El Califato de Córdoba fue el sistema de gobierno establecido en Al-Ándalus entre 929 y 1031, durante el cual alcanzó su mayor esplendor. Abderramán III proclamó la independencia de Al-Ándalus y estableció el califa como máxima autoridad política y religiosa. El Califato impulsó la expansión territorial, la construcción de nuevas ciudades y mezquitas, y el desarrollo de la agricultura a través de sistemas de irrigación.