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A
Raquel Núñez Gómez.
´´ El amor es dar lo que no se tiene a quien no es ´´ Jacques Lacan
El amor de Lorenzana de Azareto; entre Dios y el Demonio.
Introducción.
Una mujer de la elite social, se enfrentó a un drama, de cómo resolver su
amor con su marido y un amante, dentro de una sociedad cartagenera del
siglo XVII, donde circularon los saberes de una religiosidad cristiana y una
de las artes mágicas como la hechicería. Un amor que se inscribió entre
sagrado y profano.
Los hechos que se marcaron en esta historia, nos muestra lo complejo-
contradictorio de la temática del amor en aquella época, como se definió
habían dos concepciones la de un amor natural, que tiende a hacia un
bien, y otro que está más allá de la simple relación del objeto, y que se
relaciona con el amante- amado (sujeto-a sujeto).
El amor1
en aquella época del siglo XVI y XVII, estaba determinada dentro
de un contexto, de una visión religiosa, de carácter humanista, sobre todo
tomado como referencia las teorías de Santo Tomas, San Agustín entre
otros que reflejan la dimensión del amor no solo a la naturaleza, sino en
1
El amor es un principio original de conocimiento que nos abre en una síntesis novedosa una dinámica
auténticamente personal cuya inteligencia nos conduce a vislumbrar el verdadero alcance de la acción
de Dios en el hombre´´ Pierre Rousselot. El problema del amor en la Edad Media, introducción, Ediciones
Cristiandad, Madrid, 2004, p 23. Véase también el texto; Fragmentos de un discurso amoroso, tercera
Edición, Roland Barthes, Editorial Siglo XXI, 2000
relación de un sujeto a otro. Es decir el amor dentro del sacramento
instituido por San Pablo del matrimonio2
.
La concepción de San Agustín quebrando la secular tradición de que la
mujer es la creadora de la vida, simbolizada en la Diosa-Madre de los agro-
alfareros, los españoles y portugueses trasladaron a nuestra América el
concepto machista aristotélico de que el verdadero generador de la vida
es el hombre, que provee su esperma la materia de la vida, mientras que
la mujer es solo receptáculo pasivo y débil, concepción que se mantuvo
hasta 1877 (,,,,,).3
Esto nos introdujo de cierta manera en inteligir el amor, en sus actos. Es
decir debemos tener la ´´ certeza ´´ de lo que hacemos y a donde nos
conduce. De cierta manera como se define con la concepción cristiana la
felicidad4
como un bien del ser humano. Consolidándose que el amor
cristiano como acto de generosidad de uno hacia otro, siendo este
diferente, pero de cierta manera como ese otro es la referencia a mí
prójimo, como el semejante.5
2
El amor en el matrimonio, en Ph, Aries, A Bejin, M Foucault y otros. Sexualidades occidentales,
Barcelona, Paidós 1987, p 177-188.
3
Divorcio y familia tradicional; Capítulo III, La condición de la mujer en la colonia y la consolidación del
patriarcado. Ricardo Rodríguez Molas, Ceal , Buenos Aires, 1984, p 5.
4
La ética de Tomás de Aquino sigue la línea aristotélica, aunque adaptada a presupuestos cristianos en
los que se basa el pensamiento del aquinate. Aristóteles consideraba que todas las acciones humanas
estaban encaminadas a un fin último concreto (telelología), y respecto a este todos los demás fines son
particulares, secundarios pues tan sólo sirven para alcanzar aquel fin último que unifica, organiza y
jerarquiza a todos los demás. El fin de todas las acciones humanas es adquirir la felicidad (eudaimonía).
La felicidad consiste en perseguir aquello que es lo más natural para la propia naturaleza. Según
Aristóteles lo más genuino del hombre es el uso de la razón, del logos, así el hombre será feliz en la
medida en que desarrolle al máximo su poder cognoscitivo y ejercite la capacidad racional
(intelectualismo). Salinas, Héctor. La ética en el pensamiento de Tomás de Aquino.
Pontificia Universidad Javeriana, Abril de 2005; Santo Tomás de Aquino dijo; La
mujer necesita marido no solamente para la generación, lo mismo que ocurre en
los demás animales, sino también para su propio gobierno, pues el varón es más
perfecto en cuanto a la razón y más enérgico valor. (Suma Contra Gentiles, II,
123.)
5
Fundamentación Metafísica del Amor en Santo Tomás de Aquino. CAPÍTULO PRIMERO EL PROBLEMA
DEL AMOR; La perspectiva de Nygren; La idea de eros, Astorquiza Fierro, Patricia, Universidad de
Barcelona, departamento de Filosofía teorética y práctica, 13-06-2002, p 30.
Lo licito e ilícito6
, censurado por la sociedad cartagenera del siglo XVII, de
que algunas personas consultaron y llevaron a la práctica actos de
hechicería, que contradecían el principio de la fe, era por ello perseguido,
censurado, y castigado.
Esa falta, que asumió Lorenzana de Azareto, era castigable por parte de
las autoridades inquisitoriales, que dirimió una elección de amor, dentro
de las reglas, normas de lo no aceptable, todo por el bien de ella y la
sociedad en general7
. Pero lo que se va a encontrar en dicho proceso de
enjuiciamiento, de un adulterio8
o amancebamiento, como la violación de
un acto de amor dentro de los parámetros del matrimonio, no fue más
que una excusa a la que la misma inquisición se arropo, se escondió, para
castigar otra situación, en la que la misma Lorenzana de Azareto cayó en
su trampa.
El amor al otro cuando se excedía debía de ser controlado y
encomendarse a Dios, para su protección. Ya que se tenía que la mujer
podía caer en tentación, y crear crisis en la institución del matrimonio.
Todo ello implicó en el fondo, la cuestión del amor entre lo lícito e ilícito,
se dirimió un poder, que viene de una sociedad patriarcal. De aquella que
quiso controlar el amor, la sexualidad al interior del matrimonio, cuyo fin
último era la procreación.
6
En la América Colonial coexistieron una sociedad multi-étnica y pluricultural, ya que cada grupo étnico
contaba con la propia; la indígena, la de origen africano y la española también con sus variantes, y la
sincrética que fue conformándose a partir del mestizaje biológico y cultural a lo largo del periodo
colonial. Se analiza de cómo se centra en el poder hegemónico el modelo impuesto por los españoles a
través del catolicismo, modelo que permitió establecer los límites de lo permitido y lo prohibido en lo
que a la sexualidad concerniente. Inquisición Novohispana, Noemí Quezada, Martha E Rodríguez,
Marcela Suárez; Cosmovisión, sexualidad e inquisición de Noemí Quezada, Unam, Universidad
Autónoma Metropolitana, Instituto de investigaciones Antropológicas, México, 2000, p 77; Michel
Foucault, La volonté de savoir. Histoire de la sexualité, 1 Paris, Editions Gallimard, 1976.
7
Amor, honrar y obedecer en el México Colonial Patricia Seed, México Alianza, 1999.
8
El adulterio agrieta el matrimonio y minaba la moral: de hecho, descodificaba con su acción personal
todo aquello que la iglesia había fundido como mandato supremo y en ello contribuían hombres y
mujeres desde los lechos de sus pasiones furtivas. Si el adulterio era ´´ la forma extraconyugal por
excelencia ´´, su expansión arrasaba códigos del honor y la imagen de la mujer como patrimonio. De ahí
que una historia de los sentidos permitirá comprender cómo en los deseos se conjugaban los cambios
más profundos en las costumbres populares hasta invadir la corteza del árbol social. Texto La batalla de
los sentidos. Infidelidad, adulterio y concubinato a fines de la colonia. Amor loco, Hermes Tovar Pinzón.
Universidad de los Andes, facultad de Ciencias Sociales, facultad de Economía. Fondo Cultural Cafetero,
2004. Bogotá, Colombia. P 61 y 63
El amor de Lorenzana de Azareto; entre lo profano y lo sagrado.
Teniendo como referencia el apartado de La Educación Formal, los
criterios conceptuales, (teológicos-dogma9
del cristianismo), en los que
una mujer de la alta sociedad aprendió, asimilo para enfrentarse al
destino de su vida, lo relacionado al tema del amor le permitieron
comprender que el saber de la hechicería, podría encontrar una respuesta
a su conflicto con su marido.10
Según la explicación de la propia Lorenzana de Azareto, su experiencia de
amor la desbordo en un momento de su vida, casi por completo11
.
El amor de Lorenzana de Azareto con su amante se deslinda a partir de la
relación de este con la sexualidad12
. Se puede hablar de un amor
9
Lo que se erige como dogma es resistido y, como toda resistencia, hay una habitación para la
clandestinidad, el secreto, la mesura, la paciencia y el terror. En medio de la lucha surge un paisaje de
múltiples estrategias tendientes a fundar nuevas relaciones entre hombre y mujeres. Texto La batalla de
los sentidos. Infidelidad, adulterio y concubinato a fines de la colonia. Introducción; Los sentidos contra
el dogma, Hermes Tovar Pinzón. Universidad de los Andes, facultad de Ciencias Sociales, facultad de
Economía. Fondo Cultural Cafetero, 2004. Bogotá, Colombia, p 3.
10
Va un tanto su causa y así se escusa aquí de su relación de ella. Dona Lorenzana de Azareto, mujer de
Andrés del Campo de esta ciudad, de edad de veinte y siete años. Esta rea fue testificada por diez
testigos, dos varones mayores, y ocho mujeres, la una de edad de diez años (Lorenza de San Marcello) y
las demás mayores y los ocho de los dichos testigos cómplices y singulares, los cuales le testifican que de
siete años a esta parte en esta ciudad la dicha rea ha tratado con los susodichos de diversos hechizos,
supersticios y sortilegios y particularmente que la dicha rea enseño a uno de los testigos la oración de la
Estrella,,,,A.H.N Libro 1023 sobre los procesos inquisitoriales de la Inquisición de Cartagena de Indias;
véase también, el texto Cincuenta Años de la Inquisición de Cartagena de Indias, de Ana María
Splendiani, op, cit tomo 2 pagina 93.
11
El amor es extremadamente violento y extremadamente libre; libre, porque no sería posible atribuirle
otra razón de ser más que el mismo, independientemente que pertenezca a los apetitos de la naturales
violento porque sale al encuentro de los apetitos, los tiraniza, y parece no poder quedar saciarlo más que
por destrucción del sujeto que ama, por su absorción dentro del objeto amado. El problema del amor en
la edad media. Pierre Rousselot. El problema del amor en la Edad Media, introducción, Ediciones
Cristiandad, Madrid, poner página 44.
12
(,,,,,,) y este le dijo que enviase al negro con un vidrio chico y ellas preguntaron a este que les había de
enviar y este les dijo que un poco de aceite muy bueno para que pusiese en la cara y la dicha Doña
Lorenzana pregunto luego a este si con aquello le hablaría el capitán y la tesorera si dormiría aquella
noche su marido con ella y este respondió a entre ambas que si preguntaron a este que que habían de
hacer cfon el aceite y este les dijo que habían de tomar una pluma y sin llegar al aceite con la mano
untarse el rostro y no habían de oler el aceite. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo
1620, folios 6v- 7r
apasionado (adulterio), el cual implica una conexión intima entre amor y
atracción sexual13
. Este tipo de amor no era reconocido por la inquisición y
las autoridades de la sociedad cartagenera, sobre todo a nivel de la elite
social, como un sentimiento suficientemente válido para instaurar un
matrimonio o fundar alguna relación perdurable.
En la sociedad colonial americana su visión cristiana14
se basa en un dios
único creador masculino, las relaciones entre los sexos son asimétricas
,con superioridad del hombre sobre la mujer; entre ellas el amor y el
erotismo son conceptos separados, el amor dentro del campo del
matrimonio, lo institucional y socialmente aceptado y ligado a la religión;
en tanto que el erotismo se encuentra en las relaciones extraconyugales,
como parte de lo prohibido15
, lo sancionado y no aceptado socialmente, se
ubica por ello en el campo de la magia16
Normalmente se le consideraba como un sentimiento ´´ subversivo ´´ y
difícil de establecer dentro de los límites de la vida cotidiana
institucionalizada. El amor en la sociedad colonial cartagenera, como en la
13
El amor como vínculo social, discurso e historia; aproximaciones bibliográficas. Sarah Corona y Zeida
Rodríguez Morales, investigadoras del departamento de Comunicación Social, cultural. CUCSH. Espiral
estudios sobre Estado y Sociedad, volumen VI, Número, 17 Enero/Abril, México, 2000, p 52.
14
Dice el catecismo de Ripalda (Fue un texto doctrinal utilizado durante más de tres siglos como texto
básico de instrucción religiosa por los novohispanos y luego mexicanos de cualquier condición. Jerónimo
Ripalda, S.J Doctrina cristiana e intento bibliográfico de la misma, 1591-1900 (Madrid 1909), edición de
Juan M Sánchez) que las mujeres deben tratar a sus maridos con ´´amor y reverencia ´´, como la iglesia a
Cristo, mientras que ellos deben comportarse con ellas ´´ amorosa y cuerdamente ´´. En su expresión
más precisa, esas serían las actitudes recomendables dentro de la sociedad colonial, cuyas normas de
conducta emanaban de la doctrina cristiana.
