Efectividad de la I+D+i pública en España y retos para una nueva economía
1. EFECTIVIDAD TECNOLÓGICA, ECONÓMICA Y SOCIAL DE LAS
INVERSIONES PÚBLICAS EN I+D+i.
El valor de la innovación de abajo-arriba (Bottom up
Innovation)
Julio Lorca, Ignacio del Arco. Septiembre de 2010
INTRODUCCIÓN
Crece de forma acelerada el consenso sobre el hecho de que la
investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación serán los
pilares que sustenten una nueva forma de economía que permita
afrontar el futuro de una manera más equilibrada, solidaria,
sostenible y socialmente más justa.
La ciencia y la tecnología han alcanzado cotas inimaginables,
especialmente en los últimos cincuenta años, generando una cadena
de avances en todos los campos; siendo destacables aquellos
relacionados con las TIC, las ciencias de la vida o las nuevas
energías.
No obstante, comienzan a insinuarse signos de agotamiento en
las formas tradicionales de hacer las cosas, excesivamente centradas
en el crecimiento material a toda costa. En el modelo postindustrial
heredado, la espiral consumista asociada ha primado la producción y
la venta de bienes sobre su utilidad, teniendo como consecuencia
desequilibrios larvados que se van haciendo cada vez más evidentes
e insostenibles; en especial aquellos relacionados con el
medioambiente o el injusto reparto global de la renta. En la medida
en que las nuevas redes de conocimiento vayan facilitando la toma de
conciencia sobre esta realidad a nivel global, y una vez que la
expresión demográfica vaticinada quede materializada, crecerá la
presión ciudadana por romper la inercia descrita, abriendo la puerta a
una nueva manera de hacer las cosas: El dominio económico estará
determinado por la mayor o menor capacidad de generar valor y
utilidad, por cada unidad de recurso entregado, una vez descontado
el impacto negativo que se le pudiera asociar.
En este nuevo contexto, para seguir avanzando y poder alcanzar ese
nuevo mundo al que parecemos destinados, los investigadores de
cualquier disciplina deberán seguir desarrollando sus complejos y
costosos proyectos, y las empresas tendrán que aumentar su
inversión en adquirir el conocimiento resultante para transformarlo en
ese nuevo valor de mercado basado cada vez más en la utilidad. Hoy,
en cualquier país avanzado, los gobiernos intentan catalizar el
proceso descrito orientando sus ayudas hacia aquellos sectores que
consideran estratégicos y que en su defecto podrían quedar relegados
bajo la excluyente batuta del mercado; pero no olvidemos, que sólo
la orientación acertada y la dimensión de la inversión privada será la
que finalmente decante el desempeño en uno u otro sentido.
2. EFECTIVIDAD TECNOLÓGICA Y SOCIAL DE LAS INVERSIONES PÚBLICAS EN I+D+i. Pilares para la nueva economía
española
Julio Lorca / Ignacio del Arco 2
¿Estamos preparados para este cambio?
A través de las diferentes políticas y planes de impulso público, se
distribuyen hoy cantidades importantes de recursos entre los
diferente subsistemas de I+D+i, buscando el adecuado equilibrio
entre la búsqueda de nuevo conocimiento, y el desarrollo económico-
empresarial. Se acepta como indispensable la potencia de la
investigación básica, como escrutador permanente en las fronteras
del saber, pero se apuesta por minimizar el coste de oportunidad de
los recursos destinados a la última parte de la ecuación: D+i. Se
debería exigir el mayor esfuerzo posible para garantizar el retorno de
lo invertido, no sólo en lo económico, sino también en lo social: Es lo
que llamamos efectividad tecnológica y social de la innovación 1
.
Ya no será suficiente con apelar a la creatividad. De forma global,
solo una de cada tres mil ideas que se introducen en los procesos de
I+D+i acaban generando algún tipo de valor económico o social2
.
Tampoco la generación de nuevas patentes e inventos es suficiente si
luego no se usan. De cada cuatro euros invertidos, solamente uno
genera algún tipo de retorno. Estos resultados son inaceptables,
sobre todo cuando la inversión procede mayoritariamente de fondos
públicos, como ocurre en nuestro país.
