El documento expresa la posición del Movimiento Nueva Izquierda sobre el agua como un derecho humano fundamental. Reconoce que el agua es esencial para la vida y cultura, pero ahora está amenazada por la escasez y la mercantilización. El MNI se opone a proyectos como Conga que dañarían los recursos hídricos, y apoya la visión del agua como un derecho y no un commodity. También denuncia la estrategia de Estados Unidos de apoderarse de las fuentes de agua dulce en Sudam