El documento resume la celebración cristiana del Domingo de Ramos, que conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Los cristianos bendicen palmas y ramos de olivo en procesión, recordando cómo Jesús fue aclamado por la multitud. Este día inicia la Semana Santa y une el triunfo de Cristo con el anuncio de su pasión, muerte y resurrección.
1. El Domingo de Ramos es aquel en el que los cristianos conmemoran la entrada
triunfal de Jesús de Nazaret en Jerusalén, aclamado por la multitud, días antes de
su pasión, muerte y resurrección, según narran los cuatro evangelios canónicos.
Dicho domingo da inicio a la Semana Santa.
Narración evangélica[editar]
De acuerdo a los evangelios canónicos la Entrada a Jerusalén describe el
momento en que Jesús de Nazaret entró triunfalmente a Jerusalén, en medio de
una multitud que lo aclamaba como el Hijo de Dios. El Domingo de Ramos
conmemora este hecho. La narración de la entrada a Jerusalén está escrita en
el Nuevo Testamento, de la Biblia, siendo mencionada por todos los evangelios
canónicos: (Evangelio de Mateo capítulo 21, 1-9; Evangelio de Marcos capítulo 11,
1-10; Evangelio de Lucas, capítulo 19, 28-40; Evangelio de Juan, capítulo 12, 12-
19)
Antes de entrar a Jerusalén, Jesús se detuvo en Betania y Betfagé, y el Evangelio
de Juan añade que cenó con Lázaro y sus hermanas María y Martha. Ahí, se
describe que Jesús envió a dos discípulos (no mencionados) a la aldea cercana,
con órdenes de recuperar un borrico que había sido atado, pero nunca montado y
dijo Si os preguntan, decid que el Señor necesita el borrico, y que les será
devuelto luego
Los sinópticos y Juan establecen que Jesús supo que había gente en el área,
como Simón el Leproso, así que pudo haber argumentado que la presencia del
borrico había sido organizada por los discípulos de Jesús. El Evangelio de Juan,
no obstante, simplemente dice que Jesús encontró el borrico. Juan y los
Sinópticos establecen que Jesús entonces montó al borrico (o en Mateo al borrico
y a la burra, madre de éste), dentro de Jerusalén. Los sinópticos añaden que los
discípulos pudieron poner sus capas en el animal, haciéndolo así más confortable.
Los Evangelios describen cómo Jesús entró a Jerusalén y cómo la gente
alfombraba su camino y también cómo dejaba a un lado pequeñas ramas de árbol.
La gente también cantaba una parte del Libro de los Salmos, específicamente los
versículos 25-26 del capítulo 118. ...Bendito es el que viene en el nombre del
Señor. Bendito es el enviado del Reino de Nuestro Padre David... El lugar de esta
entrada no está especificado, pero se supone que tuvo lugar en la Puerta Dorada,
desde donde se creía que el Mesías entraría a Jerusalén, otros estudiosos
piensan que el lugar fue hacia el sur, pues tenía entrada directa hacia el templo.
(Kilgallen 210). Ver también Marcos 11
Domingo de Ramos[editar]
2. Típicos ramos (palmeras) empleadas en la celebración.
En la Semana Santa se celebran los misterios de salvación realizados por Cristo
en los últimos días desde su entrada triunfal en la ciudad de Jerusalén, para los
católicos el Domingo de Ramos es el primer día de la Semana Santa.
La semana santa comienza con el Domingo de Ramos de la Pasión Señor, que
une el triunfo de Cristo (aclamado como Mesías por los habitantes de Jerusalén y
hoy en el rito de la procesión de las palmas por los católicos) y el anuncio de la
pasión, con la proclamación de la narración litúrgica en la Misa. El color litúrgico
del Domingo de Ramos es el rojo, debido a que se celebra la Pasión del Señor.
Los ramos no son algo así como un talismán o un simple objeto bendito, sino el
signo de la participación gozosa en el rito procesional, expresión de la fe de la
Iglesia en Cristo, Mesías y Señor, que va hacia la muerte para la salvación de
todos los hombres. Por eso, este domingo tiene un doble carácter, de gloria y de
sufrimiento, que es lo propio del Misterio Pascual.
Los días que van hasta el Jueves Santo pertenecen al tiempo cuaresmal, pero
están caracterizados por los últimos acontecimientos de la vida del Señor, con
exclusión de otras celebraciones.
En la mañana del Jueves Santo (o en otro día cercano), el obispo celebra, junto
con su presbiterio, la Misa Crismal o de los Santos Oleos, en la que se bendicen
los óleos que se usarán para la celebración de los sacramentos.