La innovación, es decir, la puesta en valor empresarial y social del
conocimiento, será la única vía para afrontar los grandes retos que se
avecinan, especialmente ante una demografía dominada por la
longevidad, y la única manera de crear un modelo alternativo y
sostenible, donde el crecimiento no se sustente en la especulación, el
desequilibrio o la pobreza de terceros, y que a la vez afronte los
grandes retos del futuro: el cambio climático, la escasez de recursos
naturales, el crecimiento de patologías como el Alzheimer o la
necesidad de proporcionar seguridad a los ciudadanos en su hogar,
sus ciudades o en sus desplazamientos.
A pesar del esfuerzo de los gobiernos y de muchas empresas
responsables por innovar, los grandes males de la humanidad y las
pequeñas miserias cotidianas, siguen sin tener una respuesta
adecuada. Es necesario realizar una profunda revisión de los
mecanismos que rigen la toma de decisiones y miden los desempeños
en este campo.
Si esto es así, será imprescindible establecer un proceso que
garantice que los agentes del ecosistema de innovación maximizan el
retorno de sus inversiones, en especial cuando se trate de fondos
públicos. Pero no olvidemos, que la competitividad empresarial estará
también ligada a esta nueva búsqueda de utilidad diferencial. ¿Pero,
es posible aumentar la efectividad de la innovación en España?
1
Tribuna Diario de Sevilla. “Innovación efectiva y sostenible”.
http://www.diariodesevilla.es/article/opinion/727912/innovacion/efectiva/y/sostenible.html. Ultimo acceso, Sep. 2010.
2
Stevens, G.A. and Burley, J., “3,000 Raw Ideas = 1 Commercial Success!”, (May/June 1997) Research Technology
Management, Vol. 40, #3, pp. 16-27.
3. EFECTIVIDAD TECNOLÓGICA Y SOCIAL DE LAS INVERSIONES PÚBLICAS EN I+D+i. Pilares para la nueva economía
española
Julio Lorca / Ignacio del Arco 3
IMPACTO DE LA INNOVACIÓN EN ESPAÑA.
En la bibliografía actual se pueden encontrar múltiples formas de
analizar el impacto de la innovación y sus resultados desde la
perspectiva empresarial o desde la evaluación de las políticas públicas
en su dimensión regional, Europea o Internacional.
Para España, el análisis detallado de múltiples fuentes refleja un caso
bastante particular y acentuado de la llamada “paradoja europea”3
.
A efectos de contextualizar la situación y siguiendo como referencia
los datos del “European Innovation Scoreboard 2009”4
, España se
considera un “innovador moderado” y con “crecimiento lento” dentro
del grupo de países formado por la República Checa, Grecia,
Hungría, Italia, Lituania, Malta, Polonia, Portugal y Eslovaquia; todos
ellos con un rendimiento de la innovación por debajo de la media de
la UE27.
De forma bastante sintética, se evidencia el bajo nivel de impacto de
la innovación en España y el amplio margen de mejora en los
diferentes indicadores que se emplean para confeccionar el índice
resumen.
3
Se dispone de un enorme potencial desde el punto de vista de producción científico-tecnológico básico, de alta
calidad y que cuenta con importantes redes de profesionales, especialistas y técnicos con acceso a buenas
infraestructuras y equipamiento de vanguardia; pero que sin embargo, no terminan conectando y sintonizando con el
tejido productivo y empresarial debilitando el impacto socioeconómico posible.
4
PRO INNO EUROPE Paper nº 15: “European Innovation Scoreboard 2009”, European Commision, Enterprise and
Industry, 2010 (http://www.proinno-europe.eu/publications).