15
El doctor Francisco Baçan Albornoz fiscal de este Santo Oficio ante V.S acuso de criminalmente a Doña
Lorenzana de Azareto mujer de Andrés del Campo vecino de esta ciudad de Cartagena de Indias,,,
proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620 folio 44v ; Y ten todo lo suso dicho se
presume ahora que la dicha Lorenzana de Azareto cometido muchos delitos contra nuestra santa fe
católica haciendo varios hechizos mesclando con ellos cosas sagradas con profanas,,, Proceso
inquisitorial contra Lorenzana de Azareto legajo 1620, folio 50v.
16
Roger Bastide, Elementos de sociología religiosa, Paris, A Colin, 1947, pp41-84.
Europa de dicha época se hizo en términos de conveniencia social,
económica.17
El amor se asienta entonces en una institución: el matrimonio18
, una
división del trabajo entre los sexos y un requerimiento de perdurabilidad.
Algunas experiencias que corresponden originalmente al tipo de amor
pasión quedaron destinadas a otro espacio social, el de la sexualidad19
con
el querido o querida, la adultera o adultero, fuera del entorno doméstico y
de la figura de la esposa madre.
Todo amor por la mujer de otro es escandaloso20
. Igualmente escandaloso
es el excesivo amor por la propia esposa. Un hombre prudente ha de saber
amar a su mujer con ponderación y no con pasión y, en consecuencia, ha
de saber controlar sus deseos y no dejarse arrastrar a la copulación. Nada
es más inmundo que amar a la propia esposa como a una amante,,,Que se
presenten a sus mujeres no como amantes, sino como maridos.21
17
Este punto es trabajado por Lawrence Stone, (1990) en Familia, sexo y matrimonio en Inglaterra
1500-1800. Fondo de Cultura Económica, México; Amor y opresión en los Andes coloniales, Bernard
Lavalle, Lima Instituto de los estudios peruanos e instituto francés de estudios andinos, 1990. Véase en
la genealogía de Lorenzana de Azareto, como su matrimonio obedeció a esos intereses de un grupo
social como era la elite cartagenera. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de azareto legajo 1620, folio
41r.
18
El amor como se ha mencionado, se daba dentro del matrimonio, definido en la colonia como ´´
comer dormir juntos ´´. En los siglos XVI y XVII se caracterizaba el amor como querer. El deseo de la
mujer era que la quisiese bien el marido y, como muestra de ese amor, que la tratase bien. Para el
hombre casado no solo era importante que la quisiera la esposa, sino que la reconociera como dueño y
señor, y se le respetara como jefe de familia. Religión y sexualidad en México, Noemí Quezada. Unam,
Universidad Autónoma Metropolitana, Instituto de Investigaciones Antropológicas, México, 1997, p 45.
19
El amor como vínculo social, discurso e historia; aproximaciones bibliográficas. Sarah Corona y Zeida
Rodríguez Morales, investigadoras del departamento de Comunicación Social, cultural. CUCSH. Espiral
estudios sobre Estado y Sociedad, volumen VI, Número, 17 Enero/Abril, México, 2000, p 52.
20
Dijo a que oyó decir ahora cinco años cuando don Francisco de Herrera oidor del Reino tubo preso al
sargento mayor Francisco de Santander y muy apretado por su causa se hacían en esta ciudad muchas
diligencias en razón de hechizos y que en particular se acuerda quien lo ha oído muchas y que la dicha
Doña Lorenzana mujer de Andrés del Campo le sustento todo el tiempo que estuvo preso en la cárcel
que lo primero que trataba deshonestamente con ella. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de
Azareto, legajo 1620, folio 17 verso
21
Sobre este punto en particular, véase ´´ El matrimonio indisoluble ´´, de Aries, Phillipe. En Sexualidades
occidentales, Editorial Paidós, México, 1987; 181-182.
Lorenzana de Azareto, busco una salida de su tragedia, con la ayuda de
Dios, y el Demonio, llegar a una estabilidad de crisis y a definir, una
reciprocidad con el amado. Pero esta se inclinó por lo prohibido dentro de
la sociedad elite que era el adulterio y sobre todo con escándalo público.
El recurso a la hechicería no fue inicialmente un problema para ella. En su
contexto social, en el que si el matrimonio no funcionaba, tenía el poder
de recurrir en su tiempo libre a la consecución de hechizos, conjuros22
para rehacer su amor con el sargento de las milicias Francisco de
Santander, que era su objetivo.
Esta actividad mágico religiosa, que se consideró como una parte de lo
heredado desde la península Ibérica, se constituyó en un espacio propio
donde desahogar su insatisfacción fruto de la indiferencia que sufría por
su condición de mujer encerrada en el hogar, las largas ausencias de su
marido. En el recurso a la hechicería influía también el deseo de vengar el
abandono y la infidelidad23
a la que fue víctima por parte de su esposo.
En el proceso inquisitorial vemos como se materializaba los modelos de
relación entre un hombre y una mujer, que fueron asimétricas, un poder
ejercido por el varón llegando a la prepotencia y el maltrato24
a su mujer
en el ámbito doméstico era frecuente, como lo denunció Sebastián
22
Roland Bathes. Fragmentos de un discurso amoroso. Ya que las historias de amor, a diferencia de las
´´ figuras ´´ literarias , son en realidad conjuros sociales contra el desorden amoroso, son formas que
rescatan de la cultura para explicar, de forma ordenada, la experiencia emotiva del amor. Editorial siglo
XXI, 1982, p 16.
23
Ytem dijo que en caso que haya depuesto contra la dicha Lorenzana, Margarita mulata su esclava la
tacha de su enemiga porque ella ha tenido muchas pesadumbres con su marido porque tenía amistad
deshonesta con ella por mucho tiempo,,,,proceso contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620 folio 75 r
El testimonio de Pedro de Alarcón, también lo corrobora;(,,,,) hallándose el dicho Andrés del Campo en
su oficio y volviendo la cabeza el su so dicho, el dicho Sebastián Pacheco le ponía por detrás de la cabeza
dos dedos como modo de cuernos que este señor y los demás oficiantes juzgaban y trataba de
cornudo,,,,proceso inquisitorial contra Lorenzanas de Azareto, legajo 1620, folios 85v
24
Véase los celos que le produce la amante de Sebastián Pacheco y este que vivió durante un tiempo en
su casa. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto legajo 1620, folios 74v.
Pacheco en su confesión, en que en su casa entraba todo tipo de personas
de mala reputación.25
Tales actividades eran comunes por una gran parte del entorno de
Lorenzana.26
Estas hechiceras, de distinta condición social y cultural
,ayudaron a Lorenzana de Azareto, y en su afán por deshacerse sutilmente
de su marido que la ignoraba y maltrataba. Por otra parte, estas
hechiceras ayudaban con sus artes mágicas a buscar y atraer al hombre
con quien deseaba sostener una relación prohibida.
Pocas llegaron al extremo que buscaban un nuevo amante27
como
Lorenzana de Azareto, pero sí fue frecuente la venganza sobre los
maridos28
por medio del uso de brebajes29
, pócimas, oraciones, y ritos en
los cuales lo profano y lo sagrado se mezclaban. Mediante estos recursos
trataban de hacer impotentes a sus esposos con el objeto de que
perdieran interés en buscar a otras mujeres o, en su defecto, para que
estas los rechacen. Aparentemente éste fue el caso de lo que le dio
Lorenzana de Azareto en una comida a su esposo con unas berenjenas y
que hizo que este salió, como testificó Sebastián Pacheco,30
hablaba
tonterías. Para el fiscal de la inquisición, los delirios del marido probarían
un supuesto intento de asesinato por parte de Lorenzana de Azareto
25
Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620 folio 24r; Véase el texto de Noemí
Quezada. Sexualidad, amor y erotismo. México prehispánico y México Colonial, capítulo sobre El
maleficio amoroso, Unam,/ Plaza Valdés 1996, p 259-278
26
La mujer del tesorero Juan de Iturrieta, Doña Ana María Matienço, viuda que se dedicó a las artes
mágicas. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folio 81v. Isabel Gonzáles, libro
1022 f 287 v, Isabel Noble, proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folio 24v.
Carlota Esquivel, proceso contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620 , folios 15r
27
La historia más bella de amor, acto II También el sentimiento. Escena 1. El antiguo régimen; Reina el
orden sexual.. De un amante a otro, Jean COURTIN, Paul Veyne, Jacques Le GOFF, Jacques Solé, Mona
Ozouf, Alain Corbin, Anne-Marie Sohn, Pascal Bruckner, Alice Ferney y Dominique Simonnet.
Anagrama. Barcelona 2004, p 75.
28
Lorenzana de Azareto fue una de ellas, y la otra fue una joven llamada Rufina que fue condenada por
la inquisición por el año de 1644, proceso este que se encuentra en el libro 1021. Del A.H.N Madrid.
29
Se destaca el uso de las berenjenas que le dio Lorenzana de Azareto a su marido, proceso inquisitorial
contra Lorenzana de Azareto legajo 1620, folio 24r.
30
Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620 folio 24v.
contra él. En muchos de los conjuros y oraciones se mencionó también el
deseo de venganza de la mujer contra el hombre que la había abandonado
por otra.
La mujer a partir del matrimonio31
era considerada como una propiedad a
la que se le podía maltratar, castigar y explotar; la sociedad justificaba
este maltrato, se pensaba que la mujer era dependienta e inmadura, y era
responsababilidad del marido corregirla y educarla durante toda la vida en
común. Como consecuencia del maltrato exagerado, que en ocasiones
ponía en peligro la vida de la mujer y la de sus hijos, el deseo manifiesto
de la mujer casada era amansar a su marido, quitarle lo bravo32
para
establecer la paz conyugal33
.
La designación de la infidelidad cometida por Lorenzana de Azareto como
un pecado de adulterio, falta grave a ojos del fiscal de la inquisición34
, no
era casual; tampoco lo era relación con los execramentos. Ambos derivan
directamente del discurso patriarcal que personifica la esencia del pecado
en el cuerpo femenino35
. El pecado no es neutro en términos de género.
31
Dentro del hogar, hombres y mujeres tuvieron similar participación y aún a ellas les correspondió
mayor responsabilidad, puesto que fueron quienes tuvieron una presencia más permanente en la casa,
aunque por cierto bastante alejada de aquel virtuoso encierro que propugnaban los moralistas. El tono
de las relaciones familiares fue determinado por las rutinas cotidianas más que por las normas y
restricciones canónicas o civiles. Con amor y reverencia. Mujeres y familias en el México colonial. Pilar
Gonzalbo Aizpuru, Jahbuch fur Gesschichte Lateinamerikas,Band 35 Sonderdruck im Buchhandel nicht
erhatlich, Bohlau Verlag Koln Weimar Wien, 1998, p 12
32
Oración para amansar; Fulano, bravo estas como un león, manso te tornes como Nuestro Señor, tú
seas el asno y yo, fulana el cigarrón. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto legajo 1620, folio
29r
33
Religión y sexualidad en México, Noemí Quezada. Universidad Nacional Autónoma de México,
Universidad Autónoma Metropolitana, Instituto de Investigaciones Antropológicas, México, 1977, pp
45-46
34
Ytem demás de la susodicha es cosa precisa y notoria que la dicha Lorenzana a vivido
deshonestamente que tiene escandalizada toda está república y por su causa se han ofrecido muchas
ocasiones de que pudiera resultar muy graves daños y siendo necesario podrá N.S mandar información
de su mala vida y los hombres la cual es de manera muchas veces querido e intentando darle muerte a
su marido con mayor libertad a sus vicios y deshonestidades.. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de
Azareto, legajo 1620, folio 50r.
35
Es la concepción que se transmite desde la creación del mundo, recreando con los personajes bíblicos,
del libre Génisis como Eva seduce, e induce al Adán al pecado original.
La necesidad de controlar la sexualidad femenina en virtud del derecho y
la autoridad del pater familia y la transmisión patrilineal de los bienes
patrimoniales requiere diversos mecanismos de control que limitan la
proyección de las mujeres en el ámbito público y privado.36
Las faltas de Lorenzana de Azareto se circunscriben exclusivamente a la
esfera privada debido, a la limitada proyección de una mujer dentro del
ámbito de lo público. Si la sexualidad es una actividad que se desarrolla
básicamente en el espacio familiar - y como ella muchas de las mujeres
de la sociedad cartagenera desarrollaron su experiencia extramatrimonial
con fines amorosos tengan netamente un cariz sexual37
, debido
precisamente como era el adulterio algo totalmente prohibido.
El discurso patriarcal en Lorenzana de Azareto desplegaba un código
moral en el que la subordinación de las mujeres por motivo de sexo ocupó
un papel fundamental.38
La sexuación de los pecados traza una línea
indivisible entre la moral masculina y la sumisión femenina, entre los
pecados públicos de los hombres y los pecados privados39
de las mujeres.
Se pudo apreciar, y remarcar era que el matrimonio de Lorenzana de
Azareto, fue más algo de conveniencia. Era la forma de un pariente suyo
conseguía desembarazarse de ella. Por lo tanto, no existía una felicidad en
su matrimonio, sino que éste respondía a los intereses de otro.40
36
El matrimonio de Lorenzana de Azareto, determinado por el interés de su tío materno tiene dicho
objetivo. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620 folio 41 r.
37
El amor y la sexualidad reprimidos por la nueva moral cristiana (;;;). Escena 1. El antiguo régimen;
Reina el orden sexual. Dominique Simonnet.. del texto La historia más bella del amor de Jean Courtin y
otros, op, cit p 65.
