Cervantes experimentó con la mayoría de los géneros narrativos de su época en obras como La Galatea, El Quijote, y las Novelas ejemplares. Aunque los géneros renacentistas tienden a ser idealistas, Cervantes procura que las aventuras sean creíbles. El Quijote, su obra maestra, parodia los libros de caballerías pero también ofrece una crítica literaria y un retrato de la sociedad española del siglo XVII a través de personajes como Don Quijote y Sancho Panza.