4. EFECTIVIDAD TECNOLÓGICA Y SOCIAL DE LAS INVERSIONES PÚBLICAS EN I+D+i. Pilares para la nueva economía
española
Julio Lorca / Ignacio del Arco 4
Esta realidad determina la imperiosa necesidad de buscar nuevas
fórmulas que permitan superar las limitaciones y carencias de los
actuales sistemas, infraestructuras y redes de desarrollo e
investigación, para potenciar el impacto real de la innovación en el
progreso socioeconómico de las regiones. Para una visión más
detallada, el anterior informe puede ser complementado con los
resultados para España del “Regional Innovation Scoreboard 2009”5
,
como vemos en la siguiente tabla:
Las regiones europeas presentan una considerable diversidad en el rendimiento de
sus inversiones en innovación, siendo España uno de los países con un perfil
interregional más heterogéneo, -junto a Italia y la República Checa- con índices que
varían desde bajo hasta medio-alto.
Las regiones más innovadoras se encuentran de forma típica en los países “líderes
en innovación”. Sin embargo, en España hay regiones que sobrepasan
sustancialmente la posición global del Estado. Este es el caso del País Vasco, la
Comunidad Foral de Navarra, la Comunidad de Madrid y la Catalana.
Todas las regiones tienen diferentes fortalezas y debilidades que condicionan el
desempeño en innovación. De forma general, los “innovadores lentos” tienen una
debilidad relativa en los llamados “facilitadores de la innovación”, donde destacan
los recursos humanos implicados.
El desempeño regional aparece relativamente estable desde el año 2004, con un
patrón en el que se han registrado muy pocos cambios de distribución en los grupos
de la clasificación. En España, sólo han tenido una evolución destacable durante este
período en Cataluña, Comunidad Valenciana, Islas Baleares y Ceuta.
Resultados para España del Regional Innovation Scoreboard 2009
En la siguiente figura se representa la posición de cada una de las regiones dentro
de los grupos del RIS 2009
5
PRO INNO EUROPE Paper nº14: “Regional Innovation Scoreboard 2009 and Methodology Report”, European
Commision, Enterprise and Industry, 2010. (http://www.proinno-europe.eu/publications).
5. EFECTIVIDAD TECNOLÓGICA Y SOCIAL DE LAS INVERSIONES PÚBLICAS EN I+D+i. Pilares para la nueva economía
española
Julio Lorca / Ignacio del Arco 5
Dada la gran importancia de los resultados de la innovación para el
futuro, la débil posición relativa de España, el enorme esfuerzo en
recursos públicos que se dedican y la deficiente efectividad
constatada, existe un creciente interés por refinar los modelos de
medición del impacto de la misma, consensuando nuevos indicadores
que reflejen el valor real de retorno -económico y social- de las
inversiones, y que alcanza el rango de exigencia ética, cuando
hablamos de fondos públicos, más aún en un contexto de crisis
económica como el actual. Los encomiables esfuerzos desplegados a
través de la actual Estrategia Estatal de Innovación E2I, que
“pretende situar la innovación en el lugar que nos corresponde en
función de la capacidad científica y económica”, deberían incorporar
ciertos elementos prácticos no bien resueltos. Todos estamos
obligados a hacer más con mucho menos, y decidir mejor a qué se
destina cada euro.
Sin pretender hacer un análisis detallado de los factores que justifican
el bajo rendimiento de la innovación en España y lejos de establecer
una crítica sobre los modelos de gestión y financiación de la I+D+i
actuales; se asumen las líneas maestras definidas en la estrategia
nacional, deseando contribuir al debate sobre posibles aportaciones
prácticas que nacen de la dilatada experiencia de campo de los
redactores.
INNOVACIÓN, ECONOMÍA Y SOCIEDAD
La conexión entre innovación y desempeño económico ha sido
investigada con detalle en diferentes partes del mundo y bajo
diferentes intereses y perspectivas. En Europa, los patrones de
actividad innovadora, sus resultados y rendimientos en los diferentes
sectores industriales fueron recientemente examinadas en el
documento temático “Innovation performances in Europe: a long
term perspective” 6
, que se basa en los datos de tres oleadas de la
Encuesta de Innovación de la Comunidad Europea, permitiendo
comprobar la evolución en las trayectorias de desarrollo tecnológico
de los principales países de EU27, y analizando toda la información
referida, tanto a los sectores industriales como a los propios países
en su conjunto y distinguiendo específicamente entre dos grandes
estrategias de innovación:
- una hacia la búsqueda de competitividad tecnológica a través de
la generación de conocimiento, la innovación en productos y la
expansión a nuevos mercados;
- y otra orientada a la competitividad en costes, a través de la
reestructuración e innovación en procesos o de inversiones que
ahorren en personal y aumenten la flexibilidad.