38
Mientras Lorenzana de Azareto era acusada de adulterio, su marido no tenía ningún inconveniente
como dijo uno de los testigos, de ser un hombre cornudo. La mujer de por sí, es de naturaleza flaca,
como en muchas ocasiones ella se calificaba ante los inquisidores. Una concepción muy patriarcal de la
época. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620 folios 85v.
39
Lo de Lorenzana de Azareto no fue tan privado, era vox populi en la ciudad de Cartagena de Indias.
Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto legajo 1620 folio 93r.
40
Las personas que a una edad muy temprana quedaban huérfanas o abandonadas de sus padres eran
acogidas por alguna institución religiosa, o en su defecto, por otros parientes cercanos. En este caso la
Lorenzana de Azareto, mujer blanca, de la elite, se fue haciendo
inconscientemente reproductora del sistema de dominación patriarcal en
su nuevo papel de ama de casa, como si esa hubiese sido su condición
natural. De la época colonial proviene también el hecho de que lo familiar
debe quedar reservado al ámbito privado, aunque es sabido que la familia
en su origen y desarrollo- constituye un fenómeno social.41
Con todo ello, el amor y el matrimonio no corrían paralelos42
. Las normas
de comportamiento aceptadas y asimiladas por su marido y ella lo
sometían a un legado de formalismos convencionales. El respeto, la
diferencia y la buena voluntad, de contenido cristiano sustituían al amor.
El amor, la pasión-recalcaban los clericós- destruían la vida conyugal.
La relación de Lorenzana de Azareto con su marido Andrés del Campo,
tuvo realmente consecuencias funestas, especialmente para la primera
según su propia relación ante el tribunal. El marido tuvo preocupación por
los hijos tuvieran a su madre43
, como se demostró ante la Inquisición, al
igual que la reputación de su entorno familiar ante la sociedad
cartagenera de ese entonces.
Lorenzana vivía un doble drama por la indiferencia de su marido y la
mirada de la sociedad. Lorenzana buscó en la persona de Francisco de
opción de Lorenzana de Azareto, que en ese momento tenía once años, era la de un matrimonio por
conveniencia. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, véase Genealogía, folios
41 r. Basados en el criterio de que el matrimonio es solo para la procreación, los españoles trataban de
casarse con adolescentes, como el caso de Lorenzana de Azareto, porque mientras más jóvenes mayor
era el tiempo disponible para aumentar la descendencia. El derecho civil canónico llego autorizar el
casamiento a las niñas de doce años. De ahí la frecuencia de uniones entre hombres de mayor edad con
jóvenes adolescentes, obligadas a casarse a la fuerza y la imposición de su familia. Divorcio y familia
tradicional. Capítulo III, La condición de la mujer en la colonia y la consolidación del patriarcado. Ricardo
Rodríguez Molas, Ceal, Buenos Aires, 1984.
41
Divorcio y familia tradicional; Capítulo III, La condición de la mujer en la colonia y la consolidación del
patriarcado, Ricardo Rodríguez Molas, Ceal, Buenos Aires, 1984, p 5
42
Ella con Francisco de Santander, y el con otra esclava de su servicio doméstico. Proceso inquisitorial
contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620 folio 59 r y 85v.
43
Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folios 100r
Santander44
, sargento de las milicias del presidio en la ciudad de
Cartagena de Indias, el medio para reinventar su amor con un hombre45
.
Simultáneamente se desarrollaba la crisis con su marido46
, convirtiéndose
en vox populi el escándalo por amancebamiento con un hombre de mala
reputación.47
Todo amor que se diera al margen del sacramento del matrimonio-sobre
todo el adulterio -se prohibió. Concebido como pecado, el amor
prematrimonial y el extramatrimonial fueron drásticamente sancionados
por la iglesia y castigados por la justicia civil.48
Lorenzana de Azareto y Andrés del Campo estaban destinados a
encontrarse siempre a pesar de las diferencias existentes, como lo mostró
el proceso inquisitorial49
. Siempre teniéndose presentes, sin ignorarse,
aunque sea abriendo grandes interrogantes. El temor que pudo
inicialmente tener Lorenzana de Azareto a su marido, o incluso cierto
44
,,,el otro día por la mañana de como estuvieron los ministros del Santo Oficio examinándola en el dicho
caso de Doña Lorenzana yendo ya la armada a la vela el envió a esta testigo un recaudo el sargento
mayor Francisco de Santander diciéndole que había sabido como había venido de esta parte del Santo
Oficio a este convento que era buena señal que la dicha Lorenzana saldría puesto fuera y esta testigo no
respondió al recaudo por irse ya la armada. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto legajo
1620 folio 88r.también folios 92r-93r. y el folio 100r donde Lorenzana de Azareto le dedica una oración a
su amante para que venga a su voluntad y le ame
45
Aquí hacemos referencia al amor como una alteridad, y como se definía antes desborda a la persona,
produce cierta violencia. Diremos que Lorenzana de Azareto, ´´ violenta ´´ lo establecido por una
sociedad, y sobre todo por las norma de una sociedad patriarcal. Recuerdes que ella, su opción de
matrimonio fue definida por un tío suyo, en la línea materna.
46
Dijo que recorriendo su memoria se le han ocurrido algunas cosas que decir entre otras dijo que parece
ya tiempo la dicha Doña Lorenzana pidió a este reo un remedio para hacer dormir a su marido y tomarle
las llaves que tenía debajo de la almohada de la cama sin que sintiese para irse a casa del sargento
mayor y este reo le hizo el remedio de la hierva ( ,,,,) Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto,
legajo 1620, folio 8r.
47
Véase el testimonio de Fray Gaspar de Herrera; Dijo que oyó decir ahora cinco años cuando don
Francisco de Herrera oidor del Reino tubo preso al sargento mayor Francisco de Santander y muy
apretado por su causa se hacían en esta ciudad muchas diligencias en razón hechizos y que en particular
no se acuerda quien lo ha oído aunque han sido muchas y que la dicha Lorenzana de Azareto mujer de
Andrés del Campo le sustento todo el tiempo que estuvo preso en la cárcel que lo primero que trataba
deshonestamente con ella,,, proceso inquisitorial, legajo 1620, folio 17 v.
48
Véase el texto. La batalla de los sentidos. Infidelidad, adulterio y concubinato a fines de la colonia,
Bogotá, Fondo de cultura Cafetera, 2004.
49
Véase como justifica con Almanza la defensa para que su mujer salga de la inquisición. Proceso
inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folio 79r.
respeto, se rompió cuando ella da un paso al frente como medio de
atenuar ese sufrimiento, y soledad de un amor que se extinguió.
Ella deseo en su singularidad tener un hombre que la amara, no importara
lo que dijesen de ella el resto de su entorno de la elite a la que perteneció.
Ella tenía que buscar resolver dos situaciones en relación con el amor. De
una tener paz con su marido50
, por su carácter fuerte, y la otra de como su
amante, que era conflictivo como persona socialmente podía tener una
continuidad, y estabilidad del mismo. Recurre a la hechicería, más que a
Dios de la religión cristiana, ella sabía que su amor, no se inscribía con la
convicción que tuvo en ese momento, de su creencia, en aquella época de
algo eterno e inmutable según lo expresado por San Pablo51
, con el
sacramento del matrimonio. Donde el amor llevara al entendimiento de
dos personas a la felicidad, y la de un bien común entre ellos y sus hijos,
como un objetivo, una acción de gracias de Dios.52
En la mujer atraer a un hombre, implicaba el deseo femenino por llamar la
atención, para ser valorada como objeto de deseo, y lograr una situación y
relaciones estables. Atraer al hombre a su casa, y que no hubiese
problemas, era el deseo de alguna. Aficionar al hombre53
para que la
quisiese y poder conducirlo a la ´´torpe comunicación, al amor lascivo ´´
50
Dijo que a Juan Lorenzo mulato pidió esta confesante hiciese algunas oraciones para tner paz con su
marido habiéndole él dicho que savia hacerla y el dicho mulato le dijo que si quería le haríaq también
oraciones para otras personas sin su marido y esta confesante le dijo que no tenía necesidad más que
para su marido para tener paz con el,,,,proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto , legajo 1620
folios 67v.
51
Para San Pablo afirmar que el amor es el ´´ agape ´´; la difusión espontánea y gratuita de una
generosidad.
52
Dijo que ahora diez y seis años se caso con Andrés del Campo en esta ciudad y durante su matrimonio
a tenido a Julio del Campo de doce años y a Pedro Jacome de cuatro años y el ultimo Andrés niño de dos
meses, Thomasa de edad de trece años.Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620,
folios 40 v
53
Y también que la dicha rea había hecho un muñeco con piernas y brazos y le puso una venda atada al
cuerpo y lo envió al dicho hechicero para que lo aderezase y que el dicho hechicero le dio a la rea un poco
de aceite, diciendo que era óleo santo y que la rea se aprovechó de él, untándose la cara para que su
amigo que se había enojado, volviese a su amistad deshonesta. Proceso inquisitorial contra Lorenzana
de Azareto, legajo 1620, folios 59r
que llevaba el acto carnal, y además que no la olvidara, era la ilusión para
evitar el abandono. El deseo erótico fue una mezcla de emoción
necesidad por resolver la vida sentimental, pero también la situación
económica cotidiana.54
Esta situación, que hizo Lorenzana de Azareto, con su matrimonio
(sexualidad), donde rompe todo el esquema o saber de un discurso del
patriarcado impulsa lo que Roger Bartra55
denomina redes simbólicas que
mediante la desligitimación de los elementos transgresores permiten
desplegar la estrategia de control y represión a largo plazo contribuyen a
reforzar las estructuras del sistema.
Durante el proceso colonial, que le siguió a la conquista, donde se impuso
una serie de leyes para su convivencia, alguna historiadora como Pilar
Gonzalbo A, plantean que la identificación de algunos problemas de
convivencia, se debieron a la contradicción de una teoría y una realidad
como practica social. Las reglas de convivencia social pudieron haberse
impuesto por dos vías; la adopción de un modelo ideal, con la exigencia de
aplicarlo a la realidad, o, por el contrario, la gestación de prototipos de
comportamientos seguida de su codificación legal. En la Nueva España no
hay duda de que las leyes fueron anteriores a la práctica, puesto que,
impuestas desde la metrópoli, procedían de un pasado Medieval en el que
no existían circunstancias similares a las que se dieron en el Nuevo
Mundo.56
54
Lorenzana de Azareto, tuvo una condición social, que le posibilito una estabilidad, era su marido un
escribano de la gobernación de Cartagena de Indias, y con una alta reputación, que venía de España.
Andrés del Campo, Contratación 5228 N 2,R 21, 1579-1-12; Contratación 5347 N 15 1 Recto 1-12 1615-
3-6. De otro lado en varias incursiones con Juan Lorenzo busco hechizos y conjuros para atraer al
hombre que la quisiera. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto legajo 1620, folios 5 y ss.
55
Bartra, Roger. Las redes imaginarias del poder político. México, Era, 1981.
56
Con amor y reverencia. Mujeres y familias en el México colonial por Pilar Gonzalbo A Jahrbuch Fur
Geschichte Lateinamerikas, Band 35 Sonderdruck im Buchhandel nicht erhaltlich, Bohlau Verlag Koln
Weimar Wien, 1998,p 13
Lo que se pudo determinar en el proceso inquisitorial de Lorenzana de
Azareto, era que el poder de un saber en sus diferentes formas de
transmisión, tanto oral y escrito, ante una sociedad abigarrada en sus
diferencias, no tuvo el ideal a cumplir57
, debido esto a que habían otros
saberes diferentes al español, en que los distintos grupos sociales creían, y
creyeron durante la época colonial americana. Lo que se demuestra con el
caso de las artes mágicas, era que su discurso, producto de una serie de
mestizajes pudo contraponer su saber, frente al saber hegemónico del
imperio español.
Lorenzana de Azareto como hechicera de la elite cartagenera, en
compañía de otras de diferentes grupos sociales, lo que hizo fue valerse
de ese saber, mágico, pagano y ancestral de muchas culturas venidas de
otras regiones, para acceder a como establecer relaciones sociales y de
parentesco con otros grupos sociales que habitaron la ciudad de
Cartagena de Indias. Estas redes sociales sirvieron a muchas mujeres para
mantener una identidad58
, y un cierto poder dentro de la misma sociedad.
Pero ese poder nunca fue una amenaza para el poder central que el
imperio en la Nueva Granada, y en especial la región de Cartagena de
Indias en el Caribe granadino.
La mujer ante el mandato religioso como en el caso de Lorenzana de
Azareto cuando se casó asumió una pasividad por una elección que no era
de su competencia59
, pero mediante las artes mágicas ella deseaba
revertir un orden establecido y obtener poder para someterlo y
57
Nos referimos al amor en el matrimonio.
58
La magia amorosa en tanto proceso social, aparece en la nueva España entre las mujeres como un
mecanismo de resistencia de poder masculino, resistencia de oprimidos; revertir el poder mediante las
prácticas proporcionaba la posibilidad de someter al hombre a sus deseos y fantasías. En esta resistencia
las mujeres no asumen el papel social impuesto. Inquisición Novohispana, Noemí Quezada, Martha E
Rodríguez, Marcela Suárez. Cosmovisión, sexualidad e inquisición, Noemí Quezada, op, cit p 84.
