Caty era una gatita muy traviesa que no se controlaba. Mientras jugaba en el techo, se cayó y se lastimó gravemente, por lo que tuvo que ser llevada de emergencia a la veterinaria, donde estuvo en peligro de muerte. Afortunadamente, los veterinarios pudieron estabilizarla y, aunque débil, comenzó a recuperarse poco a poco en su camita tomando su medicina.