2. Capítulo 1: El bosque pintado
Érase una vez un niño al que no le gustaba ir al colegio porque su profesora le
regañaba mucho. Su madre todas las mañanas le obligaba a ir diciéndole sino
vas al colegio no será un hombre de provecho, se sabia la frase de memoria.
Cuando llegaba el colegio la profesora les mandaba un dictado y Juanito tenía
muchas faltas de ortografía por lo que siempre le ponía contra la pared,
Juanito llegaba a casa diciendo que no quería ir al colegio, al día siguiente
ocurría lo mismo su madre le obligaba y el lloraba. Esta vez en clase tocaba
multiplicar y a Juanito le costaba mucho aprenderse la tabla del 6 y cuando
la profesora se lo preguntaba siempre se equivocaba y le volvía a poner contra
la pared y así todos los días eran un sufrimiento para el en el colegio porque
cuando la profesora le regañaba también se reían sus compañeros de clase.
Hasta que un día llego el director a clase y les dijo que su señorita se había
puesto enferma y apareció la sustituta una persona muy dulce y que olía muy
bien y lo primero que les dijo a los niños era que sacasen un folio en blanco y
que dibujasen lo que quisiesen, Juanito se puso muy contento porque él tenía
mucha imaginación y siempre andaba soñando y pensando, por lo que empezó
a dibujar y cuando la profe miro los dibujos se sorprendió ya que los demás
compañeros solo habían pintado números y letras y Juanito había hecho un
bosque precioso lleno de animales. La señorita se quedó muy triste ya que
todos los niños de la clase menos Juanito, no tenían el mejor rasgo de un niño
la imaginación.
Capítulo 2: La máquina del tiempo
Hace muchos años cuando yo era pequeñín no había televisión, móviles,
ordenadores… los niños éramos adultos en miniatura y en lo único que
pensábamos era en salir a trabajar para ganar dinero, le contaba su abuelito
a María.
Las cosas han cambiado mucho y tú tienes mucha suerte María.
María extrañada le contestó: abuelo a mí no me gusta el colegio, tengo muchos
deberes y no me queda tiempo para jugar, tampoco tengo dinero para
comprarme golosinas, yo quiero empezar a trabajar pronto como tú lo hiciste.
3. El abuelo de María frunció el ceño y dijo: pero María tú tienes que ir a la
escuela para aprender muchas cosas y poder tener un buen trabajo en un
futuro y ganar todo el dinero que quieras.
La niña pensó: abuelo a mí el futuro me da igual yo lo que quiero ahora es jugar
y no me sirve de nada ir a la escuela.
El abuelo de María sonrió y la preguntó: María que pone en esta hoja del
periódico? María lo leyó
El abuelo la dijo entonces: ves María sino hubieses aprendido a leer en la
escuela ahora no me hubieses podido ayudar y si alguna vez te pierdes siempre
podrás encontrar tu calle leyendo.
Tienes razón abuelito me aplicaré en la escuela para poder leerte el periódico
todos los días.
Capítulo 3: Un pequeño colegio
Había una vez un pequeño colegio que se encontraba en una manzana donde
estaban construyendo unos colegios muy lujosos y gigantes. Esos colegios
tenían todo un equipamiento tecnológico nuevecito, pizarras digitales,
ordenadores en todas las clases, libros digitales y todos los niños querían ir
a esos colegios.
El pequeño colegio estaba muy triste porque a él le gustaba enseñar y
aprender con los niños en armonía.
Un día una maestra muy buena le preguntó que le ocurría y se propuso
ayudarle, ella era una profesora que sabía mucho de tecnología y que tenía un
amigo que vendía pizarras digitales, ordenadores… Ese amigo le regalo una
pizarra y un solo ordenador para el pequeño colegio, pues con eso se
conformaban.
Pronto empezaron a venir niños a apuntarse al pequeño colegio y la maestra
como entendía mucho de tecnología, por haberlo estudiado, sabía sacarle
partido al único ordenador y a la única pizarra digital de todo el colegio. Hacia
las clases muy divertidas, aprendían todos juntos y les hacía buscar sus
propios recursos a los niños para defenderse solos en un futuro.
Se corrió la voz y todos los niños de los colegios gigantes querían venir al
pequeño colegio porque en los otros se aburrían. Y el pequeño colegio y la
4. maestra buena se pusieron muy contentos. Comieron perdices y siempre
fueron muy felices.
Moraleja: Lo importante es saber utilizar los recursos acorde con las
necesidades de los alumnos y los maestros.
Capítulo 4: La maestra que no quería saber…
En un tiempo no muy lejano, una maestra de colegio decía saberlo todo, se
creía la más sabia del mundo. Ella era la única que hablaba en su clase que
duraba horas y nadie podía contestar ni decir su opinión.
En el colegio todos la temían porque sus clases eran aburridas y muy largas,
llenas de contenidos que nadie entendía.
Un día el director del colegio propuso a los profesores modernizar el colegio
comprando algunos ordenadores, pizarras digitales, tablets… La maestra que
todo lo creía saber se enfadó mucho y dijo que no estaba de acuerdo, era la
única, por lo que empezó a modernizarse el colegio. Ella cada día andaba más
enfadada, decía que ella sabía de todo y no le hacía falta más.
Hasta que un día la pidieron ayuda para usar un ordenador y ella se puso a
llorar. Desde aquel día todo el mundo supo que la maestra no entendía de
tecnología y que además, le tenía miedo a aprender.
El director propuso desde entonces contratar a personas para que formasen
a los profesores sobre las nuevas tecnologías.
5. BIBLIOGRAFÍA
Carneiro. R, Toscano J.C, & Díaz .T (2009) Los desafíos de las TIC para el
cambio educativo. Madrid; Colección Metas Educativas OEI/Fundación
Santillana.
José, M. Fernández, M. Vivar, D.M. & Avilés, F.N. La Competencia Digital
de los Docentes.
Robinson, Ken (2011, January 13) Las escuelas matan la creatividad.
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Adell, Jordi (2011) La competencia digital. Retrieved from
https://www.youtube.com/watch?v=tjC1LOC0r1g