Este documento discute el papel del joven cristiano en las redes sociales. Explica que las redes sociales son comunidades virtuales para conectarse con otros, pero también presentan peligros como volverse esclavos de ellas, robar tiempo con Dios, y exponer información personal. Aconseja que los jóvenes sean ejemplos positivos en sus publicaciones para animar a otros y evangelizar, en lugar de usar lenguaje ofensivo o promover relaciones sexuales ilícitas. El llamado es marcar la diferencia en las redes sociales