6
Boglicino, F and Pianta M, “Innovation performance in Europe: a long term perspective” 2009
(http://www.proinno-europe.eu/page/thematic-papers-2)
6. EFECTIVIDAD TECNOLÓGICA Y SOCIAL DE LAS INVERSIONES PÚBLICAS EN I+D+i. Pilares para la nueva economía
española
Julio Lorca / Ignacio del Arco 6
Estas estrategias pueden coexistir en empresas y organizaciones,
aunque se ha identificado la prevalencia de una de ellas para sectores
particulares de la industria. Los resultados de este trabajo, muestran
que las similitudes entre países y a lo largo del tiempo tienden a ser
más fuertes en las variables relacionadas con la competitividad
tecnológica (por ejemplo esfuerzo en I+D o innovaciones en
producto) y son relativamente más débiles en las variables que
reflejan la competitividad en costes (como el gasto en nueva
maquinaria y las innovaciones en proceso); como resultado de los
patrones de especialización, factores cíclicos, etc.
Pero en estas estrategias solo se tiene en cuenta una parte del
rendimiento de la innovación: su efecto económico desde la
perspectiva de la empresa. Sin pretender obviar la complejidad de la
economía, el problema que nos afecta se dirime en el desequilibrio
entre oferta y demanda. De forma muy simple, la oferta pretende
satisfacer las necesidades o problemas subyacentes a la demanda,
recibiendo una compensación a cambio. Desde esta visión clásica, la
economía trata sobre el incentivo. Se supone que el consumidor
busca maximizar la “utilidad” de la solución, mientras que las
empresas maximizan el “beneficio” que se obtiene al proporcionarla.
La descripción detallada de ese incentivo, de lo que cada una de las
partes pretende maximizar en la relación, proporciona una forma de
clasificar el comportamiento de las empresas y los consumidores, y
define las reglas del juego para un determinado mercado o sector. En
el fondo describe sus motivaciones. Y justo ahí está la clave de
muchos fracasos. El actual despotismo tecnológico, mediante el que
los fabricantes pretenden saber lo que es mejor para el comprador
sin que estos hayan participado en la definición de sus prioridades,
está generando una brecha entre oferta y demanda con importantes
consecuencias: los problemas reales no se abordan, si no son
aparentemente rentables o no se entienden con claridad aunque
pudieran serlo; así se prefiere fabricar cosas preconcebidas que más
tarde se intentan hacer atractivas mediante técnicas de marketing,
sin importar mucho su utilidad real. Pero resulta que esta forma de
actuar, en un mundo cada vez más transparente y permeable, está
provocando en muchos una pérdida de competitividad ante una
ciudadanía cada vez más informada que busca maximizar la utilidad y
la experiencia de uso y con acceso a un mercado global a un solo clic.
Muchos no entienden que el gran paso a dar sería complementar la
innovación tecnológica de arriba-abajo (top down), con otra de abajo-
arriba (bottom-up) en la que entraría en juego la vertiente más
emocional de los ciudadanos; es decir, por una innovación liderada
por los intereses últimos de las personas.
Así, el entendimiento de las motivaciones personales y sociales está
en la base del pujante movimiento de innovación social; que
comienza a ejercer como factor clave para la sostenibilidad a largo
plazo en este nuevo siglo. En la antigua economía el principal
incentivo es el precio, y la mayor parte de los modelos no tienen en
7. EFECTIVIDAD TECNOLÓGICA Y SOCIAL DE LAS INVERSIONES PÚBLICAS EN I+D+i. Pilares para la nueva economía
española
Julio Lorca / Ignacio del Arco 7
cuenta adecuadamente otro tipo de motivaciones, subestimando el
enorme potencial que vendrá de añadir de forma sistemática al
pensamiento económico los distintos incentivos que mueven a las
personas a diario en sus decisiones de compra.
