El documento describe seis principios (las seis R) para reducir el impacto del consumismo en el medio ambiente: Revalorizar priorizando necesidades básicas sobre lujos, reestructurar el sistema económico para satisfacer necesidades de todos de forma sostenible, reducir el consumo de recursos y productos dañinos, reutilizar productos maximizando su uso, reciclar materiales para reintroducirlos en la producción, y redistribuir equitativamente los recursos dentro de los límites planetarios.