La economía colonial en América y Chile se organizó bajo un monopolio comercial impuesto por España. Solo los barcos españoles autorizados podían comerciar con las colonias, las cuales solo podían comerciar con España. Este sistema generó desabastecimiento y altos precios para los colonos. La economía colonial en Chile se basó primero en la minería en el siglo XVI, luego la ganadería en el XVII y finalmente la agricultura en las haciendas en el XVIII.