1. Ejemplos de reseñas
1. “Donde la vida nos lleva, de José Salem. Relatos que varían de tono según los
colores”, por Elvio E. Gandolfo (La Nación, 24 de julio de 2021).
Los datos de la producción literaria de José Salem son variados y anónimos: “Ha
escrito novelas, relatos y poesía en castellano y en francés”, dice la solapa. Agrega
que nació en Buenos Aires en 1959, que estudió lengua y civilización francesa en
la Sorbona e historia del arte en el Museo Nacional de Bellas Artes. Y que vive en
Buenos Aires y en París.
Los trece relatos de Donde la vida nos lleva están divididos, por colores, en tres
partes. El primero (de “Azul”) es “Un nudo en la garganta”. En un día incómodo,
irritante (cielo nublado, llovizna) el muy formal Juan va hasta Callao y Quintana, y
espera en un bar. Cuando entra su hermano Ángel, menor y casual, jovial, hablan
y discuten. Elementos como una mujer o unos padres accidentados agregan
tensión. Pero el estilo es económico, con uso de bastardilla para el pasado. El
lector inevitablemente se pregunta si será el tono del libro en general.
Pero los cambios de color (“Rojo”, “Ocre) varían los temas, el estilo, las estructuras.
El autor busca, y encuentra. En entornos distintos, los personajes se cruzan,
sienten intriga, o se ven arrastrados por un impulso que los saca de lo cotidiano y
los deposita en lugares nuevos, desconocidos. Una inquietud corrosiva, a veces
asordinada, lo saca del automatismo. El mejor ejemplo es “Aplausos”, donde se
expone con humor y lucidez la trayectoria múltiple y vigorosa de un “chanta”
argentino, dedicado a desarticular a un grupo de personajes de pueblo,
aprovechando sus debilidades.
Donde la vida nos lleva
José Salem
Paradiso
165 páginas
2. 2. “Titanic” (selección), por José María Aresté (Aceprensa, 7 de enero de 1998):
Un buscador de tesoros inicia la exploración submarina de los restos del mítico
Titanic. El hallazgo del dibujo de una joven, milagrosamente conservado, le
conduce hasta Rose, una anciana centenaria que afirma ser la retratada.
Comienza así la evocación de un amor de juventud nunca compartido con nadie,
que tuvo como marco el malhadado barco que en 1912 se llevó consigo al fondo
del mar a 1.500 personas. […]
Cameron se ha esmerado en el armazón del guión. La excusa de saber qué fue de
un valioso medallón que viajaba a bordo del Titanic le ayuda a poner en pie su
historia, sorteando el obstáculo de que el destino del barco sea ya conocido. […]
También, a diferencia de otras películas de catástrofes, se pone el acento en el
componente intimista de la historia de amor de Rose –una joven rica
comprometida con Cal, un hombre al que no ama– y Jack –joven artista de vida
bohemia, con los bolsillos vacíos y un pasaje para el Titanic ganado en una partida
de póker–, que progresa con ritmo adecuado. Quizá lo que más falla, al mostrar
ese amor, son las reacciones algo caricaturescas del pretendiente despechado y
su malvado mayordomo. […]
El trato que reciben los pasajeros al proceder a su salvamento habla por sí solo de
las desigualdades sociales, tan marcadas en aquellos años, aspecto también
presente en la brillante escena del banquete. Hay otras cuestiones, más como
telón de fondo que en primer plano: la solidaridad, la fe que lleva a prepararse
para bien morir, los efectos del pánico o la tonta vanidad humana –un personaje
recuerda la desafortunada frase “Este barco no lo hunde ni Dios”–, que ha
sustituido por un barco la Torre de Babel.
La película es un hito del cine monumental. James Cameron, un director de
desbordante fuerza visual, ofrece planos inolvidables […]. Las secuencias del
choque del Titanic con el iceberg y del consiguiente hundimiento son de inusitado
realismo, verdadero prodigio de los efectos especiales. Y la imagen del mar como
siniestra tumba flotante, con el azul marca de fábrica del director, deja en el
espectador una huella indeleble.
3. 3. “Spencer’: Lady Di, aquella princesa perdida y sola” (selección), de Carlos
Boyero (El País, 18 de noviembre de 2021).
El director chileno Pablo Larraín tan aficionado a retratar personajes en el límite
conviviendo en espacios cerrados […], retorna en Spencer a la probable o
inventada última Navidad que pasó encerrada en una jaula de oro una señora
conocida como la princesa de Gales, y para el pueblo con el muy cursi diminutivo
Lady Di. Habla de la desesperación y la comprensible neurosis que la invaden.
También de sus trastornos alimentarios y psíquicos y de sus problemas con el
asfixiante mundo familiar que la rodea y al que ya le resulta imposible adaptarse,
con pasar esos días en los que todo obedece a un ritual de pompa y
circunstancias huyendo de la familia real y de sí misma vagando como un
acelerado fantasma por esa opulenta mansión, recordando su feliz infancia en
una finca próxima de la que solo quedan las ruinas, intentando mantener las
sagradas formas ante un matrimonio roto y la silenciosa reprobación de la familia
de su marido, sabiendo que su última oportunidad para sentirse libre es pillar a
sus niños y escapar de allí, aunque sea provisionalmente.
Larraín plasma todo esto con una cámara inquietante, que te contagia la
permanente crisis de esa mujer que se siente tan sola (su único refugio lo
constituye una mujer de la servidumbre que además de comprenderla e intentar
calmarla está enamorada de ella), que hace que el espectador se sienta tan
agobiado como esa infeliz princesa.
Lo que encuentro menos afortunado es la repetida comparación que hacen entre
la tragedia que sufrió en la corte Diana de Gales y su lejana antecesora Ana
Bolena, a la que el rey Enrique VIII condenó a muerte para poder casarse con otra
mujer. En cuanto a la familia de su majestad, a diferencia de The Crown, todos
salen mal parados, son lo que parecen. […]
Spencer, sin ser excepcional, mantiene un tono malsano y creíble, crea
desasosiego en el receptor, es difícil que te desinterese en ningún momento de
esa persona tan perdida, de su desolación espídica. Es mérito del director, aunque
también de la formidable actriz que encarna a Diana. Es Kristen Stewart. Posee
imán. Y misterio.
SPENCER
Dirección: Pablo Larraín.
Intérpretes: Kristen Stewart, Timothy Spall, Sean Harris, Sally Hawkins, Jack
Farthing.
Género: biografía. Reino Unido, 2021.