1. El mito de Frixo y Hele
Camila Rosenblatt - 4 año
Hector Augusto Rotavista Hernandez
Colegio Norbridge
2. Atamante, rey de Orcómeno, se habia casado
con Néfele, la Nube. De este matrimonio
nacieron dos hijos, un varón, que recibía el
nombre de Frixo, y una niña llamada Hele.
Por un tiempo la familia real vivió en paz,
pero Atamante empezó a desear a Ino, hija de
Cadmo de Tebas. Repudió entonces a Néfele
y tomó a Ino como esposa. Con ella tuvo dos
hijos. Ino fue una cruel madrastra para los
primeros hijos de Atamante.
3. Deseando deshacerse de ellos, ideó una
estratagema. Persuadió a las mujeres del país
para que tostaran los granos de trigo
destinados a la siembra. Cuando los hombres
sembraron el grano, nada brotó de la tierra.
Amenazado el país por el hambre, Atamante
envió emisarios para que consultaran al
oráculo de Apolo en Delfos.
4. Cuando los emisarios regresaron, Ino los
interceptó y los sobornó, para que dijeran al
rey que los dioses exigían el sacrificio de Frixo
como ofrenda para hacer crecer el trigo. El
pueblo exigió entonces que se realizara el
sacrificio, y Atamante se vio obligado a
preparar la muerte de su hijo. Frixo,
acompañado por su hermana, fue conducido
así a un altar donde debía ser sacrificado.
5. Pero su madre velaba por ellos, y cuando Frixo
estaba a punto de morir les envió un carnero
de vellón de oro, que le había regalado el dios
Hermes. Rápidamente los jóvenes subieron a
lomos del carnero, que se elevó por los aires y
los alejó de los verdugos.
6. Los hermanos volaron así hacia oriente. Pero en
cierto momento Hele miró hacia abajo para
ver el mar, y al verse a gran altura se mareó y
cayó a las aguas, en una región llamada desde
entonces Mar de Hele, o Helesponto (actual
Estrecho de los Dardanelos).
7. Frixo llega sano y salvo a Cólquide, y pidió asilo en
la corte del rey Eetes. El rey lo acogió
hospitalariamente, y le dió a su hija Calcíope
como esposa. Frixo sacrificó al carnero dorado
como ofrenda al dios Zeus, y entregó su piel en
agradecimiento a Eetes. El rey colgó la piel
dorada en una encina consagrada a Ares, y colocó
a un dragón para vigilarlo.
Éste es el Vellocino de Oro, que sería buscado por
los Argonautas al mando de Jasón.