El expediente de delitos sexuales cometidos por los paramilitares
1. El expediente de delitos sexuales cometidos por los paramilitares
Por: REDACCIÓN JUSTICIA, el Tiempo | 02 de Noviembre del 2013
Testimonios de víctimas que vivieron ese flagelo. Fiscalía
investiga 1.158 casos.
“Me acostaron en un costal de cabuya que se usa para recoger la hoja
de coca y me dijeron que tenía que colaborarles, que la mujer era
para eso. Yo les dije que estaba embarazada y me insultaron, me
dijeron que nosotras éramos 'mozas' de los guerrilleros, me trataron
como si fuera prostituta, con groserías. Eran tres tipos negros que se
quitaron solamente el pantalón y uno a uno abusaron sexualmente de
mí. Ellos me quitaron la ropa, uno me agarró del cuello y me colocó el
arma en la cabeza. Cuando ya habían abusado de mí me empezaron
a tratar mal, me pegaron una patada para que caminara rápido y me
fuera hacia el bus. No utilizaron condón”.
El desgarrador testimonio es de una mujer que en el 2001 fue
abusada por hombres del frente Tibú de las autodefensas, al mando
de José Bernardo Lozada Artuz, alias ‘Mauro’ y hace parte de los
1.158 casos de abuso sexual que actualmente investiga la Fiscalía de
Justicia y Paz.
Algunas víctimas y organizaciones de derechos humanos estiman que
esta cifra es solo una mínima parte de los dolorosos episodios que
tuvieron que vivir miles de mujeres en el marco del conflicto armado.
Este tipo de violencia, catalogada por el Derecho Internacional
Humanitario como delito de lesa humanidad y acto de tortura, hizo
parte de prácticas sistemáticas, generalizadas y reiteradas, que
incluyeron homicidios, amenazas, detenciones, desplazamientos,
desapariciones, tratos crueles e inhumanos.
El gran paso para que estos casos de delitos sexuales empezaran a
ser juzgados y no quedaran en la impunidad se dio el miércoles 7 de
2. diciembre de 2011, cuando un Tribunal en Bogotá condenó a 8 años
de cárcel a José Rubén Peña Tobón, alias ‘Lucho’, exparamilitar del
Bloque Vencedores de Arauca, por la violación de dos menores de
edad, el 7 de marzo del 2003, en el corregimiento El Caracol, del
municipio de Tame, Arauca.
Junto a él, otros dos desmovilizados fueron condenados a la misma
pena alternativa que les otorga la Ley de Justicia y Paz, por confesar
sus delitos y entregar bienes para la reparación de las víctimas.
Fueron abusadas sexualmente bajo amenazas de que si no accedían,
sus novios serían asesinados.
Aunque, de alguna manera, se hizo justicia en este caso, muchas
fueron las críticas que recibió la Ley de Justicia y Paz, pues después
de 6 años de implementada en el país, apenas era la primera
condena contra un responsable de esta conducta criminal.
Según la Fiscalía, a la par con las versiones que iban entregando los
desmovilizados de las autodefensas surgían nuevas víctimas que
denunciaban hechos aberrantes: “Yo vi que habían muchos
camuflados, pero pensé que eran soldados. Nos bajamos a tomar
agua, un señor me pidió el nombre y la tarjeta de identidad y me
confundí en los apellidos y de una vez me dijeron que yo era
guerrillera. Me agarraron, me amarraron las manos, me dieron pata y
puño, de ahí me llevaron para una escuela, eso fue como cuatro
horas a pie. Allá me entregaban de grupo a grupo. El primer grupo
me cortó con Gillette las piernas, los brazos, me enterraron chuzos en
las piernas, me hicieron una herida en la frente, me cortaron las cejas
con todo y carne”.
Otro de los principales autores de violencia sexual en el país fue
Hernán Giraldo Serna, exjefe del bloque Resistencia Tayrona de las
Autodefensas, quien de acuerdo a los expedientes de la Fiscalía
aparece como el hombre que abusó de al menos 50 niñas en Santa
Marta. Giraldo, alias ‘El Viejo’o ‘El Patrón’, reconoció que tuvo 24
hijos con niñas menores de 14 años en la Sierra Nevada, entre 1997
y el 2003. Estos hechos cometidos por el 'papá de la Sierra', hacen
parte del expediente que logró reconstruir la Unidad de Justicia y Paz
de la Fiscalía, y que desde EE. UU. ya reconoció Giraldo. El perfil era
el mismo: menores campesinas que vivían en una situación precaria.
Decenas de menores de edad vivieron una situación similar a manos
de ‘exparas’ rasos, en regiones como Norte de Santander.
“Tenía 17 años, resulta que alias Adolfo me había visto en el
almacén, había entrado unos días antes, me empezó a mandar
razones que necesitaba hablar conmigo, que fuera a una casa. Mis
papás lo que hicieron fue mandarme para Cúcuta donde una
3. hermana. Estuve allá como un año y medio y como estaba pasando
necesidades me aburrí y llegué otra vez donde mis papás. Yo iba
pasando y un muchacho moreno, alto, de civil, con arma, me llamó y
me llevó donde Alias Adolfo, a una casa que era la oficina de ellos.
