El huracán Mitch fue uno de los ciclones tropicales más poderosos y mortales registrados. Se formó en octubre de 1998 y afectó Centroamérica y Florida durante 15 días, dejando más de 11,000 muertos en Centroamérica, principalmente en Honduras y Nicaragua. El huracán causó daños catastróficos por los fuertes vientos, las inundaciones y los deslaves, destruyendo infraestructura, viviendas y cultivos en la región.