Este documento describe la importancia de sembrar árboles nativos en lugar de especies introducidas. Los árboles nativos son más aptos para el clima y suelo local y no requieren tanto cuidado. Ayudan a crear microclimas que permiten el desarrollo de otras plantas, atraen el agua y no la consumen en exceso. Se recomienda sembrarlos como linderos, cortinas rompevientos u otros usos, teniendo en cuenta la distancia adecuada entre plantas.