El documento describe cómo se espera que cambie la educación hacia el año 2030 debido a la revolución tecnológica. Se prevé que las clases magistrales desaparecerán y los profesores se convertirán en guías para el aprendizaje personalizado de los estudiantes. Internet será la principal fuente de información y el inglés la lengua predominante. El currículo se adaptará a cada estudiante y se enfatizarán más las habilidades que los contenidos académicos.