59
Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folio 41 r.
controlarlo a su hombre. La magia amorosa como un proceso social
permitió atraer al ser amado sin tomar en cuenta su propio deseo,
reflejaba la necesidad femenina del equilibrio social, lo que Foucault
propone como mecanismo de resistencia de los sometidos.60
En el proceso inquisitorial nos muestra las emociones que se derivaron de
las relaciones entre ellos, a veces el amor, celos61
, culpa, mal del
corazón62
, se manifestaban en la mujer dentro del matrimonio; conseguir
un marido, y después conservarlo y retenerlo. Sin embargo el proceso
inquisitorial sorprende, en este revertir del orden social por medio de la
misma magia como la hechicería63
las mujeres de su entramado
expresaron sus deseos y fantasías, rompiendo con la virtud más valorada
en ellas, la castidad; expresando deseos en el campo del erotismo, en el
manejo más libre de la sexualidad y en la búsqueda del placer carnal. La
estabilidad económica por medio del matrimonio, pero también el
amancebamiento o adulterio, era vital para ella, a esto respondió la
necesidad de agradar a los hombres, sus protectores tiranos. La mujer
manceba conocía la carga erótica de la relación y trataba de responder a
los requerimientos del hombre para retenerlo y asegurar a sus hijos.64
60
Michel Foucault. ´´El sujeto y el poder´´, en Hubert L Dreyfus y Paul Robinonw (eds), Maás allá del
estructuralismo y la hermenéutica, México, Unam, 1988, pp 229 y 231.
61
(,,,,) que le habían dado un poco sin decir lo que era ni quien se lo había dado para su marido no viera
tanto y no fuera celoso de que había de saber una domina que había de traer al cuello y que así mismo le
dijo que sabía la oración del Justo y que no lo dice por odio. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de
Azareto, legajo 1620, folios 62v
62
Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folios 44r.
63
Someter al otro a su voluntad, trastocar todo lo establecido dentro del matrimonio; fulano criados
tienes y no me los envía yo los tengo, yo se los envió tres diablos patentes, tres liebres corrientes, tres
galgos prudentes a volar, a volar, a volar me salgo con lo cual oración decía la Doña Lorenzana hacía que
un maigo suyo se deshiciese por ella y que también le refirió otra oración,,,,,proceso inquisitorial contra
Lorenzana de Azareto, legajo 1620 folios 5v-6r.
64
Inquisición y la sexualidad en México. Noemí Quezada, Marcela Suárez, Martha E Rodríguez;
Cosmovisión, sexualidad e inquisición., Noemí Quezada, Unam, Instituto de investigaciones
Antropológicas, Universidad autónoma de México, México 200 pp 86 y 87.
El tribunal inquisitorial de la ciudad de Cartagena de Indias según su
criterio el deseo de Lorenzana de Azareto y su entorno era la de buscar un
hombre que las quisiese bien, o el adivinar lo que ´´ habría de suceder65
´´,
el averiguar si alguien se casaría de nuevo, o si cierta persona, a quien no
veía hace tiempo, ´era viva o muerta ´´. De acuerdo con sus explicaciones
pareció ser que les era impensable el deseo y afán por averiguar todo tipo
de información que le permitiera abrigar la más mínima ilusión o
esperanza que le aliviara su sufrimiento.
Las victimas de sus hechizos era su marido, Andrés del Campo, y su
amante Francisco de Santander, alguien que en cualquier momento
tendría que aparecer con el deseo de amarla y de protegerla
incondicionalmente. Dentro de esta situación se destacaba la de tener
aventura con un hombre, el encontrar alguien que le regalase mucho y la
quisiera, o el de un determinado hombre que la dejase; Lorenzana de
Azareto tuvo dificultades con su marido intentaba ´´ desenojarlo ´´, tomar
alguna represalia por medio de venganza o hasta deshacerse de él.
Conjurote Estrella la más alta la más bella-conjurote con la una, con la dos,
y con ta tres y de esta suave salta llegar a las nueve, por el monte Olivete
entra, por el monte Olibete entréis tres baras de cerebro negro me cortéis
en las muelas devanadas las amoléis y traigan a fulano atado y amarrado
a mi querer y a mi mandar y atada a mí voluntad an que nadie se lo pueda
arrebatar(,,,,)66
No sería extraño en este caso que el ideal de una mujer
65
Al reconocer su delito ante el Santo Oficio, afirmo que ella le había hecho creer a todo el mundo que
estaba favorecida por Dios, y que las animas le revelaban lo que quería saber porque ella era santa, pero
confiesa que todo aquello era una invención suya porque ni veía ni hablaba con el Anima Sola, sin
embargo así se lo hacía creer a los que consultaban algunas boberías, como si las supiera y se lo hubiera
revelado, lo cual hacía para consolarlos y para que diesen el sustento y vestido lo que hubiese menester.
Se trata de Isabel Gonzales, que junto con Isabel Noble hacían esta actividad, y eran parte del entramado
de Lorenzana de Azareto. A.H.N, Libro 1022 f, 287. Y proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto,
legajo 1620 folios 24v-25r.
66
Confesión de Isabel Carvajal, proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folio 1r.
fuese nada menos y nada más que el lograr apoderarse de la voluntad de
un hombre en cuestión.
El deseo de seguridad llevaba a la mujer en las relaciones eróticas como la
casada, a hechizar, enfermar o ligar a un hombre67
, a veces por venganza
por haberla abandonado. Rendir a los hombres ´´ locos de amor ´´ a través
del placer sensual permitía a la mujer evitar el abandono y el olvido, las
mujeres construían cotidianamente estas relaciones, con su trabajo y
atenciones al hombre.68
La mujer en la relación erótica, buscaba un fin, la necesidad de ser amada
para tener seguridad y reconocimiento social a través de un hombre,
como así en la parte del matrimonio, la mujer buscaba que su marido
fuera un soporte económico; todo formaba parte de la concepción
amorosa y erótica femenina.69
Las mujeres se relacionaron en la hechicería70
con fines amorosos en el
epicentro de esas redes imaginarias con un triple objetivo; en un primer
lugar eliminan las críticas directas o indirectas contra la discriminación que
padece las mujeres en el sistema patriarcal; en segundo lugar se focaliza el
descontento social en un único elemento que simbólicamente representa
la idea de cambio y; en tercer lugar cohesionar el cuerpo social mediante
67
Así mismo le testifican que la rea hizo la oración del Señor de la Calle para atraer a un hombre a su
voluntad y que el dicho conjuro había venido el hombre a quien llamaba ella y que enseño a la rea otra
oración a uno de los testigos, que comienza fulano, bravo estáis como un león y que era buena para
dicha en cara (,,,,,). Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto legajo 1620, folio 59 r.
68
(,,,,) y la dicha Lorenzana dijo a este Lorenzo por vida vuestra que me buscais nada y este le dijo que
tengo de buscar que yo no sé nada, para que el capitán me hable que a tres días que no me habla- y la
dicha Lorenzana Ana matienço que estaba presente le dijo a este confesante en lengua de Indias ya ya
que quiere decir padre por vida vuestra que nos busquéis algo con que huntarnos para que mi marido no
huya de mí y este confesante les dijo si si hare y entre ambos dijeron luego a de ser(,,,,,,) un poco de
aceite muy bueno para que se lo pusieran en la cara(,,,,,) con aquello el capitán le hablaría. 6v- 7r.
69
Lorenzana de Azareto, creyó en el adulterio como una opción diferente a la del matrimonio, y la
hechicería sería el instrumento para asegurar la voluntad de ese hombre, llamado Francisco de
Santander. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto , legajo 1620, folio 70v.
70
Véase, el apartado como ellas se organizaron en redes sociales, en la ciudad de Cartagena de Indias.
la identificación de un supuesto enemigo común71
. Lorenzana de Azareto,
con los conjuros, oraciones, hechizos buscaron el cambio de mentalidad
de la mujer de esa época.
La misma unidad del amor, lo que nos hizo llevar, e interrogar en relación,
a que dicha unidad, cuerpo- mente, el amor así mismo, y su relación o
proyección con el otro, correspondían como se pudo ver, a un entramado
de relaciones sociales, afectivas, sentimentales bastante complejas.
Los problemas amorosos permearon a toda una sociedad de diferentes
grupos sociales, a los que unas mujeres como ha señalado en otro
apartado formaron un entramado72
y se enfrentaron a una sociedad, que
no les daba mucha margen de maniobra para rehacer su vida, y acceder a
otros espacios que estaban en manos del hombre.
El desprecio del hombre, su indiferencia, la misma infidelidad, llevaron a
Lorenzana de Azareto a preguntarse por su condición de amada, o
amante, busco por todos los medios rehacer su vida, ya sea por medio de
los hechizos, conjuros u oraciones como instrumentos en los que ella y su
entramado creyeron para que tuvieran un mejor destino en sus vida, y no
soportar la tristeza, el desprecio del otro, cuando éste perfectamente
tenía otras posibilidades con otra, mientras que si la mujer lo hizo como
Lorenzana de Azareto, con un adulterio era perseguido y condenado por la
misma inquisición de la ciudad de Cartagena de Indias, ya que era la que
incitaba al pecado y culpable de que sus marido o su matrimonio se
rompiera, como se pudo ver claramente con dicho proceso inquisitorial.
71
De la tierra al cielo líneas de investigación recientes de historia moderna. Entre conjuros y pactos
diabólicos. La proyección de las mujeres en el discurso demonológico por Yolanda Beteta Martín,
Universidad Complutense de Madrid, Coordinador Eliseo Serrano Martin, Institución Fernando el
Católico, diputación de Zaragoza, publicación 3238, 2013, p 875
72
Por qué unas mujeres hechiceras formaron redes sociales.
El entramado de hechiceras de Lorenzana de Azareto buscaron con los
elementos de las artes mágicas, oscilar entre Dios y el Demonio73
, a pesar
de ser este último el del mal, se recurrió como un elemento de venganza o
castigo del hombre que le dejo, y que experimentara en su propio cuerpo
el castigo al que debían de asumir, cuando una mujer en su situación de
desprecio, y atormentada por un amor no correspondido, debía de pagar,
con su propio cuerpo, como se ve en muchos conjuros, hechizos y
oraciones, que la misma inquisición valoro como tentaciones al pecado, y
sobre todo que ella creyeran en algo absurdo, y equivoco que la iglesia
calificaba dichos actos litúrgicos como un agravamiento de la mujer en el
pecado, y sobre todo una traición a la religión y sobre todo al sacramento
del matrimonio.
Conclusiones.
Se planteó en este texto como una situación de drama que vivió una
mujer de la alta sociedad cartagenera, con respecto al amor. Debido
básicamente a los principios en que ella fue educada e inculcada en una
moral cristiana, donde el amor al otro, como su semejante debía
mantener una reciprocidad, y un objetivo de que dicho amor se
enmarcase dentro de la institución del matrimonio.
Pero ese amor en Lorenzana de Azareto no solo tenía una significación
personal, sino que trasciende todo el ámbito de lo social en el que vivieron
las mujeres de diferentes rangos social, cultural, y étnico. Se pudo
ejemplificar en el caso de la rea, con el escándalo que protagonizo dentro
de la misma sociedad cartagenera, con el amancebamiento con un
sargento de las milicias del presidio de la ciudad.
73
La mujer tenía así dos opciones para buscar un equilibrio; la religión y la magia; ambas
proporcionaban seguridad. Roger Bastide. Elementos de sociología religiosa, París A, Colin, 1947, p 23.
Era lógico para Lorenzana de Azareto que lo prohibido, censurado, lo que
estaba más allá de la ley, era su opción. Porque lo que la sociedad de ese
entonces criticó se convirtió en una alternativa. Ya que la misma sociedad
impuso unas normas de convivencia que no posibilitaron sino diferencias
insalvables dentro de los grupos colectivos que habitaron la ciudad. La
sexualidad dentro del matrimonio, no tuvo los frutos que la misma
sociedad o la iglesia pretendían dentro de una moral impuesta por el
imperio español.
Donde las mismas condiciones impuestas por una sociedad, para
controlar, y regir los destinos de una población de una gran diversidad
cultural, dieron al traste, por sus contradicciones con muchos de los
problemas que las autoridades se tuvieron que enfrentar, para tratar
entre otros de controlar, los desvíos de unas normas, que en lo cotidiano
no daban sus resultados. Todo lo contrario, las diferencias, como en el
caso del amor de una mujer, dieron mucho que hablar, e interrogarse en
este caso por parte de una mujer de la elite, que alzo su voz, para
denunciar, los limites, y el control que tuvo la mujer desde el hogar, hasta
la misma cotidianidad, o relación de su espacio con otras mujeres y
hombres de diferente entorno.
Lo licito e ilícito del amor se pone en evidencia como una mujer de la alta
sociedad, tuvo que asumir, para demostrar que fuera del matrimonio
habían otras opciones para rehacer su amor, como fue el adulterio o el
amancebamiento que fue propio de otros grupos sociales de menor rango
que el de la raza blanca.
Fue por medio de los hechizos, los conjuros que esta mujer y muchas de
su mismo entorno, emprendieron la búsqueda de un espacio, un tiempo
en la que ellas pudieran tener un poder, en referencia a toda una
marginalidad, con relación a tener un papel o rol protagónico en la misma
sociedad, que lo único que hizo, como lo ejemplifica la inquisición del
Santo Oficio, era prohibir, y censurar algunos hechos como en temas del
amor, la mujer hizo reivindicar por medio de las artes mágicas, que en la
ciudad circulo de manera abierta y clandestina en muchas ocasiones.
Pudo establecer redes sociales para mantener una identidad, defenderse
de una imposición ideológica, concretamente en el tema del amor. Que no
necesariamente debía pasar por el sacramento del matrimonio. Sino que
contemplo otras opciones que en otros grupos sociales se arraigaron
como era por ejemplo la unión libre, o que un hombre tuviera varias
mujeres de su entorno próximo.
