El documento analiza las garantías de los derechos electrónicos en España. Señala que los instrumentos jurídicos existentes son insuficientes para garantizar el ejercicio efectivo de estos derechos. Propone clasificar los servicios en mínimos y complementarios, e imponer a todas las administraciones la obligación de aprobar planes de adaptación con porcentajes vinculantes. También sugiere reforzar la cooperación interadministrativa y convertirla en asistencia forzosa para las entidades locales más pequeñas.