La homeostasis permite a los seres vivos mantener un equilibrio dinámico a pesar de los cambios en el medio interno y externo. Los organismos regulan procesos como la temperatura corporal, la presión, el volumen de líquidos y la cantidad de sustancias extrañas a través de los sistemas circulatorio, excretor y nervioso. La homeostasis ocurre a nivel celular, de los organismos y los ecosistemas, lo que permite a los seres vivos adaptarse a su medio.

1. HOMEOSTASIS EN LOS SERES VIVOS
ARIEL HUMANES PÉREZ
Profesor: JORGE VERTEL MENDIVIL
INSTITUCIÓN EDUCATIVA LICEO 2O DE JULIO
SINSELEJO – SUCRE
2012

2. HOMEOSTASIS EN LOS SERES VIVOS
El medio externo e interno en el que se desarrolla un organismo o una célula como
mínima fracción de vida, esta en un proceso de cambio continuo, que afecta de
manera directa la estructura y la fisiología celular. Por lo tanto, al considerarse la
célula como un sistema abierto que constantemente intercambia materia y energía
con el medio, necesita contar con un mecanismo eficienteque le permita regulary
mantener su composición química interna independiente de la concentración del
medio extracelular.
Considerando lo anterior las células realizan determinados procesos de
osmorregulación que controlan la presión osmótica del medio interno y le permiten
mantener un equilibrio dinámico principalmente a nivel de la composición
bioquímica de los líquidos, que constituyen las células y tejidos de un organismo,
por lo tanto, nuestro cuerpo debe estar preparado para dar respuestas apropiadas
a los distintos cambios que el medio le presenta, lo cual se logra a través del
proceso de homeostasis, e involucra una interrelación entre varios sistema como
el circulatorio, el excretor y el sistema nervioso.
Algunas situaciones en las que se evidencia mecanismos de regulación
homeostática, son por ejemplo, la regulación de la temperatura corporal, de tal
forma, que cuando hace mucho calor comenzamos a transpirar, lo cual permite
disipar el calor que hemos absorbido desde el medio, de modo que nuestra
temperatura permanezca constante, alrededor de los 37°C. Asimismo, cuando
hace mucho frío no transpiramos, sino que tendemos a encogernos, para así
disminuir el área de contacto con el aire que nos rodea y de esta forma disipar la
menor cantidad de calor posible, conservando nuestra temperatura constante.

3. Así como con la temperatura, nuestro cuerpo también debe equilibrar la presión
externa con la interna. Si esto no sucede, corremos el riesgo de morir
reventados.Por ejemplo, los buzos que bajan a gran profundidad no deben subir a
la superficie rápidamente, ya que con la profundidad la presión aumenta y los
gases internos se comprimen, por eso, si alguien sube muy rápidamente su
cuerpo no alcanzará a equilibrar la presión interna con la presión atmosférica, y los
gases se expanden rápidamente y pueden haber pequeñas hemorragias por
rompimiento de los capilares.
Otros ejemplos de homeostasis es la regulación del volumen de los líquidos
corporales por el sistema excretor; cuando hay poca disponibilidad de agua las
células retienen líquidos y la orina se forma con gran concentración de solutos o
electrolitos, con una coloración amarillenta. Por el contrario, cuando hay excesos
de agua, el organismo retiene más electrolitos y elimina mas agua por lo que el
orín tiene aspecto traslucido.
El sistema inmune también participa en la homeostasis al regula la cantidad de
agentes, sustancias o células extrañas que entran o invaden nuestro organismo.
De igual forma, a nivel ecosistémico las plantas regulan la cantidad de Dióxido de
Carbono (CO2) presente en la atmósfera, al absorber grandes cantidades de este
gas para utilizarlo en la fotosíntesis y liberar oxigeno.
En conclusión, la homeostasis le permite a los seres vivos adaptarse a las
condiciones del medio donde se desarrollan, manteniendo un equilibrio interno y
externo en todos sus procesos vitales, tanto a nivel celular, organísmico, como
ecosistémico.