El documento describe el papel del Estado en América Latina a partir de la década de 1940, cuando comenzó un proceso de cambio en las relaciones entre política y economía. Se adoptó la industrialización como estrategia de desarrollo basada en la sustitución de importaciones, donde el Estado se convirtió en el actor principal para promover el desarrollo y regular la distribución debido a la debilidad de la burguesía local. El Estado tuvo que asumir funciones del sector privado para impulsar la industrialización, lo que condujo a una mayor participación