Invitado por el I2BC, disertaba hace unos meses en Málaga el Premio
Nobel de Economía, profesor George Akerlof, sobre “Identity
Economics” 7
, donde establece de forma muy elegante una
concepción mucho más rica del individuo y de su capacidad de toma
de decisiones en un determinado marco social. El hecho de incorporar
a los clásicos modelos económicos las normas e ideales de las
personas, y por tanto sus motivaciones sociales (lo que desde un
punto de vista sociológico configura la identidad), ayudará a construir
modelos de negocio más sólidos. A los científicos de otras disciplinas
no económicas les será también útil conectar estos nuevos modelos
económicos con su propio trabajo. Y a los analistas políticos y
estrategas del mercado les permitirá predecir con mayor precisión las
consecuencias de las políticas públicas o de las prácticas de negocio,
respectivamente. También el “cliente o usuario” ganará al ver
correspondida su “intrínseca” demanda, a través de soluciones que
incorporen su propia identidad y la de su entorno social, y por tanto
integren también sus normas, ideales y motivaciones últimas.
Muchos pensarán que nos es novedoso saber que los factores del
lado de la demanda tienen una influencia decisiva sobre los
resultados económicos y el rendimiento de la innovación. Todas las
empresas saben lo importante que es conocer perfectamente las
dinámicas de sus mercados y la evolución de sus clientes (reales o
potenciales) dentro de ellos. Por eso la llamada “orientación al
cliente” ha sido la estrategia predominante en el mundo de los
negocios durante las últimas décadas y las empresas disponen de un
amplio arsenal de técnicas y mecanismos para determinar y describir
a sus clientes, identificar sus gustos y preferencias, segmentarlos,
etc.; así como mantener una vigilancia permanente sobre lo que
hacen los competidores al respecto.
Tampoco es nuevo para el mundo del desarrollo y la innovación.
Existen diferentes corrientes que destacan el papel central de los
“usuarios” en el proceso de innovación, y por tanto la necesidad de
potenciar su participación activa a través de los ciclos iterativos de
todo el desarrollo innovador. De hecho, estos modelos de “involucrar
usuarios”, que tienen decenas de años de existencia (user driven
innovation) vuelven a estar de moda a través de la proliferación de
living labs por toda Europa, hoy agrupados en la llamada red ENOLL.
Sin embargo, estos modelos liderados especialmente por la industria,
están siendo complementados por otros de abajo-arriba (bottom-up
7
Akerlof GA, Kranton R. Identity Economics. How our identities shape our work, wages, and well-being.
Princeton University Press 2010. (presentado a finales de 2009 en Málaga, en la II Conferencia de Espacios Sociales
de Innovación, www.espaciossociales.es)
8. EFECTIVIDAD TECNOLÓGICA Y SOCIAL DE LAS INVERSIONES PÚBLICAS EN I+D+i. Pilares para la nueva economía
española
Julio Lorca / Ignacio del Arco 8
innovation) más vinculados a las nuevas redes sociales ciudadanas.
Este es el caso del movimiento llamados de Espacios Sociales de
Innovación que fue promovido por TRAGSA, la Plataforma
Tecnológica eVIA e I2BC. No hablamos ya sólo de que la orientación
de la innovación empresarial deba ser responsable socialmente, sino
de que la implicación de los ciudadanos en los procesos de innovación
de las empresa, puede mejorar la competitividad de éstas al vincular
los nuevos diseños con las motivaciones últimas de las personas.
Hablamos, por ejemplo, del diseño participativo o del diseño
emocional, que intentan reducir el “gap” entre lo que se fabrica y lo
que se necesita y se desea. En cualquier caso, lo que sí está claro es
que las organizaciones que promueven la participación de usuarios
pueden clasificarse como “super-innovadoras”. A diferencia de su
competencia, tienen muchas más probabilidades de acertar cuando
introducen nuevos productos, procesos o servicios; sin contar con la
mayor proporción de innovadores solicitantes de patentes, que dentro
y fuera de la empresa se sienten atraídos 8
, representando una forma
de retención del talento.