3. Liturgia del Domingo de Ramos[editar]
La liturgia del Domingo de Ramos es una de las más intensas de la Semana Santa
y del año litúrgico que junto con las del Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo
de Resurrección forman las celebraciones principales del año. El Domingo de
Ramos es un día alegre y triste a la vez. La liturgia del Domingo de Ramos
comienza con la bendición de las palmas y ramas de olivo. Los sacerdotes entran
en procesión (la cual suele ser más larga que lo habitual) a celebrar la Misa. El
color de éste día es el rojo, que representa a Jesús como rey en su entrada triunfal
en Jerusalén (el rojo es color de reyes) y la Pasión del Señor (el rojo es el color de
la sangre), celebrándose ambas en éste día. Al comienzo de la celebración, el
sacerdote viste de procesional (concapa pluvial roja), despojándose de ella al
llegar al altar y colocándose la casulla roja, vestimenta propia de la Eucaristía. Se
da la bienvenida y se lee el Evangelio de la entrada triunfal en Jerusalén. A
continuación se bendicen las palmas y ramas de olivo que llevan en sus manos los
fieles. Una vez se han bendecido las palmas y ramos de olivo, comienza la
procesión de ramos, procesión litúrgica que forma parte de la liturgia del Domingo
de Ramos, y que rememora la entrada triunfal del Señor en la ciudad de Jerusalén
tal y como lo relatan los Evangelios:
"Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de
los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos, y les dijo: entrad en la aldea y luego
que entréis en ella, hallareis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha
montado; desatadlo y traedlo. Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decir
que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá. Fueron, y hallaron el pollino
atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron. Y unos de los
que estaban ahí les dijeron: ¿Qué hacen desatando el pollino? Ellos entonces les
dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron ir. Y trajeron el pollino a Jesús, y
echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus
mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el
camino. Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo:
¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de
nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas! Y entró Jesús en
Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya
anochecía, se fue a Betania con los doce"
Cuando la procesión llega al templo, pues suele salir de un templo para finalizar
en otro, se recibe a la gente que viene en procesión cantando, como hicieron los
niños de Jerusalén cuando Jesús entró en la ciudad aquel primer Domingo de
Ramos para celebrar la Pascua, en un ambiente de gran alegría. En ocasiones,
acompaña en la procesión la imagen de Jesús montado en un borrico que se
suele llamar "La Borriquilla". Una vez llegan los sacerdotes, que suelen ir al final
de la procesión, continua la misa. A partir de aquí la temática cambia y se pasa de
4. una celebración gloriosa (bendición y procesión de ramos) a la misa de Pasión.
Aquí es donde cambia la alegría por el dolor y la tristeza. El sacerdote celebrante
hace la oración que finaliza la primera parte de la celebración. Un seglar será el
que irá explicando e informando a los fieles del desarrollo de la misa. El seglar va
a adquirir un importante papel en la Semana Santa, ya que será el que irá
informando a los fieles de lo que se va a ir realizando en las celebraciones del
Jueves Santo, Viernes Santo y en la vigilia pascual del Domingo de Resurrección.
A continuación se leen las lecturas correspondientes al Domingo de Ramos, todas
ellas, tanto las dos lecturas como el salmo, enfocadas a la Pasión del Señor. El
Evangelio que se lee éste día es la Pasión del Señor, que se suele leer
dramatizado, para darle más énfasis por tres personas. El sacerdote hará de
Jesús, otra persona hará de sanedrín leyendo el resto de personajes que
aparecen y un tercero hará el papel de cronista. La lectura es bastante larga de
modo que se suele invitar a que las personas que no puedan estar mucho rato de
pie se puedan sentar. Una vez se llega al momento de la crucifixión de
Jesús todos los que estén sentados deben ponerse en pie al igual que los que han
permanecido de pie durante toda la lectura de la Pasión y cuando se llega al
momento de la muerte del Señor, todos los fieles, incluidos sacerdotes y lectores
se arrodillan en silencio. La misa se desarrolla con una homilía más breve de lo
habitual, debido a lo extenso del Evangelio. El resto de la misa se celebra con
normalidad, destacando que se nota una mayor solemnidad durante la liturgia
eucarística, en prueba de que la Semana Santa ha comenzado. Al finalizar la
misa, los sacerdotes nos invitan a que descansemos durante los tres días
próximos (Lunes, Martes y Miércoles Santo) y que nos preparemos para celebrar
el triduo pascual, y nos recuerdan que acabamos de entrar en los días claves de la
liturgia cristiana.