El amor se erigió como una cierta excusa, para que una mujer fuera
condenada y castigada, por unos hechos que no fueron tan relevantes,
aunque el escándalo que ella y su amante protagonizaron, no transcendió
más allá de lo esperado, a pesar de su momento. Todo ello se puede
resumir, que el amor prohibido, era el reflejo de una sociedad, donde el
amor libre, la unión libre, o el amancebamiento era algo natural, de una
sociedad que en muchos grupos sociales no se rigieron por unas normas
establecidas por la sociedad de ese entonces. Esto de una ley, si bien se
aceptaba, en el fondo no se cumplía.
Trabajo hecho por
Luis Carlos Restrepo Martínez.

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El amor de lorenzana de azareto

  • 1. A Raquel Núñez Gómez. ´´ El amor es dar lo que no se tiene a quien no es ´´ Jacques Lacan El amor de Lorenzana de Azareto; entre Dios y el Demonio. Introducción. Una mujer de la elite social, se enfrentó a un drama, de cómo resolver su amor con su marido y un amante, dentro de una sociedad cartagenera del siglo XVII, donde circularon los saberes de una religiosidad cristiana y una de las artes mágicas como la hechicería. Un amor que se inscribió entre sagrado y profano. Los hechos que se marcaron en esta historia, nos muestra lo complejo- contradictorio de la temática del amor en aquella época, como se definió habían dos concepciones la de un amor natural, que tiende a hacia un bien, y otro que está más allá de la simple relación del objeto, y que se relaciona con el amante- amado (sujeto-a sujeto). El amor1 en aquella época del siglo XVI y XVII, estaba determinada dentro de un contexto, de una visión religiosa, de carácter humanista, sobre todo tomado como referencia las teorías de Santo Tomas, San Agustín entre otros que reflejan la dimensión del amor no solo a la naturaleza, sino en 1 El amor es un principio original de conocimiento que nos abre en una síntesis novedosa una dinámica auténticamente personal cuya inteligencia nos conduce a vislumbrar el verdadero alcance de la acción de Dios en el hombre´´ Pierre Rousselot. El problema del amor en la Edad Media, introducción, Ediciones Cristiandad, Madrid, 2004, p 23. Véase también el texto; Fragmentos de un discurso amoroso, tercera Edición, Roland Barthes, Editorial Siglo XXI, 2000
  • 2. relación de un sujeto a otro. Es decir el amor dentro del sacramento instituido por San Pablo del matrimonio2 . La concepción de San Agustín quebrando la secular tradición de que la mujer es la creadora de la vida, simbolizada en la Diosa-Madre de los agro- alfareros, los españoles y portugueses trasladaron a nuestra América el concepto machista aristotélico de que el verdadero generador de la vida es el hombre, que provee su esperma la materia de la vida, mientras que la mujer es solo receptáculo pasivo y débil, concepción que se mantuvo hasta 1877 (,,,,,).3 Esto nos introdujo de cierta manera en inteligir el amor, en sus actos. Es decir debemos tener la ´´ certeza ´´ de lo que hacemos y a donde nos conduce. De cierta manera como se define con la concepción cristiana la felicidad4 como un bien del ser humano. Consolidándose que el amor cristiano como acto de generosidad de uno hacia otro, siendo este diferente, pero de cierta manera como ese otro es la referencia a mí prójimo, como el semejante.5 2 El amor en el matrimonio, en Ph, Aries, A Bejin, M Foucault y otros. Sexualidades occidentales, Barcelona, Paidós 1987, p 177-188. 3 Divorcio y familia tradicional; Capítulo III, La condición de la mujer en la colonia y la consolidación del patriarcado. Ricardo Rodríguez Molas, Ceal , Buenos Aires, 1984, p 5. 4 La ética de Tomás de Aquino sigue la línea aristotélica, aunque adaptada a presupuestos cristianos en los que se basa el pensamiento del aquinate. Aristóteles consideraba que todas las acciones humanas estaban encaminadas a un fin último concreto (telelología), y respecto a este todos los demás fines son particulares, secundarios pues tan sólo sirven para alcanzar aquel fin último que unifica, organiza y jerarquiza a todos los demás. El fin de todas las acciones humanas es adquirir la felicidad (eudaimonía). La felicidad consiste en perseguir aquello que es lo más natural para la propia naturaleza. Según Aristóteles lo más genuino del hombre es el uso de la razón, del logos, así el hombre será feliz en la medida en que desarrolle al máximo su poder cognoscitivo y ejercite la capacidad racional (intelectualismo). Salinas, Héctor. La ética en el pensamiento de Tomás de Aquino. Pontificia Universidad Javeriana, Abril de 2005; Santo Tomás de Aquino dijo; La mujer necesita marido no solamente para la generación, lo mismo que ocurre en los demás animales, sino también para su propio gobierno, pues el varón es más perfecto en cuanto a la razón y más enérgico valor. (Suma Contra Gentiles, II, 123.) 5 Fundamentación Metafísica del Amor en Santo Tomás de Aquino. CAPÍTULO PRIMERO EL PROBLEMA DEL AMOR; La perspectiva de Nygren; La idea de eros, Astorquiza Fierro, Patricia, Universidad de Barcelona, departamento de Filosofía teorética y práctica, 13-06-2002, p 30.
  • 3. Lo licito e ilícito6 , censurado por la sociedad cartagenera del siglo XVII, de que algunas personas consultaron y llevaron a la práctica actos de hechicería, que contradecían el principio de la fe, era por ello perseguido, censurado, y castigado. Esa falta, que asumió Lorenzana de Azareto, era castigable por parte de las autoridades inquisitoriales, que dirimió una elección de amor, dentro de las reglas, normas de lo no aceptable, todo por el bien de ella y la sociedad en general7 . Pero lo que se va a encontrar en dicho proceso de enjuiciamiento, de un adulterio8 o amancebamiento, como la violación de un acto de amor dentro de los parámetros del matrimonio, no fue más que una excusa a la que la misma inquisición se arropo, se escondió, para castigar otra situación, en la que la misma Lorenzana de Azareto cayó en su trampa. El amor al otro cuando se excedía debía de ser controlado y encomendarse a Dios, para su protección. Ya que se tenía que la mujer podía caer en tentación, y crear crisis en la institución del matrimonio. Todo ello implicó en el fondo, la cuestión del amor entre lo lícito e ilícito, se dirimió un poder, que viene de una sociedad patriarcal. De aquella que quiso controlar el amor, la sexualidad al interior del matrimonio, cuyo fin último era la procreación. 6 En la América Colonial coexistieron una sociedad multi-étnica y pluricultural, ya que cada grupo étnico contaba con la propia; la indígena, la de origen africano y la española también con sus variantes, y la sincrética que fue conformándose a partir del mestizaje biológico y cultural a lo largo del periodo colonial. Se analiza de cómo se centra en el poder hegemónico el modelo impuesto por los españoles a través del catolicismo, modelo que permitió establecer los límites de lo permitido y lo prohibido en lo que a la sexualidad concerniente. Inquisición Novohispana, Noemí Quezada, Martha E Rodríguez, Marcela Suárez; Cosmovisión, sexualidad e inquisición de Noemí Quezada, Unam, Universidad Autónoma Metropolitana, Instituto de investigaciones Antropológicas, México, 2000, p 77; Michel Foucault, La volonté de savoir. Histoire de la sexualité, 1 Paris, Editions Gallimard, 1976. 7 Amor, honrar y obedecer en el México Colonial Patricia Seed, México Alianza, 1999. 8 El adulterio agrieta el matrimonio y minaba la moral: de hecho, descodificaba con su acción personal todo aquello que la iglesia había fundido como mandato supremo y en ello contribuían hombres y mujeres desde los lechos de sus pasiones furtivas. Si el adulterio era ´´ la forma extraconyugal por excelencia ´´, su expansión arrasaba códigos del honor y la imagen de la mujer como patrimonio. De ahí que una historia de los sentidos permitirá comprender cómo en los deseos se conjugaban los cambios más profundos en las costumbres populares hasta invadir la corteza del árbol social. Texto La batalla de los sentidos. Infidelidad, adulterio y concubinato a fines de la colonia. Amor loco, Hermes Tovar Pinzón. Universidad de los Andes, facultad de Ciencias Sociales, facultad de Economía. Fondo Cultural Cafetero, 2004. Bogotá, Colombia. P 61 y 63
  • 4. El amor de Lorenzana de Azareto; entre lo profano y lo sagrado. Teniendo como referencia el apartado de La Educación Formal, los criterios conceptuales, (teológicos-dogma9 del cristianismo), en los que una mujer de la alta sociedad aprendió, asimilo para enfrentarse al destino de su vida, lo relacionado al tema del amor le permitieron comprender que el saber de la hechicería, podría encontrar una respuesta a su conflicto con su marido.10 Según la explicación de la propia Lorenzana de Azareto, su experiencia de amor la desbordo en un momento de su vida, casi por completo11 . El amor de Lorenzana de Azareto con su amante se deslinda a partir de la relación de este con la sexualidad12 . Se puede hablar de un amor 9 Lo que se erige como dogma es resistido y, como toda resistencia, hay una habitación para la clandestinidad, el secreto, la mesura, la paciencia y el terror. En medio de la lucha surge un paisaje de múltiples estrategias tendientes a fundar nuevas relaciones entre hombre y mujeres. Texto La batalla de los sentidos. Infidelidad, adulterio y concubinato a fines de la colonia. Introducción; Los sentidos contra el dogma, Hermes Tovar Pinzón. Universidad de los Andes, facultad de Ciencias Sociales, facultad de Economía. Fondo Cultural Cafetero, 2004. Bogotá, Colombia, p 3. 10 Va un tanto su causa y así se escusa aquí de su relación de ella. Dona Lorenzana de Azareto, mujer de Andrés del Campo de esta ciudad, de edad de veinte y siete años. Esta rea fue testificada por diez testigos, dos varones mayores, y ocho mujeres, la una de edad de diez años (Lorenza de San Marcello) y las demás mayores y los ocho de los dichos testigos cómplices y singulares, los cuales le testifican que de siete años a esta parte en esta ciudad la dicha rea ha tratado con los susodichos de diversos hechizos, supersticios y sortilegios y particularmente que la dicha rea enseño a uno de los testigos la oración de la Estrella,,,,A.H.N Libro 1023 sobre los procesos inquisitoriales de la Inquisición de Cartagena de Indias; véase también, el texto Cincuenta Años de la Inquisición de Cartagena de Indias, de Ana María Splendiani, op, cit tomo 2 pagina 93. 11 El amor es extremadamente violento y extremadamente libre; libre, porque no sería posible atribuirle otra razón de ser más que el mismo, independientemente que pertenezca a los apetitos de la naturales violento porque sale al encuentro de los apetitos, los tiraniza, y parece no poder quedar saciarlo más que por destrucción del sujeto que ama, por su absorción dentro del objeto amado. El problema del amor en la edad media. Pierre Rousselot. El problema del amor en la Edad Media, introducción, Ediciones Cristiandad, Madrid, poner página 44. 12 (,,,,,,) y este le dijo que enviase al negro con un vidrio chico y ellas preguntaron a este que les había de enviar y este les dijo que un poco de aceite muy bueno para que pusiese en la cara y la dicha Doña Lorenzana pregunto luego a este si con aquello le hablaría el capitán y la tesorera si dormiría aquella noche su marido con ella y este respondió a entre ambas que si preguntaron a este que que habían de hacer cfon el aceite y este les dijo que habían de tomar una pluma y sin llegar al aceite con la mano untarse el rostro y no habían de oler el aceite. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folios 6v- 7r
  • 5. apasionado (adulterio), el cual implica una conexión intima entre amor y atracción sexual13 . Este tipo de amor no era reconocido por la inquisición y las autoridades de la sociedad cartagenera, sobre todo a nivel de la elite social, como un sentimiento suficientemente válido para instaurar un matrimonio o fundar alguna relación perdurable. En la sociedad colonial americana su visión cristiana14 se basa en un dios único creador masculino, las relaciones entre los sexos son asimétricas ,con superioridad del hombre sobre la mujer; entre ellas el amor y el erotismo son conceptos separados, el amor dentro del campo del matrimonio, lo institucional y socialmente aceptado y ligado a la religión; en tanto que el erotismo se encuentra en las relaciones extraconyugales, como parte de lo prohibido15 , lo sancionado y no aceptado socialmente, se ubica por ello en el campo de la magia16 Normalmente se le consideraba como un sentimiento ´´ subversivo ´´ y difícil de establecer dentro de los límites de la vida cotidiana institucionalizada. El amor en la sociedad colonial cartagenera, como en la 13 El amor como vínculo social, discurso e historia; aproximaciones bibliográficas. Sarah Corona y Zeida Rodríguez Morales, investigadoras del departamento de Comunicación Social, cultural. CUCSH. Espiral estudios sobre Estado y Sociedad, volumen VI, Número, 17 Enero/Abril, México, 2000, p 52. 14 Dice el catecismo de Ripalda (Fue un texto doctrinal utilizado durante más de tres siglos como texto básico de instrucción religiosa por los novohispanos y luego mexicanos de cualquier condición. Jerónimo Ripalda, S.J Doctrina cristiana e intento bibliográfico de la misma, 1591-1900 (Madrid 1909), edición de Juan M Sánchez) que las mujeres deben tratar a sus maridos con ´´amor y reverencia ´´, como la iglesia a Cristo, mientras que ellos deben comportarse con ellas ´´ amorosa y cuerdamente ´´. En su expresión más precisa, esas serían las actitudes recomendables dentro de la sociedad colonial, cuyas normas de conducta emanaban de la doctrina cristiana. 15 El doctor Francisco Baçan Albornoz fiscal de este Santo Oficio ante V.S acuso de criminalmente a Doña Lorenzana de Azareto mujer de Andrés del Campo vecino de esta ciudad de Cartagena de Indias,,, proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620 folio 44v ; Y ten todo lo suso dicho se presume ahora que la dicha Lorenzana de Azareto cometido muchos delitos contra nuestra santa fe católica haciendo varios hechizos mesclando con ellos cosas sagradas con profanas,,, Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto legajo 1620, folio 50v. 16 Roger Bastide, Elementos de sociología religiosa, Paris, A Colin, 1947, pp41-84.