PROPUESTAS PARA INCREMENTAR EL RETORNO ECONÓMICO Y
SOCIAL DE LAS INVERSIONES EN I+D+I
Como decíamos, la I+D+i ha sido una apuesta clara de la UE durante
la última década. Pero la prioridad ha estado antes en invertir en la
generación de nuevo conocimiento que en utilizar el ya existente de
forma más efectiva y desplegar todo el potencial acumulado en
beneficio de la sociedad.
Muchas voces son conscientes del problema. En el informe “Reinvent
Europe Through Innovation” 9
se insiste en que las políticas actuales
de innovación en Europa fracasan en:
1. Impulsar el potencial de las redes y de la innovación social
2. Ejecutar acciones a nivel de comunidad, orquestadas alrededor
de los principales desafíos sociales
3. Invertir de forma ambiciosa y estratégica en el futuro
4. Abrir la innovación a la creatividad de un amplio abanico de
personas e ideas
5. Anticipar las nuevas instituciones y procesos que deban conducir
la innovación del futuro
8
Flowers S, Sinazic T and Patel P. “Prevalence of User Innovation in the EU: Analysis based on the Innobarometer
Surveys of 2007 and 2009 (http://www.proinno-europe.eu/page/thematic-papers-2)
9
Vasconcelos D, Corini G, Lamser J, Iden R, Stenros A, Mckelvey M. Reinvent Europe Through Innovation. From
a Knowlegde Society to an Innovation Society. Recommedations by a Business panel on the EU Innovation Policy,
supported with an online debate at http://blogs.ec.europa.eu/innovationunlimited/, 2009.
9. EFECTIVIDAD TECNOLÓGICA Y SOCIAL DE LAS INVERSIONES PÚBLICAS EN I+D+i. Pilares para la nueva economía
española
Julio Lorca / Ignacio del Arco 9
Como resultado, los grupos de trabajo concluyen con una serie de
recomendaciones que se agrupan en cinco líneas de acción10
:
! Ampliar el concepto de la innovación: desde los negocios hacia
la innovación social
! Velocidad y sincronización: desde las burocracias fragmentadas
hacia alianzas flexibles; desde una mejor regulación hacia una
regulación pro-innovación
! Inversión en infraestructuras de futuro: desde los puentes hacia
la banda ancha; desde el control hacia el acceso abierto
! Modelos de financiación innovadores: hacia nuevos actores y
roles de la función pública; desde lo público “contra” lo privado hacia
colaboraciones público-privadas
! Nuevos lugares para nuevos tipos de colaboración: desde
procesos cerrados hacia el poder de las redes
Las propuestas consensuadas por este grupo de trabajo son de gran
interés porque ofrecen una visión global de la innovación en su
dimensión Europea, desde una perspectiva de negocio (los expertos
son representantes de la industria) pero también del retorno social
defendido en este documento.
EL CASO ESPAÑOL
A los elementos ya señalado (ausencia de enfoque hacia la
innovación social y escaso rol de los ciudadanos en las diferentes
fases del proceso de innovación, debemos unir determinados
elementos operativos que impiden el giro necesario. De forma
resumida, podemos expresar las debilidades detectadas en el
abordaje de proyectos de I+D+i en nuestro país, como sigue:
- No existe una base de conocimiento compartido sobre los
proyectos en curso, ni sobre los resultados de los ya concluidos.
Es difícil de esta manera encontrar antecedentes sobre
cualquier hipótesis de trabajo. Esto lleva a un permanente
“reinvento de la rueda”, pues se hace lo mismo decenas de
veces, aunque ya existan hasta prototipos de algo parecido que
no se ha conseguido comercializar.
- En consecuencia, no hay una clara exigencia de “novedad”
cuando se decide financiar un proyecto, pues los evaluadores
carecen de herramientas que faciliten la comprobación de la
misma. Se aprueban proyectos donde “el estado del arte” es un
paquete de trabajo que forma parte de la financiación ya
aprobada.
10
http://blogs.ec.europa.eu/innovationunlimited
10. EFECTIVIDAD TECNOLÓGICA Y SOCIAL DE LAS INVERSIONES PÚBLICAS EN I+D+i. Pilares para la nueva economía
española
Julio Lorca / Ignacio del Arco 10
- Esta situación está agravada por la descoordinación entre las
convocatorias y organismos de distintas administraciones
territoriales con fines semejantes.
