Khalil Gibran explica que el adiós no es real cuando dos personas se separan físicamente pero sus corazones y espíritus permanecen unidos. Compara la separación a cuando un pájaro besa una flor dejando el fruto del mañana, o cuando el agua de un río nutre un árbol aunque siga su curso. Si dos personas se aman de verdad, el tiempo y la distancia no pueden separarlas porque lo mejor de cada uno florecerá en el otro.
2. Y entonces un hombre y una mujer, tomados de la mano y con lágrimas en los ojos, se acercaron y le dijeron: Háblanos del adiós. Y él, mirándolos con ternura infinita respondió: Así como no se encuentran cuando se encuentran sus manos o se mezclan sus voces; sino cuando sus corazones se unen y sus espíritus, se hablan.
3. No se separan cuando parten materialmente o cuando sus miradas se buscan sin lograr hallarse o cuando sus manos no pueden darse mutuamente calor; se separan cuando un muro se levanta entre sus corazones y cuando sus espíritus ya no hablan más la misma lengua.
4. El pájaro besa suavemente la flor por un momento y, luego se confunde con el cielo; sin embargo, ha dejado en los pétalos el corazón del fruto del mañana.
5. El río toca las raíces de la planta que en él se refleja y sigue su curso, pero su agua quedará en el árbol y se hará color y perfume en sus flores.
6. Entonces, si se han encontrado de verdad, si sus almas se han fundido como el agua y el árbol; el espacio y el tiempo no pueden separarlos,
7. Porque lo mejor del uno florecerá en el otro a través de las primaveras. Y el agua del río, hecha savia en el árbol se elevará con él en un cántico de gracias hacia el cielo.
8. Y cuando, en un futuro próximo o lejano, las manos del destino los ponga de nuevo frente a frente: No dirán: "Te perdí y vuelvo a encontrarte“, sino: "Fuiste un sueño que vivió en mi para convertirse en realidad".
9. Y si, a pesar de la distancia y el tiempo, han vivido unidos el uno al otro, su reencuentro no será el del viajero que vuelve a su ciudad y la encuentra cambiada
10. sino como el de aquel que besó los capullos de su jardín un atardecer, soñó con ellos durante la noche y, al despertar, los vio, con gozo, convertidos en flores
11. O como el del que cerró un momento los ojos velados por las lágrimas y, al volver a abrirlos, halló al ser amado más bello, más puro y más suyo.
12. En verdad les digo que el adiós no existe: si se pronuncia entre dos seres que nunca se encontraron, es una palabra innecesaria ; si se dice entre dos seres que fueron uno, es una palabra sin sentido .
13. Y, porque el recuerdo del ser amado crece en el alma con la distancia, como el eco en las montañas del crepúsculo………
14. Si me necesitas recuerda que siempre estaré allí… de alguna manera
15. Sobre el adiós… Según Khalil Gibran Adaptación de RHErazoP [email_address] Imágenes libres de internet Junio 2009