurso del obispo Jorge Eduardo Trujillo, Conferencia del barrio Unicentro
banco de los tributos cuando le dijo: Sígueme. En verdad Jesucristo llama a sus discípulos cuando se
encuentran ocupados trabajando, ese fue el modelo, y actualmente es el modelo. Un principio de
administración enseña que solo a aquellos que están muy ocupados se les puede pedir que hagan algo más.
Desde luego que el trabajo que Dios espera de nosotros es trabajo calificado y dirigido. En verdad lo que
espera de nosotros es Servicio.53
Al llamar a sus siervos, el Señor no les exige que sean perfectos, pero si que sean buscadores de la
perfección.54 Al llamar a una persona, no se mira su nivel de perfección. En su infinita sabiduría, hay
diferentes objetivos que Dios tiene con nosotros, en algunos casos nos enseña humildad poniendo frente a
nosotros a alguien muy humilde para que veamos el modelo, en otras oportunidades nos enseña humildad
con alguien que no es humilde pero que seguirlo nos lleva a nosotros a ser humildes. En algunos casos nos
enseña liderazgo poniendo frente a nosotros a líderes muy capaces y otras a líderes no tan capaces que
requieren más apoyo de su equipo. No sabemos que es lo que Dios está haciendo en cada caso, 55 pero si
tenemos fe en Él y aceptamos su voluntad, un día lo sabremos.
A este principio de crecimiento y progreso maravilloso, Satanás opone el del trabajo negligente, el de dejar
que otros hagan el trabajo, el apartarse para que otro tome el lugar, el pensar que nuestras ocupaciones son
mayores que las de los demás. O que hay otras personas que están más desocupadas y que por ello son
quienes deberían tomar las posiciones de liderazgo.
Tengo la convicción que cuando nos afanamos por mejorar la vida de otras personas, la vida que es más
beneficiada es la nuestra, sin embargo, la clave está en no buscar nada para nosotros ni pensar demasiado
en nosotros mismos.56
Como obispo del Barrio Unicentro invito a todos los miembros a que nos unamos en un gran equipo de
trabajo donde cada uno de nosotros ponga su esfuerzo para adelantar la obra y para unidos caminar con
seguridad y con determinación hacia la presencia redentora de nuestro Salvador y Señor, de quien testifico
con humildad, pero con la convicción plena de que se que vive y que fue a Getsemaní para pagar por mis
pecados y por los pecados de cada uno de nosotros, esto me hace sentir una gran responsabilidad de trabajar
con fuerza y determinación. En su Santo nombre, amen.
NOTAS, ESCRITURAS Y COMENTARIOS
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4. 1
D&C 88:118
2
Los bebés buscan hablar y caminar; los niños buscan aprender a escribir y algunas operaciones básicas; los jóvenes
buscan elegir una carrera, elegir a un compañero(a); los adultos buscan criar adecuadamente a sus familias; los ancianos
buscan ser buenos abuelos. Cada búsqueda nos lleva a un encuentro que nos proporciona un poco de felicidad.
3
2 Nefi 9:43
4
La facultad de decidir está íntimamente ligada al albedrío, que nos fue garantizado desde la fundación del mundo.
Moisés 4:3. Una parte importante del albedrío es que podemos equivocarnos.
5
D&C 93:24
6
Las verdades eternas están fundamentadas en la invariabilidad de Dios. 1 Nefi 10:18; 2 Nefi 27:23; 2 Nefi 29:9;
7
Juan 8:32
8
D&C 93:25
9
Job 19:25; D&C 76:14, 22-23
10
Éter 12:6
11
Romanos 8:16
12
Juan 17:3
13
Hebreos 12:9
14
Moisés 1:39; Omni 1:25
15
2 Nefi 2:11
16
Juan 3:16-17; Isaías 45:21; Oseas 13:14
17
Santiago 1:12-15
18
Salmos 19:14; Isaías 47:4, 59:34
19
Alma 30:60
20
D&C 11:30, 39:4, 45:8; Juan 1:12; 3 Nefi 9:17
21
Romanos 8:14
22
1 Juan 3:1-2 ver todo el capítulo
23
Mosíah 15:11-18
24
Lucas 6:35
25
D&C 84:38
26
Mateo 6:33
27
Moisés 1:4
28
Moisés 1:12
29
Juan 14:15
30
Alma 40:11-13
31
2 Nefi 1:13, 23, 9:45; Mosíah 23:12
32
2 Nefi 28:22
33
Mateo 5:29-30, 10:28, 12:26, 13:27, 25:41; Lucas 8:12, 22:31; Juan 6:70, 8:44
34
A Satanás le es imposible ubicarse en un justo medio, por tanto es el maestro de los extremos, o el pendulazo, ya que
si no le sirve una posición extrema, entonces busca la posición extrema contraria.
35
2 Nefi 28:8
36
Mateo 5:45
37
D&C 88:95-102
38
2 Nefi 9:7, 25:16; Alma 34:12
39
2 Nefi 2:7-9
40
D&C 130:20-21, 132:5 Si accediéramos a las bendiciones sin esfuerzo de nuestra parte, no habría ninguna ventaja en
ser obediente y entonces la misericordia robaría a la justicia, pero esto no puede ser como enseña Alma 42:25
41
2 Nefi 28:32; 3 Nefi 9:14; Isaías 26:11
42
Mateo 7:7; Lucas 11:9; Juan 16:24; 3 Nefi 27:29
43
Moisés 3:25
44
Moisés 5:1
45
Juan 5:17
46
Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia, Wilford Woodruff, página 234. párrafo 2
47
D&C 64:25
48
Es bien conocida la frase del presidente McKay “Ningún éxito en la vida puede compensar el fracaso en el hogar”
Este trabajo, es el de escuchar, aconsejar, bendecir, servir como recurso para cada uno de los miembros de nuestra
familia.
49
El Presidente Hinckley enseñó que nuestra segunda responsabilidad es para con nuestro empleador Reunión Mundial
de Capacitación de Líderes del 21 de junio de 2003, página 23
50
Ibidem
51
D&C 65:5-6
52
Mateo 4:19
53
Hace algunos años pertenecí a una asociación cuyo lema decía “Quien no vive para servir, no sirve para vivir”
54
Mateo 5:48: 3 Nefi 12:48
55
Isaías 55:8-9
5. 56
Debemos recordar que el Libro de Mormón advierte en contra de la superchería sacerdotal, la cual, tal como es
descrita en 2 Nefi 26:29 consiste en buscar riquezas y alabanzas personales.