El relieve español se divide en dos partes principales: el relieve peninsular de la península ibérica y el relieve insular de las islas Canarias y Baleares. La península ibérica se caracteriza por formas de relieve elevadas como montañas y mesetas, siendo el segundo país más montañoso de Europa. Las islas Baleares presentan un relieve montañoso que es una prolongación del Sistema Bético, mientras que las islas Canarias son islas volcánicas y montañosas, incluyendo el punto más alto de España