Los desiertos se caracterizan por tener bajas precipitaciones y altas temperaturas. Se ubican principalmente en zonas de altas presiones atmosféricas donde los vientos no traen humedad desde los océanos. Existen diferentes tipos de desiertos como los desiertos de latitudes medias en cuencas alejadas del mar, los desiertos fríos como el de Gobi, y los desiertos polares con temperaturas bajo cero. La flora y fauna de los desiertos se ha adaptado para sobrevivir con poca agua.