Celebraciones del Domingo de Ramos[editar]
A lo largo de los distintos países de tradición católica, y al margen de las
celebraciones litúrgicas, diversas manifestaciones populares conmemoran la
entrada en Jerusalén y, en muchos casos, dan comienzo a las procesiones de
Semana Santa. Es uno de los bellos comienzos de la llamada Semana Mayor, se
recuerda el inicio de una vida que entró por una puerta de cristianidad del pueblo
de Dios, recordando que Dios hecho hombre venía a la salvación.
Concretamente, en la región andina del Perú, se celebra el Domingo de Ramos
con una procesión que incluye un jumento, que carga la imagen del Señor, sobre
una montura reluciente y acompañada por una multitud alegre y
dichosa.Precisamente, el desaparecido escritor, Carlos Eduardo Zavaleta, en uno
de sus cuentos describe las lindas alfombras de flores en Tarma, por donde ha de
5. pasar el jumento con su jinete divino, como parte de su relato.En Lima, en el local
de las asociaciones provinciales, se celebra el Domingo de Ramos con una misa
oficiada en el recinto institucional; luego, procesión de la imagen del Señor de
Ramos, en seguida un ágape suculento y baile popular con el marco musical de
una banda típica de músicos.
DOMINGO 13 DE ABRIL DE 2014
DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR
PREPARACIÓN: (Para la Misa con Bendición de Ramos y procesión)
Antes de la salida del celebrante y los ministros hacia el exterior del templo.
Con la celebración de este día denominado "Domingo de Ramos en la
Pasión del Señor", la Iglesia da inicio a esta semana que llamamos Santa;
"El domingo de Ramos nos hace revivir la entrada de Jesús en Jerusalén
cuando se acercaba la celebración de la Pascua. El pasaje evangélico nos lo
presenta mientras entra en la ciudad rodeado de una multitud jubilosa.
Puede decirse que, aquel día, llegaron a su punto culminante las
expectativas de Israel con respecto al Mesías. Eran expectativas
alimentadas por las palabras de los antiguos profetas y confirmadas por
Jesús de Nazaret con su enseñanza y, especialmente, con los signos que
había realizado. Al entrar en Jerusalén, Jesús sabe, sin embargo, que el
júbilo de la multitud lo introduce en el corazón del misterio de la salvación. Es
consciente de que va al encuentro de la muerte y no recibirá una corona real,
sino una corona de espinas."
Y esta celebración de hoy comienza en el exterior del templo, desde donde
nos encaminaremos con los ramos bendecidos y en alto, hacia el interior del
mismo. Este signo manifiesta nuestra condición de Iglesia, de Pueblo de
Dios, de Comunidad, que junto y en comunión con el ministro sagrado,
vamos hacia la Vida verdadera de la eternidad.
Estos ramos que hoy la Iglesia nos bendecirá, al concluir la misa, los vamos
a llevar a nuestros hogares, no como un signo supersticioso de protección,
sino como emblema con el que hoy hemos aclamado a Jesús, queriendo
asociarnos a su Pasión y proclamándolo nuestro Rey.
Dispongámonos a participar de tal manera, que el Señor Jesús, muerto y
resucitado, reine definitivamente en nuestros corazones, en nuestras vidas y
en nuestras cosas. Dirijámonos ordenadamente y en silencio, hacia el
exterior del templo.
6. SALUDO DEL CELEBRANTE
MONICIÓN DEL CELEBRANTE
BENDICIÓN DE LOS RAMOS:
Aún a pesar de nuestros pecados, Cristo quiere bendecir nuestras vidas.
Levantemos nuestros ramos, bien alto, como signo de amor a Jesús, que
triunfa sobre nuestros pecados, sobre nuestros egoísmos y sobre la misma
muerte.
ORACIÓN DEL CELEBRANTE
ROCÍO DE LOS RAMOS EN SILENCIO
EVANGELIO: (Mt 21, 1-11) (Ver texto)
Después de la Bendición de Ramos, en el exterior del templo
Escuchemos ahora, en el Santo Evangelio, el relato de la entrada de Jesús
en Jerusalén. Es el Mesías, que nos trae la salvación, muriendo y
resucitando por nosotros. Por eso entra con sencillez, porque Él no viene a
dominar, Él viene a servir.
EL CELEBRANTE INVITA A COMENZAR LA PROCESIÓN
ENTRADA EN EL TEMPLO
ORACIÓN COLECTA
PREPARACIÓN: (Para las Misas sin Bendición de Ramos)
Antes de la salida del celebrante.
La Iglesia celebra hoy el Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, que
marca el comienzo de esta semana que llamamos Santa, y en que Dios nos
llama a santificarnos, purificándonos de nuestros pecados y profundizando
nuestra comunión con Él y con nuestros hermanos.