- Las evaluaciones y exigencias ‘a posteriori’ se centran en
aspectos burocráticos y formales a los que se da más
importancia que a los resultados alcanzados, que raramente
son analizados; se llega incluso a sacrificar la maniobrabilidad
del proyecto (ante entornos tecnológicos altamente
cambiantes), aunque ello suponga mal uso de recursos (gastar
para justificar).
- A pesar de que muchos proyectos deben acreditar su cercanía a
mercado, pocas veces se solicita un análisis de negocio
potencial (¿para qué necesidad?, ¿para quién?, ¿Quién pagará
por ello?...)
- La carencia de reglamentación y soporte financiero adecuado
para muchas estructuras de I+D+i, hace que muchos gastos de
estructuras o puramente empresariales se “encubran” en
exceso como gastos propios de los proyectos.
- El “time to market” de determinados proyectos es superior al
tiempo máximo de financiación, por lo que superado éste, la
iniciativa muere y se desaprovecha todo lo hecho, ante la
ausencia de adecuadas alternativas de capital riesgo o de
financiación bancaria tradicional.
- Las hipótesis de trabajo son orientadas por presunciones
técnicas de la bondad de una tecnología, antes que del estudios
rigurosos sobre que problema o necesidad podría subsanar.
Técnicas como la investigación operativa, la vigilancia
tecnológica, la prospectiva o la cienciometría son poco o nada
utilizadas.
- No se tienen en cuenta el impacto potencial sobre los modelos
públicos de atención de aquellos resultados que aún siendo
exitosos empresarialmente, podrían ser catastróficos para la
financiación pública, tras la presión que ejercería una demanda
desbordante. Este tipo de proyectos deberían reservarse a la
iniciativa privada.
- Se realizan “splits” de grupos de investigación con finalidad
únicamente financiera.
Muchas de las alternativas a esta realidad, están sobre la mesa.
Surgen tras muchas horas de dedicación profesional de diferentes
especialistas en reuniones y encuentros, en foros nacionales e
internacionales. Otros están ya contrastando sus hipótesis de trabajo
con ciudadanos que comienzan a liderar la innovación; y ello
independientemente de los diferentes roles asumidos en cada caso:
empresario, político, científico, profesional o cualquier otro que
exprese y aporte su identidad al proceso de innovación.
Las propuestas y líneas de debate, que entendemos deberían ser
incorporadas son presentadas en la tabla final.
11. EFECTIVIDAD TECNOLÓGICA Y SOCIAL DE LAS INVERSIONES PÚBLICAS EN I+D+i. Pilares para la nueva economía
española
Julio Lorca / Ignacio del Arco 11
CONCLUSIONES
La fórmula práctica para buscar la efectividad de las inversiones de
I+d+i, pasaría por aproximaciones semejantes a las propuestas del
I2BC denominada Innovación Liderada por las Personas (PLI), así
como otras complementarias que garanticen la cualificación
participativa de la potencial demanda: la aplicación de técnicas de
diseño participativo y de co-creación en entornos reales. De esta
manera, los nuevos productos y servicios que quieran garantizar su
acercamiento a sus principios deberán orientarse al cumplimiento de
recomendaciones como las definidas por los factores PLI: 1. Haber
considerado el componente emocional humano en su diseño; 2. Los
aspectos ergonómicos en su funcionamiento y utilidad; 3. Los
componentes éticos asociados; 4. Los de seguridad, para sí y para
terceros; 5. La sostenibilidad económica y medioambiental derivada;
6. La presencia de la voz del ciudadano en todo el proceso; y 7. La
Neurousabilidad.