  • 6. Europa de dicha época se hizo en términos de conveniencia social, económica.17 El amor se asienta entonces en una institución: el matrimonio18 , una división del trabajo entre los sexos y un requerimiento de perdurabilidad. Algunas experiencias que corresponden originalmente al tipo de amor pasión quedaron destinadas a otro espacio social, el de la sexualidad19 con el querido o querida, la adultera o adultero, fuera del entorno doméstico y de la figura de la esposa madre. Todo amor por la mujer de otro es escandaloso20 . Igualmente escandaloso es el excesivo amor por la propia esposa. Un hombre prudente ha de saber amar a su mujer con ponderación y no con pasión y, en consecuencia, ha de saber controlar sus deseos y no dejarse arrastrar a la copulación. Nada es más inmundo que amar a la propia esposa como a una amante,,,Que se presenten a sus mujeres no como amantes, sino como maridos.21 17 Este punto es trabajado por Lawrence Stone, (1990) en Familia, sexo y matrimonio en Inglaterra 1500-1800. Fondo de Cultura Económica, México; Amor y opresión en los Andes coloniales, Bernard Lavalle, Lima Instituto de los estudios peruanos e instituto francés de estudios andinos, 1990. Véase en la genealogía de Lorenzana de Azareto, como su matrimonio obedeció a esos intereses de un grupo social como era la elite cartagenera. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de azareto legajo 1620, folio 41r. 18 El amor como se ha mencionado, se daba dentro del matrimonio, definido en la colonia como ´´ comer dormir juntos ´´. En los siglos XVI y XVII se caracterizaba el amor como querer. El deseo de la mujer era que la quisiese bien el marido y, como muestra de ese amor, que la tratase bien. Para el hombre casado no solo era importante que la quisiera la esposa, sino que la reconociera como dueño y señor, y se le respetara como jefe de familia. Religión y sexualidad en México, Noemí Quezada. Unam, Universidad Autónoma Metropolitana, Instituto de Investigaciones Antropológicas, México, 1997, p 45. 19 El amor como vínculo social, discurso e historia; aproximaciones bibliográficas. Sarah Corona y Zeida Rodríguez Morales, investigadoras del departamento de Comunicación Social, cultural. CUCSH. Espiral estudios sobre Estado y Sociedad, volumen VI, Número, 17 Enero/Abril, México, 2000, p 52. 20 Dijo a que oyó decir ahora cinco años cuando don Francisco de Herrera oidor del Reino tubo preso al sargento mayor Francisco de Santander y muy apretado por su causa se hacían en esta ciudad muchas diligencias en razón de hechizos y que en particular se acuerda quien lo ha oído muchas y que la dicha Doña Lorenzana mujer de Andrés del Campo le sustento todo el tiempo que estuvo preso en la cárcel que lo primero que trataba deshonestamente con ella. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folio 17 verso 21 Sobre este punto en particular, véase ´´ El matrimonio indisoluble ´´, de Aries, Phillipe. En Sexualidades occidentales, Editorial Paidós, México, 1987; 181-182.
  • 7. Lorenzana de Azareto, busco una salida de su tragedia, con la ayuda de Dios, y el Demonio, llegar a una estabilidad de crisis y a definir, una reciprocidad con el amado. Pero esta se inclinó por lo prohibido dentro de la sociedad elite que era el adulterio y sobre todo con escándalo público. El recurso a la hechicería no fue inicialmente un problema para ella. En su contexto social, en el que si el matrimonio no funcionaba, tenía el poder de recurrir en su tiempo libre a la consecución de hechizos, conjuros22 para rehacer su amor con el sargento de las milicias Francisco de Santander, que era su objetivo. Esta actividad mágico religiosa, que se consideró como una parte de lo heredado desde la península Ibérica, se constituyó en un espacio propio donde desahogar su insatisfacción fruto de la indiferencia que sufría por su condición de mujer encerrada en el hogar, las largas ausencias de su marido. En el recurso a la hechicería influía también el deseo de vengar el abandono y la infidelidad23 a la que fue víctima por parte de su esposo. En el proceso inquisitorial vemos como se materializaba los modelos de relación entre un hombre y una mujer, que fueron asimétricas, un poder ejercido por el varón llegando a la prepotencia y el maltrato24 a su mujer en el ámbito doméstico era frecuente, como lo denunció Sebastián 22 Roland Bathes. Fragmentos de un discurso amoroso. Ya que las historias de amor, a diferencia de las ´´ figuras ´´ literarias , son en realidad conjuros sociales contra el desorden amoroso, son formas que rescatan de la cultura para explicar, de forma ordenada, la experiencia emotiva del amor. Editorial siglo XXI, 1982, p 16. 23 Ytem dijo que en caso que haya depuesto contra la dicha Lorenzana, Margarita mulata su esclava la tacha de su enemiga porque ella ha tenido muchas pesadumbres con su marido porque tenía amistad deshonesta con ella por mucho tiempo,,,,proceso contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620 folio 75 r El testimonio de Pedro de Alarcón, también lo corrobora;(,,,,) hallándose el dicho Andrés del Campo en su oficio y volviendo la cabeza el su so dicho, el dicho Sebastián Pacheco le ponía por detrás de la cabeza dos dedos como modo de cuernos que este señor y los demás oficiantes juzgaban y trataba de cornudo,,,,proceso inquisitorial contra Lorenzanas de Azareto, legajo 1620, folios 85v 24 Véase los celos que le produce la amante de Sebastián Pacheco y este que vivió durante un tiempo en su casa. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto legajo 1620, folios 74v.
  • 8. Pacheco en su confesión, en que en su casa entraba todo tipo de personas de mala reputación.25 Tales actividades eran comunes por una gran parte del entorno de Lorenzana.26 Estas hechiceras, de distinta condición social y cultural ,ayudaron a Lorenzana de Azareto, y en su afán por deshacerse sutilmente de su marido que la ignoraba y maltrataba. Por otra parte, estas hechiceras ayudaban con sus artes mágicas a buscar y atraer al hombre con quien deseaba sostener una relación prohibida. Pocas llegaron al extremo que buscaban un nuevo amante27 como Lorenzana de Azareto, pero sí fue frecuente la venganza sobre los maridos28 por medio del uso de brebajes29 , pócimas, oraciones, y ritos en los cuales lo profano y lo sagrado se mezclaban. Mediante estos recursos trataban de hacer impotentes a sus esposos con el objeto de que perdieran interés en buscar a otras mujeres o, en su defecto, para que estas los rechacen. Aparentemente éste fue el caso de lo que le dio Lorenzana de Azareto en una comida a su esposo con unas berenjenas y que hizo que este salió, como testificó Sebastián Pacheco,30 hablaba tonterías. Para el fiscal de la inquisición, los delirios del marido probarían un supuesto intento de asesinato por parte de Lorenzana de Azareto 25 Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620 folio 24r; Véase el texto de Noemí Quezada. Sexualidad, amor y erotismo. México prehispánico y México Colonial, capítulo sobre El maleficio amoroso, Unam,/ Plaza Valdés 1996, p 259-278 26 La mujer del tesorero Juan de Iturrieta, Doña Ana María Matienço, viuda que se dedicó a las artes mágicas. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folio 81v. Isabel Gonzáles, libro 1022 f 287 v, Isabel Noble, proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folio 24v. Carlota Esquivel, proceso contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620 , folios 15r 27 La historia más bella de amor, acto II También el sentimiento. Escena 1. El antiguo régimen; Reina el orden sexual.. De un amante a otro, Jean COURTIN, Paul Veyne, Jacques Le GOFF, Jacques Solé, Mona Ozouf, Alain Corbin, Anne-Marie Sohn, Pascal Bruckner, Alice Ferney y Dominique Simonnet. Anagrama. Barcelona 2004, p 75. 28 Lorenzana de Azareto fue una de ellas, y la otra fue una joven llamada Rufina que fue condenada por la inquisición por el año de 1644, proceso este que se encuentra en el libro 1021. Del A.H.N Madrid. 29 Se destaca el uso de las berenjenas que le dio Lorenzana de Azareto a su marido, proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto legajo 1620, folio 24r. 30 Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620 folio 24v.
  • 9. contra él. En muchos de los conjuros y oraciones se mencionó también el deseo de venganza de la mujer contra el hombre que la había abandonado por otra. La mujer a partir del matrimonio31 era considerada como una propiedad a la que se le podía maltratar, castigar y explotar; la sociedad justificaba este maltrato, se pensaba que la mujer era dependienta e inmadura, y era responsababilidad del marido corregirla y educarla durante toda la vida en común. Como consecuencia del maltrato exagerado, que en ocasiones ponía en peligro la vida de la mujer y la de sus hijos, el deseo manifiesto de la mujer casada era amansar a su marido, quitarle lo bravo32 para establecer la paz conyugal33 . La designación de la infidelidad cometida por Lorenzana de Azareto como un pecado de adulterio, falta grave a ojos del fiscal de la inquisición34 , no era casual; tampoco lo era relación con los execramentos. Ambos derivan directamente del discurso patriarcal que personifica la esencia del pecado en el cuerpo femenino35 . El pecado no es neutro en términos de género. 31 Dentro del hogar, hombres y mujeres tuvieron similar participación y aún a ellas les correspondió mayor responsabilidad, puesto que fueron quienes tuvieron una presencia más permanente en la casa, aunque por cierto bastante alejada de aquel virtuoso encierro que propugnaban los moralistas. El tono de las relaciones familiares fue determinado por las rutinas cotidianas más que por las normas y restricciones canónicas o civiles. Con amor y reverencia. Mujeres y familias en el México colonial. Pilar Gonzalbo Aizpuru, Jahbuch fur Gesschichte Lateinamerikas,Band 35 Sonderdruck im Buchhandel nicht erhatlich, Bohlau Verlag Koln Weimar Wien, 1998, p 12 32 Oración para amansar; Fulano, bravo estas como un león, manso te tornes como Nuestro Señor, tú seas el asno y yo, fulana el cigarrón. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto legajo 1620, folio 29r 33 Religión y sexualidad en México, Noemí Quezada. Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autónoma Metropolitana, Instituto de Investigaciones Antropológicas, México, 1977, pp 45-46 34 Ytem demás de la susodicha es cosa precisa y notoria que la dicha Lorenzana a vivido deshonestamente que tiene escandalizada toda está república y por su causa se han ofrecido muchas ocasiones de que pudiera resultar muy graves daños y siendo necesario podrá N.S mandar información de su mala vida y los hombres la cual es de manera muchas veces querido e intentando darle muerte a su marido con mayor libertad a sus vicios y deshonestidades.. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folio 50r. 35 Es la concepción que se transmite desde la creación del mundo, recreando con los personajes bíblicos, del libre Génisis como Eva seduce, e induce al Adán al pecado original.
