La crisis económica en Europa ha llevado a Grecia e Irlanda a necesitar ayuda, y ahora Portugal también necesitará ser asistido por sus socios europeos. Se estima que sacar a Portugal del desastre podría costar alrededor de setenta mil millones de Euros. Al reflexionar sobre el análisis, la conclusión es que la ruina europea es inevitable, y que los rescates masivos solo están retrasando lo inevitable, que es el fin del Euro y la disolución de la Unión Económica Europea.