1. EL INTERNET EN LAS COSAS
La Internet de las Cosas (IoT en su acrónimo en inglés) parece
identificarse en todos los estamentos como la siguiente frontera
tecnológica que nos permitirá abrir un amplísimo mundo de
posibilidades en la interacción con objetos cotidianos.
Nuevos interfaces de control de todo tipo de objetos, nuevas
posibilidades de monitorización de personas con problemas de salud
o una nueva generación de ayudas técnicas para personas con
discapacidad son solo la punta del iceberg de la nueva transformación
digital que nos cambiará la vida en los próximos años y que llegará a
los 50.000 millones de objetos/dispositivos conectados a Internet
para el 2020 (Ericsson, Mobile World Congres 2010).
2. Para esa fecha, en los países occidentales las personas con algún tipo
de reducción de su Autonomía Personal, bien por envejecimiento o
por cualquier tipo de discapacidad, representarán un significativo
porcentaje de la población. En consecuencia, la demanda de todo tipo
de servicios y cuidados muy probablemente no podrán ser atendidos
utilizando los mecanismos actuales.
La confluencia de estos dos "tsunamis" apunta a que muchas de las
problemáticas de las personas conAutonomía Personal Reducida
(APR) podrán ser, en alguna medida, resueltas o paliadas mediante
las tecnologías relacionadas con IoT o con los servicios que de ellas se
derivarán. Servicios que se extenderán por las ramas de eHealth, la
destrucción de barreras de acceso de todo tipo, los edificios y
ciudades inteligentes o simplemente nuevas formas de
entretenimiento e interacción inimaginables en la actualidad.
En este debate, que cuenta con el apoyo de Diario Responsable,
trataremos de analizar qué se entiende tanto por Internet de las Cosas
como por Autonomía Personal y qué acciones se pueden desarrollar
para sacar el máximo partido a esta tecnología en beneficio de las
personas. Al mismo tiempo, podremos hablar del tema vía Twitter,
con el hashtag #RConversa. Vuestras aportaciones se llevarán a una
jornada presencial que tendrá lugar el próximo 8 de febrero en la
Universidad de Alcalá y a la que estáis todos invitados. El encuentro
contará con una mesa redonda moderada porJordi Jaumà, Director
de Diario Responsable.
El internet es una evolución que ayuda en muchas maneras en la vida
social, facilitando la cosa a la gente en investigaciones
El Internet de las cosas debe codificar de 50 a 100.000 millones de objetos y
seguir el movimiento de estos. Todo ser humano está rodeado de 1.000 a 5.000
objetos.
Según la empresa Gartner, en 2020 habrán en el mundo aproximadamente 26
mil millones de dispositivos con un sistema adaptado al Internet de las Cosas. Abi
Research, por otro lado, asegura que para el mismo año existirán 30 mil millones
3. de dispositivos inalámbricos conectados a Internet de las Cosas. La empresa
estadounidense Cisco, que está desarrollando en gran medida la iniciativa del
Internet de las Cosas, ha creado un “contador de conexiones” dinámico que le
permite estimar el número de “cosas” conectadas desde julio de 2013 hasta el
2020. El concepto de que los dispositivos se conectan a la red a través de señales
de radio de baja potencia es el campo de estudio más activo del Internet de las
Cosas. Este hecho se explica porque las señales de este tipo no necesitan ni Wi-Fi
ni Bluetooth. Sin embargo, se están investigando distintas alternativas que
necesiten menos energía y que resulten más baratas bajo el nombre de “Chirp
Networks”.
Actualmente, el término Internet de las Cosas se usa con una denotación de
conexión avanzada de dispositivos, sistemas y servicios que va más allá del
tradicional M2M y cubre una amplia variedad de protocolos, dominios y
aplicaciones. El servicio touchatag de Alcatel-Lucent touchatag y el gadget Violeta
Mirror pueden proporcionar un enfoque de orientación pragmática a los
consumidores del Internet de las cosas, por la que cualquiera puede enlazar
elementos del mundo real al mundo en línea utilizando las
etiquetasRFID (y códigos QR en el caso de touchatag).
La idea es muy simple pero su aplicación es difícil. Si todas las latas, libros,
zapatos o partes de un vehículo estuvieran equipados con dispositivos de
identificación minúsculos, la vida cotidiana en nuestro planeta sufriría una
transformación. Ya no existirían cosas fuera destock o productos perdidos,
porque nosotros sabríamos exactamente lo que se consume en el otro lado del
planeta. El robo sería una cosa del pasado, sabríamos dónde está el producto en
todo momento. Lo mismo se aplica a los paquetes perdidos.