El documento describe los efectos no auditivos de la contaminación acústica. A niveles por encima de 60 dB(A) el ruido puede provocar efectos psicopatológicos como dilatación de pupilas y aumento de la presión arterial. A más de 85 dB(A) también puede causar problemas gastrointestinales y cardiovasculares. El ruido también puede generar efectos psicológicos como insomnio, fatiga, estrés, depresión, ansiedad, irritabilidad y aislamiento social.