Mahoma fundó el islam en el siglo VII después de recibir visitas del arcángel Gabriel. Debido a la oposición en La Meca, Mahoma huyó a Medina, donde escribió el Corán. Más tarde, regresó a La Meca y la conquistó, extendiendo el islam por la fuerza a través de Arabia. Después de su muerte, Abu Bakr continuó expandiendo el islam y estableciendo las bases de la civilización islámica.