Presentación de Mariano Gómez de Caso acerca de Antonio Machado y Segovia

2. Antonio Machado
Machado vivió en Segovia, calle de los
Desamparados, desde 1919 hasta 1932.
Su habitación daba al barranco del
Eresma, su lugar predilecto para paseos.

4. Muchas alusiones a Segovia
hay en sus poesías así como
en las cartas que escribió
a Pilar de Valderrama

5. 12 de enero de 1929
Y ahora seguramente el Eresma no suena
pues, según me dicen,
se ha helado el pobrecillo

7. En otra ocasión:
20 de enero de 1929
“La noche está tibia y tengo abierto el balcón
hacia el Eresma.”
…me llega a mi rincón de sombra y frío
tu nombre, al acercarme el tibio aliento
de otoño el hondo resonar del río….

8. Allí, al margen del Eresma, baja para soñar con su amada,
leyendo una y otra vez la misma carta, la última recibida.
Escribe a Pilar: 24 de enero de 1929:
Tuve tiempo, antes de ir a la estación, de pasear por la
alameda del Eresma, releyendo tu carta, y después, por
el Camino Nuevo.

9. Acostumbraba a bajar por la puerta de San Cebrián y
regresar por la de San Andrés

10. 30-1-1929. Hoy he podido pasear por los alrededores de Segovia,
la alameda del Eresma, San Marcos, La Fuencisla, Camino Nuevo.

11. Al comenzar a caminar por el Paseo Nuevo, contempla el Alcázar
Otoño con dos ríos ha dorado
el cerco del gigante centinela
de piedra y luz, prodigio torreado,
que en azul sin mancha se modela.

12. Hoy Segovia, agradecida, pregona:

13. Una tarde don Antonio dejó su habitación
para dar un paseo por la alameda del Eresma,
llevando como única compañía un libro.

20. Allí, en los umbrosos paseos de la Alameda surgió
“El milagro.”

21. En Segovia, una tarde, de paseo,
por la alameda que el Eresma baña,
para leer mi Biblia
eché mano al estuche de las gafas
en busca de ese andamio de mis ojos,
mi volado balcón de la mirada.

22. Abrí el estuche con el gesto firme
y doctoral de quien se dice: Aguarda:
y ahora verás si veo …
Abrí el estuche, pero dentro: nada:
point de lunettes

23. …¿Huyeron? Juraría
que algo brilló cuando la negra tapa
abrí del diminuto
ataúd de bolsillo, y que volaban
huyendo de su encierro ,
cual mariposa de cristal, mis gafas.

24. El libro bajo el brazo
la orfandad de mis ojos paseaba
pensando: hasta que las cosas que dejamos
muertas de risa en casa
tienen su doble donde estar debiera
o es un acto de fe toda mirada.

25. FIN
Fotografías y textos: Mariano Gómez de Caso
Fondo musical. Albinoni. Concierto de oboe y
orquesta