Alias Adolfo me entró a la pieza y me encerró y al rato regresó. Le
dije que por favor me dejara salir que mis papás estaban
preocupados, de igual manera estuvo conmigo”.
La Fiscalía también ha documentado que las Autodefensas
Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) comandadas por los
hermanos Carlos y Vicente Castaño Gil, concentran el mayor número
de investigaciones por abuso sexual (478) cometidos a través de 16
bloques, siendo el del Norte, con 186 casos, el que más vejámenes
cometió entre 1996 y el 2003.
El Bloque Norte delinquió en Cesar, Magdalena, La Guajira y
Atlántico, a órdenes de Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’. Le
siguieron el Bloque Central Bolívar (111), el Bloque Héroes de los
Montes de María (58) y el Bloque Catatumbo (54). Varias de ellas
fueron asesinadas después del abuso sexual.
“Yo conocí el caso de una vecina que los paramilitares del señor
‘Julián Bolívar’ la acusaron de ser colaboradora de la guerrilla y eso
no era cierto. La guerrilla sí pasaba por aquí pero ninguno era amigo
de ellos. Y por esa razón varios de esos hombres un día se metieron a
su casa y la violaron y nos amenazaron de que si contábamos algo
nos mataban. A ella nunca más la volvimos a ver”.
Las investigaciones también permitieron comprobar que no solamente
las mujeres fueron atacadas por los ‘paras’: 29 hombres, según
denuncias, también fueron abusados sexualmente por miembros de
Autodefensas. Las víctimas principalmente fueron homosexuales y
algunos integrantes de los mismos bloques que se insubordinaron.
Los casos fueron cometidos por el Bloque Central Bolívar (11), el
Bloque Puerto Boyacá (5), el Bloque Norte (5) el Bloque Montes de
María (4), Bloque Héroes de Granada (2), Bloque Resistencia Tayrona
(1) y el Bloque Catatumbo (1). Al igual que con las mujeres, varios
fueron asesinados.
La Fiscalía reconoce que los mismos exjefes de las Autodefensas del
Magdalena Medio han contribuido a reconstruir la barbarie que
protagonizaron sus hombres armados. Es así como a Iván Roberto
Duque, alias Ernesto Báez; Luis Eduardo Cifuentes, ‘El Águila’; Ramón
Isaza Arango y Arnubio Triana Mahecha, ‘Botalón’, se les atribuye por
línea de mando más de 200 delitos sexuales cometidos en su mayoría
por el Bloque Puerto Boyacá en todo el Magdalena.
4. Otros departamentos que fueron azotados por la violencia sexual de
los ‘paras’ fueron Antioquia, Norte de Santander, Santander, Bolívar y
Putumayo.
Entre 1982 y el 2006, las autoridades obtuvieron un registro de 624
denuncias por abuso sexual cometidos por miembros de las
autodefensas. El 2002 fue el periodo con más casos (132), le
siguieron 2003 (105) y 2004 (104). Así mismo, varios desmovilizados
han confesado en sus versiones otros casos de violencia sexual que
se desconocían.
De acuerdo al análisis que han hecho fiscales de Justicia y Paz,
encaminados a identificar los móviles o motivaciones de los delitos
sexuales cometidos por los paramilitares encontraron que en el 90
por ciento de los casos obedeció a que las víctimas fueron
relacionadas con el enemigo y un 2 por ciento a una estrategia de
adquirir estatus de poder.
Dentro de estas investigaciones, la Fiscalía identificó tres prácticas
correspondientes a conductas propias de la violencia sexual, en el
que el 92 por ciento de los casos correspondió a accesos carnales,
acto sexual y acoso sexual. El restante 8 por ciento fueron víctimas
de prostitución forzada o esclavitud sexual y tratos inhumanos
degradantes.
“La quinta vez (que fue víctima de abuso) fue en el mirador donde
asesinaron el dueño de la taberna que era mi patrón, ahí nos bajaron
otra vez, habían 20 hombres y nos tocó estar con ellos, no nos daban
ni un peso, fuimos amenazadas y nos decían que si le decíamos al
comandante Camilo ellos nos mataban. Ahí me tocó estar con cuatro
de ellos”.
Para juzgar a los responsables de la barbarie de estos grupos, la
Fiscalía en cumplimiento de su estrategia de priorización, diseñada
con base en la selección de los delitos más graves para que haya
condenas en un tiempo corto, ha empezado a imputarles cargos a 13
jefes máximos de las autodefensas para que respondan por línea de
mando.
El pasado mes de octubre, la Fiscalía le imputó 336 hechos a Miguel
Ángel Melchor Mejía Múnera, alias el ‘Mellizo’, y a otros 17 postulados
exintegrantes del Bloque Vencedores de Arauca, de los cuales más de
50 fueron por acceso carnal y actos sexuales violentos en persona
protegida.
La Fiscalía ya acusó a Éver Veloza, alias ‘HH’, excomandante de los
bloques Calima y Bananero, por 44 casos de violencia de género y a
5. Ramón Isaza, exjefe del bloque del Magdalena Medio por 17 hechos
de abuso sexual.