El documento resume los orígenes del Carnaval, explicando que proviene de una mezcla de varias fiestas romanas antiguas. Menciona las Lupercales en febrero, donde sacerdotes azotaban a la gente con tiras de cuero para purificarlos; las Bacanales de Dionisio, fiestas de la vendimia donde nació el teatro; y las Saturnales en diciembre, donde los roles sociales se invertían. Explica que estas tradiciones paganas influyeron en el desarrollo del Carnaval cristiano.