AMBIENTACIÓN:
Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial.
Por la fe llegamos a entender la incomprensibilidad de la Pasión del Señor;
ella nos dice que era necesaria para obtener el perdón de los pecados. Y el
Señor hoy, en el relato de la Pasión nos muestra la cobardía y el doblez de
aquellos que lo aclaman en su entrada a Jerusalén, y luego piden su muerte.
Hoy estamos llamados a una verdadera fidelidad; a no traicionar en lo oculto
aquello que hoy aceptamos y proclamamos públicamente.
7. COMÚN PARA AMBAS MISAS
1ª. LECTURA: (Is 50, 4-7) (Ver texto)
El Profeta nos habla de un hombre que es totalmente fiel al Señor; que en
medio de los sufrimientos mantiene la esperanza en Dios. Es el anuncio de
lo que vivió Jesús.
SALMO RESP.: (21, 8-9. 17-18a. 19-20. 23-24) (Ver texto)
R. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
2ª. LECTURA: (Flp 2, 6-11) (Ver texto)
El camino seguido por Jesús para darnos vida, fue rebajarse haciéndose
como el más culpable, para que de su muerte saliera la vida.
EVANGELIO: (Mt 26, 3-5. 14--27,66) (Ver texto)
Escuchemos ahora el relato de la Pasión de Jesús, de la que nace nuestra
vida.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
CELEBRANTE:
Queridos hermanos, confiando en la fuerza salvadora del amor de Dios,
oremos humildemente a nuestro Padre, pidiéndole por Jesús, que sube
a Jerusalén a sufrir su Pasión, que atienda nuestra súplica.
GUÍA: A cada una de las intenciones responderemos orando:
" PADRE, ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN "
v Padre de bondad, te pedimos por la Santa Iglesia, para que viva siempre
con la mirada puesta en Cristo, aprendiendo en su cruz, a ser donación para
todos los hombres, y para que en su mensaje lo reconozcamos a Él, nuestro
Rey y Señor, que en ella vive y actúa, oremos...
v Padre lleno de amor, te pedimos que con el Santo Padre Francisco,
tengamos el coraje de caminar con la Cruz de tu Hijo, edificando la Iglesia
sobre la sangre que ha derramado sobre la Cruz y confesando la única
gloria: Cristo Crucificado, oremos…
8. v Padre justo, te pedimos por nuestra querida Patria, para que la sangre
derramada por Jesús nos reconcilie a todos los que la habitamos, y nos
dispongamos, desde nuestra realidad, a construir una nación fraterna,
solidaria y laboriosa, desde los valores del Evangelio, oremos...
v Padre misericordioso, te pedimos por los pobres, los abandonados, los
desesperanzados, los que sufren en sus cuerpos o en sus espíritus, y todos
los que participan, con sus sufrimientos, de la cruz de Cristo, para
que encuentren fuerza en la pasión del Señor., oremos...
v Dios de todo consuelo, te pedimos por toda nuestra comunidad, para
que viviendo de tal modo estos días santos, uniéndonos más plenamente a
la Pasión del Señor, seamos testigos de que Cristo ha muerto, pero de que
Cristo ha resucitado y vive por nosotros y asínuestras vidas serán la mejor
proclamación de la Buena Nueva de su resurrección, oremos...
CELEBRANTE:
Dios y Padre nuestro, concédenos, junto con estas peticiones, que
siempre sigamos las enseñanzas de la Pasión de tu Hijo, para que
también podamos participar de su resurrección gloriosa. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:
Hoy hemos proclamado a Cristo, Rey y Señor. Nuestra ofrenda debe ser un
firme propósito de fidelidad, no traicionándolo como lo hicieron los habitantes
de Jerusalén.
Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al
centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a
la asamblea
DIALOGO DEL PREFACIO:
Porque creemos que el amor de Jesús nos da la vida, porque estamos
convencidos de que la verdad tiene más fuerza que la mentira, porque
necesitamos aprender a amar como el Señor nos ha amado, proclamemos
ahora con alegría nuestra acción de gracias.
COMUNIÓN:
Este camino de la cruz por el que peregrinamos, es el único que nos puede
llevar al Cielo. Recorrámoslo proclamando a Jesús como único Rey y Señor,
y alimentándonos de su Cuerpo y Sangre para fortalecernos en este
caminar.
9. DESPEDIDA:
Terminemos esta celebración recordando la importancia de nuestra
participación en cada una de las celebraciones litúrgicas de esta Semana
Santa que comenzamos a recorrer. Acompañemos a Cristo en su Pasión y
vivamos plenamente su resurrección en la celebración de la Vigilia Pascual.