Un granjero avaro vendió todas sus cosechas y animales a cambio de oro, dejando a su familia sin alimentos para el invierno. Escondió el oro en un cofre, pero un vecino lo descubrió y se lo robó. El granjero lloró desconsoladamente hasta que su hijo menor reveló que había escondido algunos animales, salvando así a la familia de la inanición.