El clima continental se da en el interior de la mitad norte de España y se caracteriza por temperaturas extremas entre invierno y verano, con pocas precipitaciones que solo ocurren en primavera, otoño e invierno. La vegetación es escasa debido a la sequedad y frío, consistiendo principalmente en coníferas, arbustos y bosques de encinas, robles y hayas a mayor altitud, y olmos y chopos cerca de los ríos.