  • 10. La necesidad de controlar la sexualidad femenina en virtud del derecho y la autoridad del pater familia y la transmisión patrilineal de los bienes patrimoniales requiere diversos mecanismos de control que limitan la proyección de las mujeres en el ámbito público y privado.36 Las faltas de Lorenzana de Azareto se circunscriben exclusivamente a la esfera privada debido, a la limitada proyección de una mujer dentro del ámbito de lo público. Si la sexualidad es una actividad que se desarrolla básicamente en el espacio familiar - y como ella muchas de las mujeres de la sociedad cartagenera desarrollaron su experiencia extramatrimonial con fines amorosos tengan netamente un cariz sexual37 , debido precisamente como era el adulterio algo totalmente prohibido. El discurso patriarcal en Lorenzana de Azareto desplegaba un código moral en el que la subordinación de las mujeres por motivo de sexo ocupó un papel fundamental.38 La sexuación de los pecados traza una línea indivisible entre la moral masculina y la sumisión femenina, entre los pecados públicos de los hombres y los pecados privados39 de las mujeres. Se pudo apreciar, y remarcar era que el matrimonio de Lorenzana de Azareto, fue más algo de conveniencia. Era la forma de un pariente suyo conseguía desembarazarse de ella. Por lo tanto, no existía una felicidad en su matrimonio, sino que éste respondía a los intereses de otro.40 36 El matrimonio de Lorenzana de Azareto, determinado por el interés de su tío materno tiene dicho objetivo. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620 folio 41 r. 37 El amor y la sexualidad reprimidos por la nueva moral cristiana (;;;). Escena 1. El antiguo régimen; Reina el orden sexual. Dominique Simonnet.. del texto La historia más bella del amor de Jean Courtin y otros, op, cit p 65. 38 Mientras Lorenzana de Azareto era acusada de adulterio, su marido no tenía ningún inconveniente como dijo uno de los testigos, de ser un hombre cornudo. La mujer de por sí, es de naturaleza flaca, como en muchas ocasiones ella se calificaba ante los inquisidores. Una concepción muy patriarcal de la época. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620 folios 85v. 39 Lo de Lorenzana de Azareto no fue tan privado, era vox populi en la ciudad de Cartagena de Indias. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto legajo 1620 folio 93r. 40 Las personas que a una edad muy temprana quedaban huérfanas o abandonadas de sus padres eran acogidas por alguna institución religiosa, o en su defecto, por otros parientes cercanos. En este caso la
  • 11. Lorenzana de Azareto, mujer blanca, de la elite, se fue haciendo inconscientemente reproductora del sistema de dominación patriarcal en su nuevo papel de ama de casa, como si esa hubiese sido su condición natural. De la época colonial proviene también el hecho de que lo familiar debe quedar reservado al ámbito privado, aunque es sabido que la familia en su origen y desarrollo- constituye un fenómeno social.41 Con todo ello, el amor y el matrimonio no corrían paralelos42 . Las normas de comportamiento aceptadas y asimiladas por su marido y ella lo sometían a un legado de formalismos convencionales. El respeto, la diferencia y la buena voluntad, de contenido cristiano sustituían al amor. El amor, la pasión-recalcaban los clericós- destruían la vida conyugal. La relación de Lorenzana de Azareto con su marido Andrés del Campo, tuvo realmente consecuencias funestas, especialmente para la primera según su propia relación ante el tribunal. El marido tuvo preocupación por los hijos tuvieran a su madre43 , como se demostró ante la Inquisición, al igual que la reputación de su entorno familiar ante la sociedad cartagenera de ese entonces. Lorenzana vivía un doble drama por la indiferencia de su marido y la mirada de la sociedad. Lorenzana buscó en la persona de Francisco de opción de Lorenzana de Azareto, que en ese momento tenía once años, era la de un matrimonio por conveniencia. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, véase Genealogía, folios 41 r. Basados en el criterio de que el matrimonio es solo para la procreación, los españoles trataban de casarse con adolescentes, como el caso de Lorenzana de Azareto, porque mientras más jóvenes mayor era el tiempo disponible para aumentar la descendencia. El derecho civil canónico llego autorizar el casamiento a las niñas de doce años. De ahí la frecuencia de uniones entre hombres de mayor edad con jóvenes adolescentes, obligadas a casarse a la fuerza y la imposición de su familia. Divorcio y familia tradicional. Capítulo III, La condición de la mujer en la colonia y la consolidación del patriarcado. Ricardo Rodríguez Molas, Ceal, Buenos Aires, 1984. 41 Divorcio y familia tradicional; Capítulo III, La condición de la mujer en la colonia y la consolidación del patriarcado, Ricardo Rodríguez Molas, Ceal, Buenos Aires, 1984, p 5 42 Ella con Francisco de Santander, y el con otra esclava de su servicio doméstico. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620 folio 59 r y 85v. 43 Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folios 100r
  • 12. Santander44 , sargento de las milicias del presidio en la ciudad de Cartagena de Indias, el medio para reinventar su amor con un hombre45 . Simultáneamente se desarrollaba la crisis con su marido46 , convirtiéndose en vox populi el escándalo por amancebamiento con un hombre de mala reputación.47 Todo amor que se diera al margen del sacramento del matrimonio-sobre todo el adulterio -se prohibió. Concebido como pecado, el amor prematrimonial y el extramatrimonial fueron drásticamente sancionados por la iglesia y castigados por la justicia civil.48 Lorenzana de Azareto y Andrés del Campo estaban destinados a encontrarse siempre a pesar de las diferencias existentes, como lo mostró el proceso inquisitorial49 . Siempre teniéndose presentes, sin ignorarse, aunque sea abriendo grandes interrogantes. El temor que pudo inicialmente tener Lorenzana de Azareto a su marido, o incluso cierto 44 ,,,el otro día por la mañana de como estuvieron los ministros del Santo Oficio examinándola en el dicho caso de Doña Lorenzana yendo ya la armada a la vela el envió a esta testigo un recaudo el sargento mayor Francisco de Santander diciéndole que había sabido como había venido de esta parte del Santo Oficio a este convento que era buena señal que la dicha Lorenzana saldría puesto fuera y esta testigo no respondió al recaudo por irse ya la armada. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto legajo 1620 folio 88r.también folios 92r-93r. y el folio 100r donde Lorenzana de Azareto le dedica una oración a su amante para que venga a su voluntad y le ame 45 Aquí hacemos referencia al amor como una alteridad, y como se definía antes desborda a la persona, produce cierta violencia. Diremos que Lorenzana de Azareto, ´´ violenta ´´ lo establecido por una sociedad, y sobre todo por las norma de una sociedad patriarcal. Recuerdes que ella, su opción de matrimonio fue definida por un tío suyo, en la línea materna. 46 Dijo que recorriendo su memoria se le han ocurrido algunas cosas que decir entre otras dijo que parece ya tiempo la dicha Doña Lorenzana pidió a este reo un remedio para hacer dormir a su marido y tomarle las llaves que tenía debajo de la almohada de la cama sin que sintiese para irse a casa del sargento mayor y este reo le hizo el remedio de la hierva ( ,,,,) Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folio 8r. 47 Véase el testimonio de Fray Gaspar de Herrera; Dijo que oyó decir ahora cinco años cuando don Francisco de Herrera oidor del Reino tubo preso al sargento mayor Francisco de Santander y muy apretado por su causa se hacían en esta ciudad muchas diligencias en razón hechizos y que en particular no se acuerda quien lo ha oído aunque han sido muchas y que la dicha Lorenzana de Azareto mujer de Andrés del Campo le sustento todo el tiempo que estuvo preso en la cárcel que lo primero que trataba deshonestamente con ella,,, proceso inquisitorial, legajo 1620, folio 17 v. 48 Véase el texto. La batalla de los sentidos. Infidelidad, adulterio y concubinato a fines de la colonia, Bogotá, Fondo de cultura Cafetera, 2004. 49 Véase como justifica con Almanza la defensa para que su mujer salga de la inquisición. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folio 79r.
  • 13. respeto, se rompió cuando ella da un paso al frente como medio de atenuar ese sufrimiento, y soledad de un amor que se extinguió. Ella deseo en su singularidad tener un hombre que la amara, no importara lo que dijesen de ella el resto de su entorno de la elite a la que perteneció. Ella tenía que buscar resolver dos situaciones en relación con el amor. De una tener paz con su marido50 , por su carácter fuerte, y la otra de como su amante, que era conflictivo como persona socialmente podía tener una continuidad, y estabilidad del mismo. Recurre a la hechicería, más que a Dios de la religión cristiana, ella sabía que su amor, no se inscribía con la convicción que tuvo en ese momento, de su creencia, en aquella época de algo eterno e inmutable según lo expresado por San Pablo51 , con el sacramento del matrimonio. Donde el amor llevara al entendimiento de dos personas a la felicidad, y la de un bien común entre ellos y sus hijos, como un objetivo, una acción de gracias de Dios.52 En la mujer atraer a un hombre, implicaba el deseo femenino por llamar la atención, para ser valorada como objeto de deseo, y lograr una situación y relaciones estables. Atraer al hombre a su casa, y que no hubiese problemas, era el deseo de alguna. Aficionar al hombre53 para que la quisiese y poder conducirlo a la ´´torpe comunicación, al amor lascivo ´´ 50 Dijo que a Juan Lorenzo mulato pidió esta confesante hiciese algunas oraciones para tner paz con su marido habiéndole él dicho que savia hacerla y el dicho mulato le dijo que si quería le haríaq también oraciones para otras personas sin su marido y esta confesante le dijo que no tenía necesidad más que para su marido para tener paz con el,,,,proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto , legajo 1620 folios 67v. 51 Para San Pablo afirmar que el amor es el ´´ agape ´´; la difusión espontánea y gratuita de una generosidad. 52 Dijo que ahora diez y seis años se caso con Andrés del Campo en esta ciudad y durante su matrimonio a tenido a Julio del Campo de doce años y a Pedro Jacome de cuatro años y el ultimo Andrés niño de dos meses, Thomasa de edad de trece años.Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folios 40 v 53 Y también que la dicha rea había hecho un muñeco con piernas y brazos y le puso una venda atada al cuerpo y lo envió al dicho hechicero para que lo aderezase y que el dicho hechicero le dio a la rea un poco de aceite, diciendo que era óleo santo y que la rea se aprovechó de él, untándose la cara para que su amigo que se había enojado, volviese a su amistad deshonesta. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folios 59r
  • 14. que llevaba el acto carnal, y además que no la olvidara, era la ilusión para evitar el abandono. El deseo erótico fue una mezcla de emoción necesidad por resolver la vida sentimental, pero también la situación económica cotidiana.54 Esta situación, que hizo Lorenzana de Azareto, con su matrimonio (sexualidad), donde rompe todo el esquema o saber de un discurso del patriarcado impulsa lo que Roger Bartra55 denomina redes simbólicas que mediante la desligitimación de los elementos transgresores permiten desplegar la estrategia de control y represión a largo plazo contribuyen a reforzar las estructuras del sistema. Durante el proceso colonial, que le siguió a la conquista, donde se impuso una serie de leyes para su convivencia, alguna historiadora como Pilar Gonzalbo A, plantean que la identificación de algunos problemas de convivencia, se debieron a la contradicción de una teoría y una realidad como practica social. Las reglas de convivencia social pudieron haberse impuesto por dos vías; la adopción de un modelo ideal, con la exigencia de aplicarlo a la realidad, o, por el contrario, la gestación de prototipos de comportamientos seguida de su codificación legal. En la Nueva España no hay duda de que las leyes fueron anteriores a la práctica, puesto que, impuestas desde la metrópoli, procedían de un pasado Medieval en el que no existían circunstancias similares a las que se dieron en el Nuevo Mundo.56 54 Lorenzana de Azareto, tuvo una condición social, que le posibilito una estabilidad, era su marido un escribano de la gobernación de Cartagena de Indias, y con una alta reputación, que venía de España. Andrés del Campo, Contratación 5228 N 2,R 21, 1579-1-12; Contratación 5347 N 15 1 Recto 1-12 1615- 3-6. De otro lado en varias incursiones con Juan Lorenzo busco hechizos y conjuros para atraer al hombre que la quisiera. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto legajo 1620, folios 5 y ss. 55 Bartra, Roger. Las redes imaginarias del poder político. México, Era, 1981. 56 Con amor y reverencia. Mujeres y familias en el México colonial por Pilar Gonzalbo A Jahrbuch Fur Geschichte Lateinamerikas, Band 35 Sonderdruck im Buchhandel nicht erhaltlich, Bohlau Verlag Koln Weimar Wien, 1998,p 13
  • 15. Lo que se pudo determinar en el proceso inquisitorial de Lorenzana de Azareto, era que el poder de un saber en sus diferentes formas de transmisión, tanto oral y escrito, ante una sociedad abigarrada en sus diferencias, no tuvo el ideal a cumplir57 , debido esto a que habían otros saberes diferentes al español, en que los distintos grupos sociales creían, y creyeron durante la época colonial americana. Lo que se demuestra con el caso de las artes mágicas, era que su discurso, producto de una serie de mestizajes pudo contraponer su saber, frente al saber hegemónico del imperio español. Lorenzana de Azareto como hechicera de la elite cartagenera, en compañía de otras de diferentes grupos sociales, lo que hizo fue valerse de ese saber, mágico, pagano y ancestral de muchas culturas venidas de otras regiones, para acceder a como establecer relaciones sociales y de parentesco con otros grupos sociales que habitaron la ciudad de Cartagena de Indias. Estas redes sociales sirvieron a muchas mujeres para mantener una identidad58 , y un cierto poder dentro de la misma sociedad. Pero ese poder nunca fue una amenaza para el poder central que el imperio en la Nueva Granada, y en especial la región de Cartagena de Indias en el Caribe granadino. La mujer ante el mandato religioso como en el caso de Lorenzana de Azareto cuando se casó asumió una pasividad por una elección que no era de su competencia59 , pero mediante las artes mágicas ella deseaba revertir un orden establecido y obtener poder para someterlo y 57 Nos referimos al amor en el matrimonio. 58 La magia amorosa en tanto proceso social, aparece en la nueva España entre las mujeres como un mecanismo de resistencia de poder masculino, resistencia de oprimidos; revertir el poder mediante las prácticas proporcionaba la posibilidad de someter al hombre a sus deseos y fantasías. En esta resistencia las mujeres no asumen el papel social impuesto. Inquisición Novohispana, Noemí Quezada, Martha E Rodríguez, Marcela Suárez. Cosmovisión, sexualidad e inquisición, Noemí Quezada, op, cit p 84. 59 Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folio 41 r.