12. EFECTIVIDAD TECNOLÓGICA Y SOCIAL DE LAS INVERSIONES PÚBLICAS EN I+D+i. Pilares para la nueva economía
española
Julio Lorca / Ignacio del Arco 12
ALGUNAS PROPUESTAS PARA EL CAMBIO
- Incluir de forma preferente, dentro de la Estrategia Estatal de Innovación, líneas de acción orientadas
a obtener soluciones creativas para los problemas sociales más urgentes (por ejemplo desempleo o
maltrato), o hacia modelos de convergencia tecnológica que ejerzan de tractores entre los diferentes
sectores productivos; ya no sólo de forma sectorial descendente, sino de abajo a arriba o “bottom
up”. Esto se podría probar incorporando en las convocatorias de proyectos un modelo de “llamadas a
RETOS” que financien específicamente el abordaje de problemas de gran relevancia; por ejemplo:
Eliminación de minas antipersonas.
- Extensión del Eje “Personas” de la Estrategia Estatal de Innovación hacia una visión más inclusiva
que además de la potenciación del talento profesional, incorpore las actuales tendencias de
participación activa de los ciudadanos en los procesos y proyectos de innovación; y desde el primer
momento, y no sólo en los test finales de accesibilidad y usabilidad.
- Mejorar la coordinación entre las políticas nacionales y regionales de apoyo a la innovación,
desarrollando motores de conocimiento que soporten un giro hacia la innovación abierta facilitando
la creación de un auténtico mercado nacional de las ideas. Por ejemplo, todos los proyectos de I+D+i
financiados con dinero público, desde cualquiera de las agencias e instituciones, estarían obligados a
cumplimentar en cada momento su estado de desarrollo, y los resultados finales una vez concluido,
en una especie de repositorio de casos. Esto facilitaría avanzar en líneas de trabajo sólo desde donde
otros lo dejaron (no reinventar la rueda) o encontrar socios cercanos a cada campo concreto de
interés, ya experimentados para presentaciones conjuntas de nuevos proyectos.
- Concentrar y racionalizar la aplicación de todos los recursos financieros que apoyen proyectos
conceptualmente cercanos, exigiendo la explicitación final la plusvalía obtenida, bien directa o
indirecta, como una forma de promover y medir la efectividad tecnológica y empresarial.
- Introducir nuevas métricas para evaluar la efectividad social de la innovación en cualquier proyecto
financiado con fondos públicos.
- Potenciar modelos, estructuras y herramientas de apoyo a los procesos de innovación abierta y de
activación de las dinámicas de intercambio y transferencia del conocimiento; extendiendo la masa
crítica de agentes, la densidad de sus interacciones y su capacidad sinérgica de puesta en valor de las
ideas.
- Promocionar la interacción transversal de redes y recursos de diferentes líneas sectoriales que permita
aproximaciones de pensamiento lateral en el diseño de nuevos proyectos de innovación.
- Imbricar los conceptos de innovación tecnológica o empresarial con los de innovación social, más allá
de la imprescindible responsabilidad social empresarial, promoviendo la incorporación de
experiencias en entornos reales allí donde las personas viven, trabajan, son atendidas o se divierten.
- Nuevos modelos de alianzas público-privadas para fomentar el despliegue a gran escala de soluciones
maduras y pilotos que hayan probado un impacto significativo en la generación de valor en un caso
concreto, mediante aproximaciones de disonancia positiva.
- Acelerar las nuevas propuestas de compras pública como factor tractor de la I+D+i e incluir la
innovación en los servicios públicos como un nuevo campo de trabajo emergente.
- Incorporar a las políticas de innovación educativa, y a cualquier otras forma de generación de
talento, el enriquecimiento creativo de la diversidad: personas mayores, extranjeros, niños,
discapacitados, artistas…; de forma que emerjan culturas y formas de trabajo cooperativo en equipos
heterogéneos.
- Apostar por metodologías que ya hoy se aventuran por estos modelos de futuro, como la orientación
de la triada CIPRES (Ciudadanía, Prospectiva y Especificaciones) para cualquier nuevo proyectos de
Innovación, o fórmulas de trabajo que ayuden a alcanzar una mejor efectividad tecnológica,
económica y social de las inversiones en I+D+i, como es el caso del referencial PLI o de Innovación
Liderada por las Personas11
11
Referencial de Certificación de Soluciones basado en principios de Efectividad Tecnológica. I2BC.
http://www.i2bc.es/inicio/pli/