El español es una lengua en continuo proceso de cambio. Ha evolucionado a partir del latín y las lenguas autóctonas de la península ibérica, dando lugar a variaciones regionales que con el tiempo derivaron en lenguas distintas como el castellano. El español ha incorporado palabras de origen latino, germánico, árabe y otras lenguas, y continúa cambiando debido a factores sociales e incluso a tendencias fonéticas como agrupar vocales.