  • 16. controlarlo a su hombre. La magia amorosa como un proceso social permitió atraer al ser amado sin tomar en cuenta su propio deseo, reflejaba la necesidad femenina del equilibrio social, lo que Foucault propone como mecanismo de resistencia de los sometidos.60 En el proceso inquisitorial nos muestra las emociones que se derivaron de las relaciones entre ellos, a veces el amor, celos61 , culpa, mal del corazón62 , se manifestaban en la mujer dentro del matrimonio; conseguir un marido, y después conservarlo y retenerlo. Sin embargo el proceso inquisitorial sorprende, en este revertir del orden social por medio de la misma magia como la hechicería63 las mujeres de su entramado expresaron sus deseos y fantasías, rompiendo con la virtud más valorada en ellas, la castidad; expresando deseos en el campo del erotismo, en el manejo más libre de la sexualidad y en la búsqueda del placer carnal. La estabilidad económica por medio del matrimonio, pero también el amancebamiento o adulterio, era vital para ella, a esto respondió la necesidad de agradar a los hombres, sus protectores tiranos. La mujer manceba conocía la carga erótica de la relación y trataba de responder a los requerimientos del hombre para retenerlo y asegurar a sus hijos.64 60 Michel Foucault. ´´El sujeto y el poder´´, en Hubert L Dreyfus y Paul Robinonw (eds), Maás allá del estructuralismo y la hermenéutica, México, Unam, 1988, pp 229 y 231. 61 (,,,,) que le habían dado un poco sin decir lo que era ni quien se lo había dado para su marido no viera tanto y no fuera celoso de que había de saber una domina que había de traer al cuello y que así mismo le dijo que sabía la oración del Justo y que no lo dice por odio. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folios 62v 62 Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folios 44r. 63 Someter al otro a su voluntad, trastocar todo lo establecido dentro del matrimonio; fulano criados tienes y no me los envía yo los tengo, yo se los envió tres diablos patentes, tres liebres corrientes, tres galgos prudentes a volar, a volar, a volar me salgo con lo cual oración decía la Doña Lorenzana hacía que un maigo suyo se deshiciese por ella y que también le refirió otra oración,,,,,proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620 folios 5v-6r. 64 Inquisición y la sexualidad en México. Noemí Quezada, Marcela Suárez, Martha E Rodríguez; Cosmovisión, sexualidad e inquisición., Noemí Quezada, Unam, Instituto de investigaciones Antropológicas, Universidad autónoma de México, México 200 pp 86 y 87.
  • 17. El tribunal inquisitorial de la ciudad de Cartagena de Indias según su criterio el deseo de Lorenzana de Azareto y su entorno era la de buscar un hombre que las quisiese bien, o el adivinar lo que ´´ habría de suceder65 ´´, el averiguar si alguien se casaría de nuevo, o si cierta persona, a quien no veía hace tiempo, ´era viva o muerta ´´. De acuerdo con sus explicaciones pareció ser que les era impensable el deseo y afán por averiguar todo tipo de información que le permitiera abrigar la más mínima ilusión o esperanza que le aliviara su sufrimiento. Las victimas de sus hechizos era su marido, Andrés del Campo, y su amante Francisco de Santander, alguien que en cualquier momento tendría que aparecer con el deseo de amarla y de protegerla incondicionalmente. Dentro de esta situación se destacaba la de tener aventura con un hombre, el encontrar alguien que le regalase mucho y la quisiera, o el de un determinado hombre que la dejase; Lorenzana de Azareto tuvo dificultades con su marido intentaba ´´ desenojarlo ´´, tomar alguna represalia por medio de venganza o hasta deshacerse de él. Conjurote Estrella la más alta la más bella-conjurote con la una, con la dos, y con ta tres y de esta suave salta llegar a las nueve, por el monte Olivete entra, por el monte Olibete entréis tres baras de cerebro negro me cortéis en las muelas devanadas las amoléis y traigan a fulano atado y amarrado a mi querer y a mi mandar y atada a mí voluntad an que nadie se lo pueda arrebatar(,,,,)66 No sería extraño en este caso que el ideal de una mujer 65 Al reconocer su delito ante el Santo Oficio, afirmo que ella le había hecho creer a todo el mundo que estaba favorecida por Dios, y que las animas le revelaban lo que quería saber porque ella era santa, pero confiesa que todo aquello era una invención suya porque ni veía ni hablaba con el Anima Sola, sin embargo así se lo hacía creer a los que consultaban algunas boberías, como si las supiera y se lo hubiera revelado, lo cual hacía para consolarlos y para que diesen el sustento y vestido lo que hubiese menester. Se trata de Isabel Gonzales, que junto con Isabel Noble hacían esta actividad, y eran parte del entramado de Lorenzana de Azareto. A.H.N, Libro 1022 f, 287. Y proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620 folios 24v-25r. 66 Confesión de Isabel Carvajal, proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto, legajo 1620, folio 1r.
  • 18. fuese nada menos y nada más que el lograr apoderarse de la voluntad de un hombre en cuestión. El deseo de seguridad llevaba a la mujer en las relaciones eróticas como la casada, a hechizar, enfermar o ligar a un hombre67 , a veces por venganza por haberla abandonado. Rendir a los hombres ´´ locos de amor ´´ a través del placer sensual permitía a la mujer evitar el abandono y el olvido, las mujeres construían cotidianamente estas relaciones, con su trabajo y atenciones al hombre.68 La mujer en la relación erótica, buscaba un fin, la necesidad de ser amada para tener seguridad y reconocimiento social a través de un hombre, como así en la parte del matrimonio, la mujer buscaba que su marido fuera un soporte económico; todo formaba parte de la concepción amorosa y erótica femenina.69 Las mujeres se relacionaron en la hechicería70 con fines amorosos en el epicentro de esas redes imaginarias con un triple objetivo; en un primer lugar eliminan las críticas directas o indirectas contra la discriminación que padece las mujeres en el sistema patriarcal; en segundo lugar se focaliza el descontento social en un único elemento que simbólicamente representa la idea de cambio y; en tercer lugar cohesionar el cuerpo social mediante 67 Así mismo le testifican que la rea hizo la oración del Señor de la Calle para atraer a un hombre a su voluntad y que el dicho conjuro había venido el hombre a quien llamaba ella y que enseño a la rea otra oración a uno de los testigos, que comienza fulano, bravo estáis como un león y que era buena para dicha en cara (,,,,,). Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto legajo 1620, folio 59 r. 68 (,,,,) y la dicha Lorenzana dijo a este Lorenzo por vida vuestra que me buscais nada y este le dijo que tengo de buscar que yo no sé nada, para que el capitán me hable que a tres días que no me habla- y la dicha Lorenzana Ana matienço que estaba presente le dijo a este confesante en lengua de Indias ya ya que quiere decir padre por vida vuestra que nos busquéis algo con que huntarnos para que mi marido no huya de mí y este confesante les dijo si si hare y entre ambos dijeron luego a de ser(,,,,,,) un poco de aceite muy bueno para que se lo pusieran en la cara(,,,,,) con aquello el capitán le hablaría. 6v- 7r. 69 Lorenzana de Azareto, creyó en el adulterio como una opción diferente a la del matrimonio, y la hechicería sería el instrumento para asegurar la voluntad de ese hombre, llamado Francisco de Santander. Proceso inquisitorial contra Lorenzana de Azareto , legajo 1620, folio 70v. 70 Véase, el apartado como ellas se organizaron en redes sociales, en la ciudad de Cartagena de Indias.
  • 19. la identificación de un supuesto enemigo común71 . Lorenzana de Azareto, con los conjuros, oraciones, hechizos buscaron el cambio de mentalidad de la mujer de esa época. La misma unidad del amor, lo que nos hizo llevar, e interrogar en relación, a que dicha unidad, cuerpo- mente, el amor así mismo, y su relación o proyección con el otro, correspondían como se pudo ver, a un entramado de relaciones sociales, afectivas, sentimentales bastante complejas. Los problemas amorosos permearon a toda una sociedad de diferentes grupos sociales, a los que unas mujeres como ha señalado en otro apartado formaron un entramado72 y se enfrentaron a una sociedad, que no les daba mucha margen de maniobra para rehacer su vida, y acceder a otros espacios que estaban en manos del hombre. El desprecio del hombre, su indiferencia, la misma infidelidad, llevaron a Lorenzana de Azareto a preguntarse por su condición de amada, o amante, busco por todos los medios rehacer su vida, ya sea por medio de los hechizos, conjuros u oraciones como instrumentos en los que ella y su entramado creyeron para que tuvieran un mejor destino en sus vida, y no soportar la tristeza, el desprecio del otro, cuando éste perfectamente tenía otras posibilidades con otra, mientras que si la mujer lo hizo como Lorenzana de Azareto, con un adulterio era perseguido y condenado por la misma inquisición de la ciudad de Cartagena de Indias, ya que era la que incitaba al pecado y culpable de que sus marido o su matrimonio se rompiera, como se pudo ver claramente con dicho proceso inquisitorial. 71 De la tierra al cielo líneas de investigación recientes de historia moderna. Entre conjuros y pactos diabólicos. La proyección de las mujeres en el discurso demonológico por Yolanda Beteta Martín, Universidad Complutense de Madrid, Coordinador Eliseo Serrano Martin, Institución Fernando el Católico, diputación de Zaragoza, publicación 3238, 2013, p 875 72 Por qué unas mujeres hechiceras formaron redes sociales.
  • 20. El entramado de hechiceras de Lorenzana de Azareto buscaron con los elementos de las artes mágicas, oscilar entre Dios y el Demonio73 , a pesar de ser este último el del mal, se recurrió como un elemento de venganza o castigo del hombre que le dejo, y que experimentara en su propio cuerpo el castigo al que debían de asumir, cuando una mujer en su situación de desprecio, y atormentada por un amor no correspondido, debía de pagar, con su propio cuerpo, como se ve en muchos conjuros, hechizos y oraciones, que la misma inquisición valoro como tentaciones al pecado, y sobre todo que ella creyeran en algo absurdo, y equivoco que la iglesia calificaba dichos actos litúrgicos como un agravamiento de la mujer en el pecado, y sobre todo una traición a la religión y sobre todo al sacramento del matrimonio. Conclusiones. Se planteó en este texto como una situación de drama que vivió una mujer de la alta sociedad cartagenera, con respecto al amor. Debido básicamente a los principios en que ella fue educada e inculcada en una moral cristiana, donde el amor al otro, como su semejante debía mantener una reciprocidad, y un objetivo de que dicho amor se enmarcase dentro de la institución del matrimonio. Pero ese amor en Lorenzana de Azareto no solo tenía una significación personal, sino que trasciende todo el ámbito de lo social en el que vivieron las mujeres de diferentes rangos social, cultural, y étnico. Se pudo ejemplificar en el caso de la rea, con el escándalo que protagonizo dentro de la misma sociedad cartagenera, con el amancebamiento con un sargento de las milicias del presidio de la ciudad. 73 La mujer tenía así dos opciones para buscar un equilibrio; la religión y la magia; ambas proporcionaban seguridad. Roger Bastide. Elementos de sociología religiosa, París A, Colin, 1947, p 23.
  • 21. Era lógico para Lorenzana de Azareto que lo prohibido, censurado, lo que estaba más allá de la ley, era su opción. Porque lo que la sociedad de ese entonces criticó se convirtió en una alternativa. Ya que la misma sociedad impuso unas normas de convivencia que no posibilitaron sino diferencias insalvables dentro de los grupos colectivos que habitaron la ciudad. La sexualidad dentro del matrimonio, no tuvo los frutos que la misma sociedad o la iglesia pretendían dentro de una moral impuesta por el imperio español. Donde las mismas condiciones impuestas por una sociedad, para controlar, y regir los destinos de una población de una gran diversidad cultural, dieron al traste, por sus contradicciones con muchos de los problemas que las autoridades se tuvieron que enfrentar, para tratar entre otros de controlar, los desvíos de unas normas, que en lo cotidiano no daban sus resultados. Todo lo contrario, las diferencias, como en el caso del amor de una mujer, dieron mucho que hablar, e interrogarse en este caso por parte de una mujer de la elite, que alzo su voz, para denunciar, los limites, y el control que tuvo la mujer desde el hogar, hasta la misma cotidianidad, o relación de su espacio con otras mujeres y hombres de diferente entorno. Lo licito e ilícito del amor se pone en evidencia como una mujer de la alta sociedad, tuvo que asumir, para demostrar que fuera del matrimonio habían otras opciones para rehacer su amor, como fue el adulterio o el amancebamiento que fue propio de otros grupos sociales de menor rango que el de la raza blanca. Fue por medio de los hechizos, los conjuros que esta mujer y muchas de su mismo entorno, emprendieron la búsqueda de un espacio, un tiempo en la que ellas pudieran tener un poder, en referencia a toda una marginalidad, con relación a tener un papel o rol protagónico en la misma
  • 22. sociedad, que lo único que hizo, como lo ejemplifica la inquisición del Santo Oficio, era prohibir, y censurar algunos hechos como en temas del amor, la mujer hizo reivindicar por medio de las artes mágicas, que en la ciudad circulo de manera abierta y clandestina en muchas ocasiones. Pudo establecer redes sociales para mantener una identidad, defenderse de una imposición ideológica, concretamente en el tema del amor. Que no necesariamente debía pasar por el sacramento del matrimonio. Sino que contemplo otras opciones que en otros grupos sociales se arraigaron como era por ejemplo la unión libre, o que un hombre tuviera varias mujeres de su entorno próximo. El amor se erigió como una cierta excusa, para que una mujer fuera condenada y castigada, por unos hechos que no fueron tan relevantes, aunque el escándalo que ella y su amante protagonizaron, no transcendió más allá de lo esperado, a pesar de su momento. Todo ello se puede resumir, que el amor prohibido, era el reflejo de una sociedad, donde el amor libre, la unión libre, o el amancebamiento era algo natural, de una sociedad que en muchos grupos sociales no se rigieron por unas normas establecidas por la sociedad de ese entonces. Esto de una ley, si bien se aceptaba, en el fondo no se cumplía. Trabajo hecho por Luis Carlos Restrepo Martínez.