La educación holística implica la integración de diferentes saberes como el autoconocimiento, el aprendizaje continuo y el desarrollo de habilidades para impactar positivamente el entorno. Se basa en ver al estudiante como un todo formado por lo físico, emocional y espiritual, no solo lo cognitivo. La educación holística busca formar personas más íntegras y preparadas para la vida mediante un enfoque creativo e integral más allá de lo académico.