La lluvia ácida se caracteriza por tener un pH menor a 5.5 debido a la presencia de ácidos sulfúricos y de nitrógeno, los cuales se forman a partir de la contaminación por dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno procedentes de la quema de combustibles fósiles. Sus principales efectos son dañar los bosques y las cosechas, así como corroer la piedra de los edificios históricos. Para combatirla, es necesario reducir las emisiones de estas sustancias contaminantes implementando le